```
En el Castillo de Cordon
Xenia despertó con un pequeño gemido al intentar mover su cuerpo. Darío había dicho que harían el amor hasta que uno de los dos se desmayara, y así lo hicieron. Lamentablemente, fue ella quien cedió primero. Y eso que pensaba mostrarle sus alas por diversión.
—Ugh... —murmuró—. Esto va a ser un problema...
Entre parpadeos para quitarse el evidente agotamiento, sintió como si hubiera estado corriendo alrededor del castillo con la forma en que le temblaban las piernas debajo de ella. Al levantarse, casi tuvo que sostenerse de la pared más cercana antes de simplemente rendirse y volver a la cama. Parecía que habían exagerado esa mañana...
—¿Xen?
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com