Ambas, Aelina y la Anciana Sandra, quedaron momentáneamente atónitas ante la respuesta de Mira. Nunca habrían pensado que Mira se vincularía tan fácilmente a la Secta. Una Secta de la que ha formado parte muy poco tiempo.
Entenderían si quizás hubiera pasado la mayor parte de su vida aquí y esta fuera su forma de recompensar a la Secta, pero ese claramente no era el caso aquí.
No obstante, Aelina sonrió:
—Parece que también eres una persona bastante decidida. Pensé que convencerte costaría más, pero esto es una grata sorpresa.
Mira levantó una ceja:
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