Al final, Kat se dejó caer del cielo hacia Xiang. No era lo ideal, pero prefería verificar cómo estaba el idiota antes de dejarlo correr libre fuera de su vista por mucho tiempo. Así que, por supuesto, cuando Kat llegó al suelo y notó que él ni siquiera estaba en el claro, sintió el fuerte deseo de golpear unos cuantos árboles solo para ver cómo se hacían añicos.
—No puedo creer esto. Solo necesitaba que esperara un poco. Apenas tomé media hora revisando un campamento enemigo completo. No puedo creer que ya se haya aburrido y se haya ido a pasear. O sea, realmente —. Kat empujó tanta energía como pudo en su cabeza y oídos, anticipándose al costo de lo que estaba a punto de hacer. Los sonidos la golpearon como una pared, y se concentró en clasificarlos todos tratando de encontrar dónde diablos Xiang había logrado escabullirse. Afortunadamente, no tardó mucho en encontrar al idiota en cuestión, pero Kat ya había perdido un pequeño fragmento de energía en un gasto completamente inútil.
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