—¿Es seguro llevarte entonces? —preguntó Kat, sin querer dejar aquí a Minor si tenía que moverse.
Minor asintió lentamente, antes de girar la cabeza hacia el lado y toser sangre. Kat estaba horrorizada y confundida por esto. —¡¿Qué?! Estás destrozada y claramente no hay sangre. ¿Por qué ahora estás tosiendo sangre? —gritó Kat
Sin embargo, al decir esto, una luz roja cubrió la cara de Minor y reparó las grietas que aún quedaban en su cuello así como algunas de su pecho. Minor claramente intentó responder pero no salieron de su boca más que los mismos sonidos de vidrio roto.
Kat miró fijamente al zorro. —Ok, entonces te llevaré —dijo Kat
Al inclinarse, Kat intentó levantar a Minor en una carga de princesa, pero al hacerlo, encontró algo extraño. Minor no se acomodaba en la posición y actuaba más como la estatua de vidrio roto que parecía ser.
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com