Neveah llegó a sus habitaciones para encontrar a Laila, su ayudante, ya sentada y esperando su llegada.
—¡Princesa! ¡Has vuelto! —exclamó Laila y Neveah frunció el ceño ligeramente ante sus efusivas palabras; ella preferiría estar en cualquier otro lugar menos en el Palacio Eclipse, pero aquí había alguien a quien alegraba verla de regreso a este lugar.
—¿Por qué estás aquí? —preguntó Neveah con una ceja levantada mientras entraba completamente a su habitación y cerraba la puerta detrás de sí.
—Su Señoría me ordenó que esperara aquí y te preparara para ir al comedor tan pronto como llegaras —relató Laila mientras se levantaba y caminaba hacia Neveah para tomar su abrigo.
Neveah murmuró mientras se dirigía a su tocador, sabiendo que ya habría agua preparada para su baño ya que su padre quería que se uniera a él para cenar.
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