—Oh, Yu Qi, ya estás aquí. Han Lee nos dijo que llegaste esta mañana. Él te recogió en la estación de autobuses a las 5 de la mañana —Ming Yue se le acercó después de ver a Yu Qi en el jardín.
—Cuando quieras venir aquí, solo avísanos. Nosotros te recogeremos —Su Xiao expresó su preocupación.
Por supuesto que estarían preocupadas porque amaban a esta chica. No querían que le pasara nada. Finalmente habían conseguido una hija. No querían perderla.
—Entiendo Tía Ming Yue, Tía Su Xiao —Yu Qi asintió.
—Oh, mira la hora —Su Xiao miró su reloj—. Ya es mediodía. No es de extrañar que tenga hambre.
—Yu Qi, tú también debes estar hambrienta. Vamos a almorzar juntas —Ming Yue dijo.
Las dos la llevaron a Yu Qi al comedor. El Mayordomo Hang Ji Chang ya había pedido a la sirvienta que preparara la comida para las tres. Hablaban entre ellas mientras tanto.
—Woof —Se pudo oír un ladrido.
«Maestra, yo también tengo hambre» Aoi envió el mensaje por telepatía.
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