Capítulo 38: Mirándose el uno al otro

Long Hui observó detenidamente a la chica frente a él. Ella dijo que su disparo había sido fortuito. Sin embargo, él creía que era mentira. Totalmente una mentira. Su postura al apuntar a ese hombre no era simple. La forma en que apretó el gatillo mostró que tenía mucha experiencia en el manejo de armas de fuego.

—Hermano Hui. Hermano Hui —Feng Yue agitó su mano frente a Long Hui cuando lo vio atónito mirando a Yu Qi.

—¿Qué? —Long Hui no se sobresaltó.

—¿Por qué miras a Yu Qi así?

Long Hui tosió un poco.

—Nada.

—Hermano Hui está en el militar. El mayor más joven de la historia —Feng Yue dijo con orgullo.

A comparación de su familia paterna, estaba más cerca de su familia materna. Por eso, mantenía una buena relación con Long Hui. Su personalidad se parecía más a la de su familia materna. Directa y franca. Era por la influencia militar enseñada por su madre.

—¿Militar? —Yu Qi entrecerró los ojos un momento y volvió a la normalidad—. Por eso dudó de mis palabras sobre mi puntería al azar. Sabía que le estaba mintiendo a Feng Yue. Solo fingiendo. Él no puede sacar pruebas.

Long Hui vio los cambios en el rostro de Yu Qi. Long Hui la estuvo observando desde que comenzó su acción.

—Humph... Ustedes dos se están mirando fijamente. ¿Están teniendo un concurso aquí? —Feng Yue, quien había sido ignorada por ambos, finalmente estalló.

Yu Qi rápidamente calmó a su amiga. La situación en el banco ya estaba bajo el control de las autoridades. Las personas con heridas leves ya estaban siendo atendidas por los médicos allí.

—Señorita, queremos agradecerle. Debido a su acción, todos estuvieron a salvo. Solo el Señor Han resultó herido —Un grupo de personas vino y agradeció a Yu Qi.

—Fue solo una coincidencia. Ese hombre estaba cerca de mí. No pensé mucho en eso —Yu Qi dijo con humildad.

Bueno, la gente piensa de manera diferente. Ellos sabían lo que realmente sucedió. Cómo tomó acción y trató a su gerente. Esta chica es una chica buena.

—Tenemos que irnos ahora. Discúlpenos —Se despidió educadamente del banco.

Long Hui siguió en silencio a esas chicas. Yu Qi seguía concentrada en su plan. Había decidido comprar ese collar de jade sangre.

—Yu Qi, ¿a dónde vamos? ¿Qué es lo que quieres comprar? —Feng Yue simplemente seguía a Yu Qi, sintiéndose curiosa por lo que quería comprar.

Cuando estaban mirando escaparates hace un momento, Yu Qi no reaccionó mucho. ¿Qué hizo que Yu Qi decidiera comprarlo?

La respuesta apareció cuando se detuvieron frente a la tienda que las dos habían visitado justo antes de almorzar.

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