Un acto digno de pena de muerte

—Esto es... —Mo Qiang miró la botella de agua que yacía en el suelo y frunció el ceño. Ella y Mo Xifeng habían dejado la tribu Pluma y Polvo para buscar a los miembros del equipo que vinieron a la dimensión Zoaf en busca de Vigos. Después de tres días de arduo viaje, las dos finalmente llegaron a la dimensión Zoaf.

Aunque la dimensión Zoaf era pequeña, era lo suficientemente grande para que ambas se perdieran, afortunadamente, le habían entregado a Madam Sang un rastreador GPS, pero por alguna razón, el GPS parecía haber dejado de funcionar en medio de un valle rodeado de montañas bajas y altas.

Y fue allí donde encontraron la botella de agua. El agua dentro de ella se había evaporado hace tiempo, pero Mo Qiang sabía que pertenecía a Madam Sang, ya que había dado el mismo tipo de botellas de agua a todos en su equipo. Miró la válvula bulbosa con una pajilla y no pudo evitar mirar a su alrededor.