Un Descubrimiento

—Bueno, bueno, ¿qué haces aquí? —Gabe levantó la mirada sorprendido cuando la puerta de su oficina se abrió y Demonio estaba allí, con una sonrisa juguetona en su cara.

—¿Qué? ¿No te alegras de ver a tu hermano favorito? —bromeó Demetri, apoyándose con despreocupación en el marco de la puerta mientras miraba alrededor casualmente.

—Ah, claro... No eres mi favorito. Y, no sé si debería alegrarme o preocuparme. Después de todo eres el Demonio. ¿Y si estás aquí para arrastrarme al infierno?

—Oh, por favor. El infierno no es lugar para ti. Aburrirías a la gente allí con tu señor Actitud Bienintencionada.

—¿Es eso así? ¿Y supongo que encontrarían tu encanto despreocupado absolutamente irresistible?

—Naturalmente —respondió Demetri con una sonrisa burlona—. Prácticamente me extienden la alfombra roja cada vez que visito.

—Entonces, ¿por qué no vas allí y disfrutas de la hospitalidad? ¿Por qué vienes aquí?