"Lara Anderson miró las fotos que había recibido y sintió cómo sus entrañas ardían. —¡Maldita sea! Debería haber sabido que el viejo no la dejaría ganar tan fácilmente —susurró para sí misma. ¿No había sido William el 'Tío' un hueso en su costado durante tantos años? Siempre había influenciado a sus padres para que pensaran que ella estaba equivocada.
Los había lavado el cerebro hasta el punto de que la habían hecho casarse con un hombre al que odiaba hasta el tuétano. Se había visto obligada a convertirse en madre y a actar como una esposa obediente solo para poder vivir cómodamente. Todos los días, durante tantos años, había soñado pacientemente con poder deshacerse de su esposo. Y cuando finalmente sucedió, ese viejo se metió de nuevo, dejándola cargada con estos niños para que tuviera que empezar de nuevo.
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