Caputulo 16

POV Ivón

Escucho de pronto la puerta abrirse y Andrew y yo como que reaccionamos y nos ponemos de pie de inmediato.

—¿Ustedes dos...?—Angus nos mira con una cara muy seria y sin decir nada le devolvemos la mirada—no me digan que estaban en un momento de...

—De-de que estás hablando—contesto yo y fijo mi mirada en Andrew—solo bailabamos y nos caímos eso es todo—el pelirrojo asiente con la cabeza de acuerdo conmigo.

—Ujum, lo que ustedes digan. Si ya terminaste quiero que vayas a buscar a Cameron en el bosque ya que, te gusta mucho cazar y le dije que irias con él además, de que no ha vuelto y es raro eso.

—Oh, yo te esperaré aquí Andrew—le digo y él frunce el ceño.

—Ni de chiste—ahora soy yo la que frunce el ceño—irás conmigo adonde quiera que vaya—cuando dijo esto último se me aceleró el corazón y como si no estuviera Angus frente a nosotros se acerca a mi oído—no pienses que no terminaremos lo que empezaste aquí conmigo y mucho menos pienses que te dejaré sola—como si fuera posible el corazón no solo me latía de prisa sino que, me dió un vuelco al escucharlo hablar de que terminaríamos aquello que no estoy segura de que es... y más cuando estaba diciendo esto en un susurro que me pareció...

Lo miro a los ojos y me pierdo allí en su mirada—ojos tan hermosos—pienso y me pierdo en ellos—reacciona Ivón—trato de volver a la realidad dándome un peñisco en el brazo.

—Ains, no es momento para contemplaciones tórtolos—dice Angus y entonces dejo de ver a Andrew quien también me observaba a mí—si iras con él deja todo esto y sigues después que lleguen.

—De acuerdo—contesto y miro por la ventana —ya es un poco tarde, ¿por qué no lo dejan para mañana temprano Andrew?—le digo.

—Solo iré a buscarlo y mañana seguimos.

—Esta bien—me voy al primer piso con la gabardina puesta y el celular en el bolsillo con los audífonos y vamos al establo por los caballos.

Veo a Andrew sacar uno afuera solamente y yo frunzo el ceño—que, no me digas que iremos solo nosotros dos—él se para al frente mío y me toma por la cintura subiéndome al caballo y se sienta él detrás mío y pasa un candil encendido por dentro y yo lo sostengo con la mano.

—Solo conmigo es suficiente ayuda—hace él que el caballo avance ya sumergiendonos en el bosque y yo me apresuro a decirle...

—Oh claro, solo que ya está anocheciendo Andrew y es peligroso ¿no lo crees?—trato de convencerlo de volver ya que, está oscureciendo.

—No pasará nada Ivón, todo estará bien y si oscurece más tenemos este candil para iluminarnos.

—Esta bien.

Damos varias vueltas por el bosque y no vemos ningun rastro de Cameron—tal vez, ya regresó Andrew.

—Sí, de seguro que sí.

—Mejor volvamos por favor no quiero estar en el bosque cuando llegue la noche—le digo imaginandome en este bosque de noche me daría mucho miedo y solo de pensar que hay por aquí y sale de noche se me eriza la piel del miedo.

—De acuerdo—Andrew da la vuelta haciéndome caso y me siento aliviada solo que de un momento a otro se planta delante del caballo un oso gigantesco y el caballo se asusta tanto que nos tira a ambos al suelo y sale corriendo y yo me asusto mucho.

Algo aturdida por el golpe de caída solo agarro fuertemente en mi mano el candil y me pongo de pie sacudiendo un poco de tierra de mi ropa—Andrew, Andrew. ¿Ves lo que te dije? No me escuchaste y te dije que era peligroso ahora ¿cómo volveremos antes de que anochezca? no, mejor dicho, ya anocheció— cuando alzo mis ojos noto que se está acercando a mí el oso gigante y abro grandemente los ojos del susto—¡Ah!—grito y me agacho volviéndome como un obillo con los ojos cerrados.

Siento que alguien me empuja hacía un lado y abro los ojos y veo a Andrew enfrentandose al oso y le araña la espalda con sus garras y el grita de dolor y dejando el oso unos segundos libres de ataques, saca de su bota un pequeño cuchillo y se acerca al oso—Andrew—me sorprendo por su valentía y por salvarme la vida. Solo que ahora no se si él la va a perder por mí.

Le clava el cuchillo en el cuello varias veces subiendose por las espalda del oso y lo termina matando y después de asombrarme por lo que hizo fijo mi vista en él y lo veo sangrar mucho por atrás de su cuerpo y me preocupo.

Voy rápidamente hacía él y paso su brazo por mi hombro para que se apoye en mí y caminamos con el candil agarrandolo yo en mi otra mano para iluminar porque, ya estaba oscuro.

Caminamos por varios minutos y no saliamos del bosque—rayos—musito con frustración y algo angustiada por las heridas de Andrew.

Me detengo para mirar sus heridas y noto que está saliendo mucha sangre de allí y escucho un aullido de un animal como lobos.

Lo dejo en el suelo y doy vueltas de un lado a otro pensando en que hacer frente a Andrew en el mismo sitio y él me mira de pronto—ha-hay una cabaña por el bosque donde solemos quedarnos cuando anochece solo sigue el camino...—él cierra los ojos y lo veo apretar los dientes y solo pienso en que le debe doler las heridas mucho.

—Okey—volvemos a caminar y le hablo a YAHWEH diciéndole que me guíe y que me haga ver el camino si no quiere que muramos aquí en este bosque y dando tantas vueltas que fueron como veinte y sin saber Andrew muy bien donde estabamos porque estaba mal no dejaba de quejarse del dolor y en un momento, logro ver algo como un camino donde tiene piedras a los lados y lo seguí.

Y él tenía los ojos cerrados y al acercarnos logro notar que es como una cabaña y casi lloro.

—Ya estaremos mejor Andrew, solo camina un poco más—le animo y llegamos y encuentro la puerta cerrada—YAHWEH, ¡no me hagas esto!—le doy una super patada con todas mis fuerzas a la puerta después de dejar en el piso a Andrew y se abre la puerta y entramos dentro yo cerrandola después por si hay lobos afuera o algo así.

Pongo el candil en una mesita que estaba al lado de la cama la cual, solo observé que hay una con una bañera diría yo de madera muy linda de unos 1,50 metros de longitud y una chimenea grande con madera lista para encenderse con un caldero puesto en medio y solo pensé que era perfecto para hacer algo.

Dejo sentado a Andrew en la cama—ire por algo de nieve para calentarla y volverla agua para lavar tus heridas ¿de acuerdo?—le digo y él solo asiente con la cabeza.

Tomo el caldero y salgo afuera llenando el caldero hasta arriba de nieve y regreso adentro entonces, encuentro a Andrew dentro de la bañera sin camiseta —se debe sentir muy incómodo que se metió tan pronto en la bañera—pienso en mis adentros y tomo el candil para encender la chimenea y funciona porque, se prendió rápidamente la madera—ah, gracias YAHWEH—no pude evitar decir y después de unos minutos se derrite la nieve y tomo el caldero y echo el agua en la bañera tratando de mirar a Andrew a los ojos y no a su cuerpo.

Pongo el caldero en su lugar y tomando un pedazo que rompí con mis manos de sábana voy hacía Andrew y lo mojo la pequeña tela y cuando volteo a ver el trapo noto que está ¡completamente desnudo!