Pedir comida prestada

Al mediodía, Padre Li volvió a casa tarareando una melodía. Cuando pasó por la casa donde vivía Li Chenxuan antes, sus ojos se oscurecieron por un momento. 

Incluso después de romper los lazos familiares con él, de vez en cuando aún pensaba en él. Después de todo, es el hijo que ha criado durante tantos años.

La última noticia que escuchó fue que tenía una enfermedad incurable en prisión y que solo le quedaban unos pocos años de vida. 

Padre Li pensó en él y soltó un largo suspiro. También es el destino que él eligió, así que solo puede recorrer el camino por sí mismo. 

Cuando llegó a su puerta, vio a Han Yuheng parado fuera de la puerta absorto en sus pensamientos. 

Padre Li se acercó con curiosidad y preguntó:

—¿Líder del equipo, qué lo trae a mi casa hoy?

Al oír la voz de Padre Li, Han Yuheng salió de sus pensamientos. Lo miró y sonrió:

—Tío Li, tengo algo que discutir con usted. ¿Tiene tiempo ahora?

Al abrir la puerta, Padre Li dijo: