Gratitud

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La abuela Feng abrió la pequeña bolsa con curiosidad y vio un montón de dinero en su interior. Se sorprendió y preocupó al pensar que tal vez el dinero podría ser de Li Chenmo o de Lu Jueyu. Antes de que pudiera ir a su marido, vio un pequeño pedazo de papel entre el dinero. Sacó el papel y leyó el contenido, y de repente se le enrojecieron los ojos.

Aunque no se le puede llamar una persona educada, la abuela Feng se graduó de la escuela primaria y puede leer algunas palabras. Solo hay una frase, bellamente escrita en palabras simples: 'Tío Feng, Tía Feng, esto es la compensación dada a Feng Lin por la familia Chen'.