—Jueyu, si necesitas ayuda, debes decírnoslo. No te canses —dijo Lu Han.
—Hermano mayor, gracias, pero no hay necesidad de molestaros a ti y a nuestra familia. Los parientes de la familia Li están ayudando, así que tenemos suficiente mano de obra —Li Chenmo dijo con una sonrisa.
Wang Muxiao miró a su alrededor y preguntó de repente:
— Jueyu, ¿por qué no veo a tu segundo cuñado? Su esposa falleció y ¿todavía no ha regresado?
Todo el mundo quedó atónito al oír su pregunta. Este tipo de pregunta no es adecuada para hacerla de manera directa. Como marido de la fallecida, Li Chenxuan no estaba presente. Esta situación es absolutamente inaceptable y se puede decir que es una cosa vergonzosa. Wang Muxiao podría ofender a Li Chenmo cuando lo preguntó delante de él.
Madre Lu temía que su yerno se enfadara, así que miró a Wang Muxiao y dijo:
— Si no hablas, los demás no pensarán que eres muda.
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