—Entonces permíteme hacerte otra pregunta. Ashton, ¿cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que dormiste con la señorita Joanna? —Ashton Heath dudó por un momento, su cara un poco inquieta. Después de un momento de silencio, dijo a regañadientes:
— No lo hemos hecho desde aquella noche.
—Vamos. Ashton, eso es realmente patético. ¿Estás casado con Joanna y ni siquiera la has tocado aún? ¿Acaso ella no te deja? —Ashton Heath estuvo reacio a admitir algo tan humillante.— ¿De verdad Joanna no te deja tocarla? —Yannick Luther no pudo evitar reírse—., Pero Ashton, eres tan guapo y tienes un gran cuerpo. Innumerables mujeres te desean. Cualquier mujer normal no podría resistirse a tus avances, ¿verdad? ¿Joanna realmente se niega? ¿Puede soportar negarse? ¿Puede ser que te desempeñaste tan mal esa noche, dejándola con una sombra psicológica, entonces?
—Ella ni siquiera sabe acerca de esa noche —Ashton Heath frunció el ceño e interrumpió con impaciencia.
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