Esta vez, la orden del clan fue enviada especialmente a Chu Yue.
—Esta vez, Chu Yue ha traído mucha presión al clan y casi provocó el asesinato de todo el clan. Chu Hui, lleva a Chu Yue de vuelta a la capital imperial inmediatamente. ¡Dentro de dos años, no podrá ver al Señor de nuevo!
Cuando vio esta orden, Chu Yue derramó dos líneas de lágrimas.
No poder ver a Yu Tian dentro de dos años fue el peor castigo del mundo para ella.
Yu Tian también sintió que esta orden era un poco extraña. Chu Yue resultó herida porque intentaba ayudarlo.
¿Cómo podía su clan echarle toda la culpa a Chu Yue?
Yu Tian limpió suavemente las lágrimas de la cara de Chu Yue. Se rió y dijo:
—No te preocupes, no acepté. ¡Nadie puede hacerte irte!
Chu Yue asintió. Ella creía que Yu Tian tampoco quería que se fuera, pero ¿quién podría desobedecer las órdenes de la familia?
Chu Hui también llegó a la sala deprimido e impotente, y dijo:
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