Nuestro protagonista estaba de pie frente a una ventana.
Su mirada estaba centrada en la solitaria y oscura calle que se veía al otro lado del cristal. Sólo el alumbrado público mantenía cierta iluminación en esta cálida madrugada.
Tenía el torso desnudo, solamente llevando puesto unos boxers. Mostraba parte su reciente musculatura ganada, la cual no era muy exagerada, pero era algo que sorprendería a cualquiera que lo haya conocido desde siempre pues su cuerpo famélico de hace tres semanas había cambiado mucho.
Los ojos del muchacho, que en la superficie no parecían mostrar sentimiento alguno, ocultaba una serie de emociones fluctuantes.
¡Hoy había besado a Marin, haciendo que la pobre chica se derritiera y casi colapsara al experimentar esa emoción por primera vez!
Nuestro protagonista se encargó de guiar a su alumna enseñándole con mucha practica la forma correcta de cómo se debe besar.
Ya no buscaron un lugar para comer, en lugar de ello, se comieron el uno al otro durante mucho tiempo en ese callejón.
Para nuestro protagonista, sentir como la chica casi se le trepa encima fue algo maravilloso, pero sabía que eso no podía durar para siempre.
Yuuma solo podía sonreír al ver la forma en como la chica quería seguir besándose, pero sería demasiado peligroso si lo hacían, pues no estaba seguro de poder controlarse.
De mala gana ambos tomaron una taxi y Yuuma acompañó a su alumna hasta su casa para dejarla de manera segura. Cabe decir que, durante el viaje, Marin pidió otra practica guiada, por lo que Yuuma asintió sin problemas.
Luego de dejar a su alumna en su casa, Yuuma se fue a la casa de Harumi Kido ya que necesitaba desfogar todo el fuego que tenía acumulado.
No obstante, la sesión intensa de besos llevada a cabo en esa callejón no fue lo único que estuvo en la mente de nuestro protagonista el día de hoy, había algo más.
Algo que nuestro protagonista había visto en ese callejón, algo que le dio la idea de lo que podría hacer a continuación para mejorar sus habilidades y poderes.
En medio del silencio, un par de brazos delgados rodearon su cintura desde atrás, entrecruzándose y abrazándolo suavemente, sacándolo de sus pensamientos.
"¿Qué es lo que tanto miras?" – una femenina y sensual voz resonó cerca de su oído, al mismo tiempo que la piel de su espalda sentía como dos grandes y jugosos senos se apretaban cálidamente, transmitiéndole una agradable sensación.
Harumi habló mientras abrazaba a nuestro protagonista con una tranquilidad relajante.
"Pensé que seguirías dormida" – Yuuma sonrió levemente mientras se daba vuelta y tomaba entre sus brazos el sexy cuerpo desnudo de Harumi.
Desde que nuestro protagonista había 'destrozado' el cuerpo de la mujer en ese ardiente encuentro carnal, la mujer de lentes aceptó mantener una relación junto al muchacho, relación que estaba basada principalmente en el sexo.
O al menos eso fue lo que pensó la pelinegra en su momento.
Con el paso de los días, una emoción juvenil fue creciendo dentro de la mente de la mujer, anidando en su corazón y forjando un vínculo fuerte.
Para Harumi Kido, esto parecía ser lo mejor que le había pasado en la vida.
¡Durante toda estas semana, las candentes sesiones sexuales que mantuvo con nuestro protagonista la hicieron pasar del cielo al infierno todas las veces, orgásmicamente hablando!
Al terminar cada encuentro, las piernas de la mujer parecían no responderle, las fuerzas de sus cuerpo la abandonaban momentáneamente y un profundo y gratificante sueño la asaltaba, llevándola la agradable inconsciencia.
Sin embargo, hoy en día parecía que el sueño le duró poco pues se despertó inusualmente rápido.
"Ya no sentí tu calor, eso hizo que me despertara" – la pelinegra murmuró mientras recostaba su cabeza en el pecho de nuestro protagonista.
Aunque los bellos ojos de la mujer querían transmitir tranquilidad y plenitud, el cansancio era visible en ello.
Además, el pequeño temblor de sus piernas delataba la poca fuerza que sus extremidades tenían. No obstante, nada de esto opacaba la auténtica satisfacción que ahora mismo experimentaba.
Al inicio ella aún tenía sus dudas sobre si mantener una relación con Yuuma valía la pena.
Nuestro protagonista, si bien había mostrado una actitud picara y juguetona, no era para nada alguien inmaduro que iría por ahí alardeando de las cosas que hacía con ella.
Si bien tenía un cierto grado de arrogancia, era una actitud que solo los hombres dominantes muestran, algo que a ella parecía atraerle mucho más.
"Bueno, es mejor que vuelvas a la cama noona" – Yuuma sonrió mientras tomaba la cintura de la mujer y la alzaba al estilo princesa, acción con la que Harumi estuvo muy a gusto.
Luego de dejar a la pelinegra sobre la cama, Yuuma regresó y comenzó a tomar sus ropas para vestirse ante la atenta mirada de la mujer, quien solo se arropó mientras trataba de mantener los ojos abiertos.
"¿En verdad tienes que salir a esta hora? Es media noche" – la pelinegra estaba haciendo un puchero mientras se colocaba en una pose sugestiva para tentar a nuestro protagonista a regresar a la cama.
Se había acostumbrado a dormir a su lado desde de cada encuentro sexual, se acostumbró a sentir el calor protector de su pecho, por lo que no quería quedarse sola esta noche.
Sin embargo, Yuuma le había dicho que tenía algo importante que hacer esta noche, por lo que no se quedaría con ella hoy.
"Como te dije, esto es importante" – el muchacho le respondió con una sonrisa mientras se ponía una polera negra.
"Solo espero que no sea nada peligroso… me sentiría un poco mal si algo te pasa" – la mujer resopló mientras se rendía en tratar de convencer a nuestro protagonista de que volviera a la cama mientras que una ligera preocupación se sentía en sus palabras.
Aunque Harumi Kido no quisiera aceptarlo debido a su orgullo femenino, muy en el fondo sabía que este muchacho frente suyo se había metido rápidamente en su mente, tomando una gran importancia para ella.
Si bien esto no era amor, sí que había algo sentimental en la forma en como la mujer se dirigía a nuestro protagonista.
Además, sabía que el muchacho era alguien complejo a quien no se le debía analizar solo por lo que aparentaba.
En los últimos días, ella se había percatado de algunas cosas que ocurrían principalmente en la escuela. Al inicio pensó que estaba loca y que estaba aluciando por la falta de sueño debido al sexo, pero luego se convenció de que no era así.
Harumi se percató de la existencia de algunas 'cosas' que aparecían y desaparecían repentinamente, parecidas a fantasmas y espectros.
¡Pero lo que más la sorprendió fue que Yuuma, su pareja actual, de vez en cuando parecía emitir una especie de ¿energía? Con la cual eliminaba a esos seres espantosos!
Si bien él lo hacía tan fácilmente y sin llamar mucho la atención, Harumi se había percatado de esto.
¡Esto no era para nada algo normal!
¿Qué eran esas cosas? ¿Por qué Yuuma puede hacer eso?
Esas preguntas se anidaron en la mente de Harumi, haciéndola sentir ansiosa.
No obstante, algo dentro de ella le dijo que no debía sentir miedo, que Yuuma nunca le haría daño, así que dejó de preocuparse, y comenzó a confiar en sus sentimientos.
Harumi sabía que todos tenemos nuestro pasado, por lo que no preguntó más y solo confió en que Yuuma le contaría lo que sucedía en el momento indicado.
"Jajaja, no te preocupes Harumi, no es nada peligroso, aunque me sorprende que te preocupe eso en vez de preguntarme si me iré por allí a ver a otras mujeres" – Yuuma dijo en son de broma.
"Con lo poco que te conozco, mi opinión no te impediría en querer conseguir más mujeres. Incluso, para mi sorpresa y por mi propio bien, te diría que no es una mala idea, solamente no trates de morder mucho más de lo que puedes comer" – la mujer habló con tono irónico mientras se arropaba.
En el pasado, Harumi pensaba que los hombres que estaban con muchas mujeres eran solamente basura, pero con la llegada de Yuuma, las cosas cambiaron bastante, muy sustancialmente.
Sentir todo el placer en ser dominada fue algo que la hizo descubrir nuevas formas de gozo... sentir ese lado masoquista que tenía guardado la hizo disfrutar del placer.
No obstante, lo que ella pensó que fue una bendición, pareció resultar en una gloriosa maldición.
¡Para su frustración, tuvo que admitir internamente que no podía seguirle el ritmo a nuestro protagonista, quedándose poco a poco relegada!
Y si bien no era algo que le preocupara mucho, sí que se había planteado el querer ofrecerle algo a su pareja como para que no se aburriera de ella.
Puede que se haya vuelto loca de tantos orgasmos, pero algo muy en el fondo le decía a Harumi que no sería la única mujer al lado de este muchacho, puesto que ni loca podría aguantar ella sola toda la furia amorosa que nuestro protagonista desataba sobre ella.
Para no morir en el intento, había tomado la decisión de buscar a algunas candidatas para que 'lucharan' junto a ella tratando de vencer al furioso dragón que Yuuma tenía entre las piernas.
"Jajaja, esa idea me gusta mucho" – Yuuma sonrió ante las palabras de la mujer – "Y es por ello que tengo que salir ahora mismo. Para poder morder mucho más, debo hacer varias cosas, pero descuida, nada de esto te afectará, así que confía en mi"
Acercándose y dándole un beso en la frente, Robert arropó a la pelinegra y salió de la habitación no sin antes apagar las luces, quedando todo en silencio y escuchándose solo la leve respiración de la mujer.
"Idiota… no sé qué diablos me hiciste para preocuparme así por ti… solo espero que nada malo te pase" – con un leve susurró Harumi cerró los ojos y volvió a dormir.
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Que tal chicos, espero que estén bien, aquí les traigo el capítulo del día.
Es un capítulo un poco corto, pero tiene mucha información relevante para el futuro, en relación a como influye la presencia de Yuuma con respecto a las mujeres con las que se relaciona.
Esero que disfruten la historia, dejen sus comentarios y sus PS para seguir motivándome a escribir.
Sin nada más que decir, que pasen un feliz Halloween (^_^)