Camino de Destrucción

—¡Boom!

—Su Ping finalmente enfrentó su propia Tribulación Celestial mientras muchos lo observaban desde la oscuridad.

—El primer rayo cayó como un hacha partiendo el cielo en dos.

—Su Ping levantó la cabeza y observó en silencio.

—¡Bang!

—El rayo cayó y lo envolvió, pero rápidamente lo absorbió.

—Una de las muchas leyes que había dominado tenía que ver con las Tribulaciones Celestiales.

—Su Ping había pasado por muchas de ellas en el Entierro del Semidiós, adquiriendo una cantidad inusual de experiencia en el proceso. Él creía que él mismo podía invocar las Tribulaciones Celestiales, o pasarlas a otra persona, una vez que tuviera un mejor control sobre ellas.

—Poco después, cayó el segundo rayo.

—Una vez más, Su Ping no se movió para resistirlo. Los rayos al principio eran igual de potentes; permanecerían iguales durante cada ronda; él planeaba soportar y absorber todos ellos. Después de todo, las Tribulaciones Celestiales eran tanto castigos como regalos para su cuerpo.