Maestro Cheng: ¿Tú También Sabes Sobre Esto?

—De cualquier manera está bien —Ya sea que el paciente estuviera de pie o sentado tenía poco impacto en su pulso.

Qiao Nian entrecerró ligeramente los ojos. Inclinó su cabeza y dijo:

—Esto tomará algún tiempo. Si te cansas de estar de pie, también puedes sentarte.

—¿Es así? Entonces, me sentaré.

Sin mucha demora, Master Cheng encontró un lugar para sentarse. Extendió su mano izquierda, la puso sobre la mesa y se subió las mangas.

—Señorita Qiao, ven aquí.

—Mm.

Qiao Nian caminó hacia él y se sentó enfrente. Extendió dos hermosos dedos blancos y los colocó en su muñeca. Después bajó sus pestañas y en silencio midió su pulso.

Afuera del laboratorio, todo el mundo estaba muy callado. Su respiración se volvió tensa. Nadie dijo que no podían hablar durante la verificación del pulso. Sin embargo, nadie hizo ruido.

Gu San estaba muy nervioso. Después de unos minutos, al ver que la chica no hablaba, su expresión se volvió más tensa. No pudo evitarlo y preguntó: