Ir a la Corte Imperial Santa!

Al ver que Dongfang Ruoshui había hablado, las chicas dejaron a Yang Luo en paz.

Yang Luo se sentó. Ya le habían despeinado hasta parecer un gallinero, y su ropa estaba a punto de ser arrancada. Tenía marcas rojas por todo el cuerpo.

Más importante aún, alguien había besado secretamente la cara de Yang Luo y dejado una marca de lápiz labial.

—Jajaja...

Viendo a Yang Luo así, Xu Ying, Bujie, Prajna y Lin Wenxuan no pudieron evitar reír.

Yang Luo les lanzó una mirada fulminante y dijo:

—¡Vosotros cuatro sin corazón, os pedí ayuda y fingisteis no verlo!

Bujie negó con la cabeza y dijo:

—Hermano Yang, no hay problema si quieres que cargue en primera línea. Solo tú puedes manejar esta situación. ¡Nadie puede ayudarte!

Xu Ying, Prajna y Lin Wenxuan asintieron repetidamente.

Dongfang Ruoshui y las demás no pudieron evitar reír.

Las flores vibraban, encantando sus ojos.

En este momento.

Xiao Ziyun levantó la mano y dijo: