"¡No! —dijo Aliana más severa y firme que antes—. Lanzó una mirada desafiante a María, quien intentaba acercarse al dormitorio para ver a Iris por sí misma.
Al ver la expresión en el rostro de Aliana, María se sobresaltó, retrocedió y bajó la cabeza. Todos los miembros de la manada estaban muy unidos, como una familia. Había un vínculo especial entre ellos, se unían a través de su trauma.
Sin embargo, las cosas comenzaron a ser diferentes. No todo se mantendría igual entendiendo su situación actual. Y ahora la relación entre Aliana y María, que solía ser cercana, comenzó a alejarse.
—Aliana, no deberías tratarla así. —Kaz reprendió a Aliana—. Si la luna llora porque perdió a su bebé, ¡María puede ayudarla!
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