La grieta roja

Xander caminaba nerviosamente de un lado a otro. No había pasado mucho tiempo desde que Layla se había ido, y Vincent estaba en su espacio de sombra, pero nuevamente, no era realmente su espacio de sombra. Cualquiera que tuviera acceso al cristal que estaba usando también podría usar el espacio de sombra, siempre que supieran cómo operarlo, y bastantes personas en los Vampiros Rojos sabían cómo manejarlo.

—¿Tendrá problemas Layla? ¿Debería haber ido con ella? —Xander pensó—. Sé que ella es fuerte y no debería tener problemas para entrar en la instalación. Por supuesto, nadie la detendría para entrar allí, pero siento que una vez que se haya ido el cristal del nido, todos lo notarán, ¿verdad? ¿Cómo escapará después de eso?

Varios pensamientos iban y venían por la cabeza de Xander, ya que parecía que había pasado demasiado tiempo para una tarea tan simple. Así que ahora estaba debatiendo si irse o no.