Un dios vampiro

Después de haber salvado a Fex justo a tiempo, el grupo estaba de regreso, corriendo lo más rápido que podían a través del bosque. Esta vez, sin importarles el tipo de ruido que hacían. La razón principal era que, en este momento, dentro de la gran caja que llevaba Silver en la espalda había uno de los octavos caballeros vampiro. Con suerte, esto les daría las respuestas que buscaban sobre quién había atacado a Fex y a Kazz.

Sin embargo, el grupo estaba atrapado en el bosque, habiendo encontrado a alguien que nunca pensaron que verían. Fex y Nate estaban rodeados por alrededor de ocho Chupasangres. Cada uno de ellos tenía una fuerza que superaba la suya, una velocidad que igualaba la suya. Para salir de esta situación, no podrían confiar únicamente en su poder y tendrían que usar un poco la cabeza.