—¡Qué lindo! —se rió Quylla—. Mira cómo intenta actuar todo a lo Faluel.
—Sí. Lo siento, Lith, pero te verías horrible en un vestido. —Dijo Friya con una risa—. ¿Qué pasa con tu rutina de "déjame solo con mi dolor"?
—¡Está bien, está bien! Lamento haber estado tan distante últimamente. —Les hizo una reverencia.
—Distante y grosero. —Dijo Tista.
—Y egocéntrico. —Agregó Faluel.
—Y un aguafiestas. —Dijo Phloria.
—Y desconsiderado. —Agregó Friya.
—Y-
—Y muchas gracias por aguantarme durante tanto tiempo. —Lith interrumpió a Quylla, no queriendo escuchar más acerca de los defectos que sabía muy bien tener.
—Muchas gracias, Solus. Nunca te he dado por sentada, pero eso no significa que siempre aprecie lo suficiente cómo tu presencia en mi vida a menudo es mi última línea de defensa contra mí mismo. —Dijo a través de su enlace mental.
—De nada. Gracias por bailar conmigo esta noche. —Respondió Solus, dando otra estocada involuntaria a su corazón.
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