—¿Acaba de arrancarle el núcleo de maná de su cuerpo? —Preguntó Lith, sin creer lo que veía.
—Sí, quiero decir, no.—Solus no sabía cómo responder.
—¡Elige uno, maldita sea!
—No, no lo hizo. Su núcleo era naranja, no amarillo. Lo aterrador es que después de localizar la sustancia que generó el vórtice, Manohar aprovechó sus efectos para moverlo todo al mismo lugar antes de extraerlo.
—Lo que acabamos de ver fue a él recolectando el vórtice después de envolverlo en varias capas de fuerza vital y maná. La esfera no es su núcleo, pero se le parece porque está hecha de las esencias vitales de esa pobre mujer.
—¿Acabas de matarla? —Jirni no tenía idea de lo que había pasado, pero sabía que, independientemente de cuál fuera la respuesta, no iba a gustarle.
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