Jeslyn recordó la vez que despertó con chupetones en su cuerpo. Si no estaba equivocada, eso fue hace dos semanas. En otras palabras, ¿está embarazada de ese monstruo?!
—¡Ahhh! —Gritó, tirando las sábanas y levantándose de la cama. Vio herramientas quirúrgicas a su lado en la cama. Agarró las tijeras y las sostuvo con todas sus fuerzas mientras salía de la habitación en su pijama blanco.
—Señorita Jeslyn, por favor espere, no— —Una de las enfermeras intentó detener a Jeslyn, pero otra negó con la cabeza, evitando que alguien disuadiera a Jeslyn.
Después de que Jeslyn saliera de la habitación en un ataque de rabia, la enfermera que impidió que las otras detuvieran a Jeslyn dijo con todos los demás mirándola.
—Si ella logra matarlo, podemos salir de aquí.
—¿Y si ella muere?
—Él no la matará, estoy segura de eso —dijo la segunda enfermera.
—Valiente de tu parte asumir eso, ¡hmph!
...
Jeslyn llegó a la sala de estar, pero Reuben no estaba a la vista.
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