Mario corto la carne y las mujeres se encargaron de preparar la carne rápidamente. Pronto un gran trozo de carne estaba encima de nuestros platos. Todos empezaron a devorar sus platos mientras lagrimas caían al piso. No habían tenido una comida tan suntuosa y deliciosa desde ya hace mucho tiempo.
Todos estaban comiendo menos una niña que seguía en una esquina llorando. Una mujer se acercó a ella con un plato de comida y dijo.
¿?: Cariño tienes que comer algo.
La niña se negó rotundamente a agarrar el plato de las manos de la mujer. Esta niña es la pequeña Sara que estaba prácticamente conviviendo todos los días con Melissa.
Sara: Mamá… Ellos… ¿Ellos se van a ir?
La mujer podía entender los sentimientos de su hija. No podía hacer nada con respecto a esta situación ella sabía perfectamente como ha sido tratada su hija en estos días por la familia de su nueva amiga. Llegaba a su habitación con platos de comida que ahora se consideraban un lujo. Ahora que se irían posiblemente esta sea su última comida completa.
Los minutos pasaron y con ello la mitad de un jabalí fue consumido. Todos estaban felices por haber podido saciar su hambre que habían estado sintiendo todo este tiempo. Mire a Sonia que se estaba acercando a mí.
Sonia: Leo me parece que deberías decir algunas palabras.
Leo: ¿Yo?
Sonia: Si, como uno de los homenajeados y que se va a marchar del refugio me gustaría que dieras un discurso para que la gente no pierda la esperanza.
Leo: No sé si pueda realizar eso. Yo nunca he realizado algo así antes.
No era mentira lo que estaba diciendo. Nunca había realizado algún discurso antes. Lo más cercano a lo que podía comparar eran las exposiciones en la universidad, pero esos erran textos preparados y no espontaneo.
Sonia: Solo tienes que ser lo más sincero posible.
Sonia llamo la atención de todos logrando que todas las miradas estuvieran sobre mí. Trague saliva y respire hondo tratando de calmar el nerviosismo que sentía en mi estómago. No sabía que decirles o que explicación darles. Esto era incomodo, pero aun así di un paso al frente y empecé a hablar de forma honesta.
Leo: Gracias a todos por esta reunión. Talvez todos ya sepan porque estamos aquí reunidos, pero de todas formas lo voy a decir. Mi grupo va a partir con otros rumbos y abandonares el refugio.
Después de que fueran dichas esas palabras el ambiente se puso tenso. Todos estaban en silencio.
Leo: Mi grupo partirá al amanecer y quiero agradecerles con la atención que le dieron a mi hermanita. En este corto periodo de tiempo que he interactuado con ustedes me he dado cuenta que ustedes tienen un potencial infinito. No dejen que el miedo los detenga y no esperen a ser rescatados por el gobierno. El gobierno ya cayo y sin dar pelea. Estamos solos por lo que deben pelear cada uno para sobrevivir. Esta no será nuestra última comida juntos. Espero que haya muchas más en el futuro porque sé que sobrevivirán.
Mire a Mario, Cristina, María, Sonia y Morales. Mis palabras estaban dirigidas a ellos. Conocía sus capacidades y lo que estaban dispuestos a hacer por este grupo de personas.
Leo: No confíen en otras personas y no dejen que los engañen fácilmente. Siempre duden de todas las personas con las que entren en contacto. Espero volver a encontrarme con ustedes.
Sara: ¡NOOOOOOOOO!
Termine mis discursos y un grito de una niña hizo eco en el lobby. La niña corrió y se aferró a mi pierna. Era Sara la niña con la que Melissa había hecho amistad. La niña estaba llorando ensuciando mi pantalón mientras gritaba que no nos podíamos ir.
¿?: Lo siento por mi hija. Ella no entiende estas separaciones todavía.
La madre intento sacar a Sara de mi pierna, pero la niña se aferró peor que una garrapata. Esta actitud de la niña hizo que Melissa también empezara a llorar. A diferencia de esta niña Melissa no hizo un escándalo ya que sabía que era algo necesario. La madre finalmente saco a Sara de mi pierna llevándosela a otro lado.
Todos ya estábamos llenos y cansados por lo que nos fuimos a dormir. Daniel se ofreció a hacer la primera guardia a lo que no me negué. Julia y yo nos acostamos juntos, pero Claudia hizo un escándalo.
Claudia: ¡No pueden dormir junto! ¡Es inmoral!
Julia la ignoro y se aferró a mi abrazándome con fuerza. Después de un rato Melissa se quejó y Claudia finalmente se acostó a dormir junto con Alejandra a regañadientes. La noche paso sin complicaciones.
La mañana finalmente llego y todos nos despertamos. Desayunamos y recogimos todas las cosas. Era hora de la partida por lo que salimos por el lobby. Como era temprano tratamos de no despertar a nadie. El anciano que cuidaba la puerta nos abrió.
Anciano: Fue un gusto conocerlos jóvenes. Buena suerte con su aventura.
Leo: Cuídate anciano
Cuando dimos un paso adelante un grito llamo nuestra atención.
Sara: ¡Adiós! *Sob
Alzamos la cabeza y vimos a todos los miembros del refugio asomados sacudiendo sus manos en señal de despedida. Esto hizo que Melissa y Alejandra lloraran. Ellas eran las que más se habían involucrado con ellos por lo que no me sorprendió. Aparte de ellas Diana también estaba llorando por tener que despedirse de toda la gente que ayudo.
Tenemos el primer diseño de Julia como portada. Notaran que su tono de cabello es diferente a los primeros capitulos pero esto tendra explicación más adelante.