En el Palacio de Jade, Moony y Crane llevaban a Tigress a la enfermería provisional en el salón de entrenamiento. Grande fue la sorpresa que se llevó Tigresa cuando vio que también había muchos niños con fiebre de río aqui, fue tal que tuvo un 'espasmo muscular' que golpeó a Grulla.
Tigress fue acostada en una camilla y a su lado se sentó Moony. La pobre felina no solo sufría por su malestar, sino también por los tumultuosos niños que, a pesar de estar enfermos, tenían mucha energía. La Señora Ping también vino a incordiar a la pobre Tigress con la identidad de la 'Señora Payasa', al menos hasta que fue ahuyentada por la intimidación de Tigress, pero no se fue sin antes dejar cupones para su restaurante.
Moony: Luego iremos a su restaurante, Señora Ping - le gritó a la ganza que se estaba yendo.
Tigress: Gracias a Dios que se fue.
Moony: Pero es una lástima que mi hermano no haya estado aquí para verla pintada, disfrazada de payasa, le hubiera encantado.
Tigress (voz nasal): ¿Por qué? ¿La ama tanto? - Dijo con sarcasmo.
Moony: Sí.
Tigress (voz nasal): Tienes que estar bromeando.
Moony: No - Respondió poniendo un paño húmedo sobre la frente de Tigress, no por la temperatura, sino para darle un poco de alivio.
Moony acompañó a Tigress durante su estancia en la enfermería mientras el resto de los Cinco se ocupaban de sus deberes como defensoras del Valle. Durante ese tiempo, además de ahuyentar a los niños que venían a molestarla y poner paños mojados en su cabeza, también masajeaba los músculos de sus brazos y piernas.
Tigress (voz nasal): Sabes que no tienes que hacer esto, no sirve de nada, sin la orquídea nada cambiará.
Moony: No me importa, espero que al menos haga que te sientas un poco mejor.
Tigress (voz nasal): Eres buena, Moony, pero no tienes que hacerlo.
Moony: Sí, tengo que hacerlo.
Tigress (voz nasal): ¿Por qué?
Moony: Porque eres la futura mujer de mi hermano.
Tigress (voz nasal): Por favor, dime que tú no estás metido en esto también. Debí haber golpeado a tu hermano muy fuerte ayer para que dijera tantas estupideces.
Moony: No es así, él realmente te quiere.
Tigress (voz nasal): Esperaba que me dieras la razón y no tener que soportar la realidad. -Negó frustrada al confirmar que no fue solo su imaginación.
Moony: ¿Por qué? ¿No es bonito que alguien te ame?
Tigress (voz nasal): ... -No respondió a esa pregunta- Solo dile a tu hermano que se rinda con eso. La única razón por la que no lo golpeé por lo que dijo es que no tengo la fuerza para hacerlo.
Moony: No lo haré y aunque lo hiciera, él no se rendirá. Te ha querido desde hace mucho tiempo.
Tigress: ¿Desde hace cuánto? -Preguntó con curiosidad, en su estado actual lo único que podía hacer era hablar.
Moony: Pues... creo que vi que le gustabas desde que se escribía contigo cuando éramos pequeños.
Tigress: ¡Desde entonces!
Moony: Sí, recuerdo que se ponía feliz al escribirte y a veces leía tus cartas varias veces, incluso aquellas que tenían años. Creo que en ese entonces no te deseaba de manera sexual, pero no te preocupes, ahora también quiero hacerte mini-Tigresas.
Tigress: ... -Ignorando lo último que dijo, Tigress no pudo evitar pensar en aquellos momentos en los que se ilusionaba al recibir cartas cuando era niña y descubrir que la persona al otro lado estaba enamorada de ella... pero luego pensó- Espera, ¿entonces por qué dijo que también ama a los demás?
Moony: Porque también los ama.
Tigress se quedó sin palabras y no pudo decir más, ya que un par de conejas se acercaron a ellas.
Coneja 1: Podemos maquillarte.
Tigress (voz nasal): No.
Coneja 2: ¿Tienes la fuerza para detenernos?
Tigress (voz nasal): No.
Conejas: Te vamos a dejar bonita. -Gritaron emocionadas mientras sacaban sus pinceles y comenzaban a trabajar.
Coneja 1: Estaban hablando de un chico que te ama.
Coneja 2: ¿Es tu novio?
Tigress: ¿Por qué no las estás alejando también? -Se quejó con Moony, que en ese momento no estaba cumpliendo su rol de guardiana como antes.
Moony: Hmm... -Solo le sonrió en respuesta, también sacando un pincel y poniéndose a trabajar con las conejas, mientras con su otra mano sostenía un espejo para que Tigress pudiera mirarse- Sí, es su futuro novio y se aman mucho. Aunque lo niegue, mi hermano se esforzó mucho para robar su corazón.
...
Mientras corría en medio del bosque de bambú, Riuz pudo escuchar un fuerte ruido junto con la vibración del suelo, lo que lo hizo detenerse. Tomando un respiro después de horas de viaje, miró hacia la dirección de donde provenía el sonido. Dirigiéndose hacia allí, encontró el muro de piedras junto a uno de los pilares derribados.
Riuz: Ya llegaron. -Miró con seriedad mientras pensaba- "Así que Scorpion... no pensé que después de lo de Tai Lung llegarían 'las leyendas de lo asombroso'. Supongo que debo modificar un poco mis planes. Tengo una idea... solo espero poder safarme de su veneno hipnótico, debo tener cuidado."
Si no mal recordaba, Riuz sabía que Scorpion tenía una forma de espiarlos a distancia, posiblemente ya sabiendo de su llegada. Pensando en eso, utilizando su poder puro, intentó mejorar integralmente sus sentidos y su capacidad de reacción para evitar ser sorprendido. Además, utilizando su poder de cambio de forma, intentó darle a su piel unas capas extras en forma de una armadura natural lo más fuerte que pudo.
...
Scorpion: Hum... parece que tenemos un nuevo invitado. -Susurró mientras miraba su cuenco de jade que mostraba la figura de Riuz escondida tras un bambú- Y es algo que nunca antes había visto. Hoy es mi día de suerte. Tendré que hacer aún más espacio para mis trofeos. ¡Qué desgracia! -Se lamentó mientras golpeaba uno de los cráneos de la repisa con su cola, arrojándolo lejos.
...
Cuando logró localizar a Po y a Mono, comprobó dos cosas, una reciente y otra del pasado. Primero, Mono ya estaba siendo controlado por Scorpion y estaba tratando de matar a Po sin mucho éxito. Lo segundo es que Po es, sin duda, la heroína de este mundo. La suerte que tiene es abismal, el mundo la está empujando hacia el éxito aunque ni siquiera lo intente... qué envidia.
Riuz no sabía si ya había sido notado, por lo que trató de ser sigiloso y evitar mostrarse tanto a Monkey como a Po. Observó cómo Po se salvaba de casi cada ataque, hasta que encontraron la entrada a la guarida del escorpión. Con su poder puro potenciándolo desde que salió del palacio, su percepción espiritual también se fortaleció. No sabía qué era, pero sentía que algo lo abrumaba y se acercaba. Era un mal presentimiento que no paraba de crecer, así que decidió avanzar.
Mono: Debo matar a Po. -Repetía como un zombie de ojos rojos- Debo mat... *paf* -Fue detenido repentinamente por una mano brillante que le dio una palmada en la cabeza.
Po: ¡¿Riuz?! -Preguntó la panda al ver cómo su compañero aparecía de la nada, corriendo hacia ellas, le daba una palmada en la cabeza a su compañera zombie y seguía corriendo hacia la puerta.
Riuz: Ocúpate de Mono y ven rápido a ayudarme. Voy por la orquídea. -Gritó mientras hacía aparecer en sus manos su bastón mágico y, en un instante, se transformó en el reconocido Chastiefol. Luego, clavó la lanza entre la línea divisoria de la puerta doble y pateó su asta para forzar la apertura de la puerta.
Riuz entró por la puerta mientras Po seguía luchando con Mono. Con su Chastiefol en mano, que volvió a su forma de bastón, el humano avanzó sin detenerse por la cueva en busca de la orquídea. El lugar resultó ser más grande de lo que parecía, fácil de perderse. La habitación que buscaba estaba tras otra puerta no muy lejana, pero a los lados también había largos pasillos por los cuales seguramente se le complicaria mucho transitar si se pusiera a recorrerlos por primera vez.
Lo que Riuz no sabía era que la dueña del lugar, que había salido de su escondite para atacar a los visitantes, volvió por un pasillo secreto para proteger sus cosas. Por esta razón, cuando Riuz alcanzó la habitación donde vio la flor, tuvo que esquivar rápidamente para no ser alcanzado por el aguijón de escorpión.
Riuz: Uff... estuvo cerca. -Suspiró aliviado colocando su cetro frente a él.
Scorpion: Fue una estupidez que te hayas separado de los demás. Habrías tenido una oportunidad si no estuvieras solo, una muy pequeñita. -La arácnida se burló mientras golpeteaba las pinzas de sus manos entre sí.
Riuz: Scorpion... eres más sexy de lo que pensaba. -Dijo al ver a esa malévola belleza rojiza, aunque era algo pequeña.
El aspecto de Scorpion estaba formado por el cuerpo compuesto por la parte inferior del escorpión y la parte superior femenina sobresaliente de donde debería estar la cabeza del escorpion, como si fuera una versión escorpionesca de una aracne. En sus brazos, en vez de manos, había pinzas de escorpión y en su cabeza humana, además de sus rasgos asiáticos bien marcados, tenía cuatro ojos amarillos y pequeños pero filosos dientes sobresalientes.
Scorpion: Aww... qué lindo, tú también eres una cosa preciosa. Tu cráneo será una adicción perfecta a mi colección- Su forma coqueta de hablar era muy notoria.
Riuz: Tú también serías perfecta para la mía. -Respondió sinceramente sin explicar más, mientras retrocedía lentamente hacia el cuenco con la orquídea flotante.
Scorpion: Oh no no no no no, ¡eso es mío! -Gritó atacando con su aguijón para alejar al invasor de su orquídea.
Riuz esquivó y convirtió su arma en su lanza para devolver el golpe. Balanceando su lanza, comenzó a atacar, sabiendo que no sería capaz de recoger la orquídea con Scorpion allí. Tomando distancia y tratando de no perder de vista el aguijón, porque sabía que lo peor que podía pasar era ser envenenado, hizo frente a esta belleza venenosa.
Scorpion era una contrincante difícil, no solo era una experta sanadora, sino que su kung fu también era admirable. Incluso poniendo todo de sí, Riuz la estaba teniendo difícil, tanto para defenderse como para su débil intento de ataque.
Riuz: Eres admirable. -Jadeó mientras retiraba la piel de su cuerpo que había tenido contacto con el aguijón.
Scorpion: ¿Por qué no te rindes? Puedo hacer que separar la cabeza de tu cuerpo no sea tan doloroso -Siguió siendo provocativa.
Haciendo todo lo posible por dar una buena batalla, el humano nunca dejó oportunidad de que ninguno abandonara la lucha. Usando el filo de la punta de la lanza para perforar o cortar sin éxito, se encargó de mantener ciertas distancias. Era la única forma de controlar el intercambio de golpes.
Scorpion: Es la primera vez que veo a un ser como tú. Debes ser ese nuevo discípulo del palacio del que escuché hablar. Nunca pensé que serías algo así. Una especie desconocida. Me pregunto qué secretos me revelará tu cuerpo. -Dijo maliciosamente tratando de desconcentrar a su rival.
Riuz: Es curioso, ya lo comprobé con víbora y mantis, pero todos los que no son mamíferos no tienen tetas. Como mucho, una caja torácica con curvas femeninas.
Lo que Riuz esperaba era poder ganar tiempo y lo estaba consiguiendo. El aspecto de que era posible que fuera a perder en cualquier momento fue lo que hizo que Scorpion no se rindiera con él y hiciera otra cosa. Lo malo es que no es que estuviera activamente haciendo que pareciera así, era así en verdad.
Riuz: Es triste que incluso si tu especialidad son los venenos, seas capaz de dejarme en esta difícil situación. Solo muestra que, a pesar de todo lo que avancé, soy débil.
Scorpion: Tengo la impresión de que no estamos en la misma página. -Dijo viendo que su contrincante, en medio del combate, daba comentarios que le parecían aleatorios.
Riuz: Quizás, pero obtuve lo que quería. -Dijo dándole la espalda a Escorpión y corriendo hacia el cuenco de jade con la orquídea.
Scorpion: Tus maestros nunca te enseñaron a no darle la espalda a tus enemigos. -Gritó con malicia y emoción retrayendo su aguijón para atacar.
Lo que Scorpion no esperaba era que en el momento en que su aguijón estaba siendo impulsado hacia adelante, un par de patadas la golpearon por la espalda, alejándola de Riuz.
Monkey: Llegando justo a tiempo.
Po: Para salvar la situación con un poco de ataque sorpresa.
Po y Monkey, quien se liberó del control mental, aparecieron para atacar por sorpresa a la desprevenida Scorpion, que al ver que tenía la oportunidad de acabar con el humano, no estaba preparada para un ataque por la espalda.
Riuz, que tuvo su oportunidad para coger la orquídea, no dudó y la agarró con delicadeza, colocándola en un jarrón de cristal que sacó de su Gate of Babylon.
Scorpion: ¿Cómo te liberaste de mi control mental? -Preguntó consternada, pero luego vio cómo su preciosa flor fue tomada. -¡Eso es mío! -Gritó con furia saltando hacia el humano.
Monkey: ¡Uyaa! -Gritó intentando atacar por la espalda una vez más a la escorpión, ahora que volvía a estar enfocada en Riuz, pero esta usó la extraña movilidad que tenía para esquivarlo.
Scorpion: Crees que eso funcionará dos veces. No puedes sorprender a alguien con tantos ojos como yo.
Scorpion se burló de ese fallido intento, pero entonces percibió cómo una lanza voladora había sido lanzada en su dirección y tuvo que saltar en una voltereta hacia atrás. Sin embargo, en ese momento, un pie de Panda golpeó su cuerpo en el aire, lanzándola contra el trono de la sala.
Po: ¡Ataque sorpresaaaaa!
Monkey: Puede que tengas muchos ojos, pero nosotros tenemos más puños.
Riuz: Parece que las enseñanzas de Shifu son bastante prácticas.
Scorpion: ¡AHH! Los voy a... -Vociferaba queriendo volver al ataque, pero cuando trató de avanzar, fue detenida repentinamente. Su aguijón había quedado atrapado en la silla. -Esto no se va a quedar así.
Po: Yo creo que sí... ¡Aaachú! -Estornudó falsamente, realizando su truco y lanzando tres shurikens, los cuales dejaron las pinzas y la punta de la cola de Scorpion atrapadas contra la silla.
Riuz: "Uy... eso podría doler" -Comentó en su mente pensando en el dolor de los filos de los shurikens contra su piel- Ya tenemos la flor -Afirmó buscando su Chastiefol clavada en la pared.
Po: ¡Wooah! ¡Esa lanza es asombrosa! ¿Desde cuándo la tienes? ¿Cómo la conseguiste? ¡Se ve increíble! Es como si estuviera bañada en puro poder... -Po reveló su actitud de fanático ante la impetuosa apariencia y deslumbrante belleza de Chastiefol, sin parar de hablar.
Riuz: Luego te cuento, ahora hay que llevar esta flor a Tigresa.
Po: ¡Ah! ¡Cierto! -Se dio cuenta de por qué estaban aquí.
Riuz: Tomen, vayan y llévensela a Tigresa -Le entregó el frasco a Monkey-. Apúrense, no queda tiempo y el camino es largo.
Monkey: ¿Tú no vienes?
Riuz: Adelántense, son más rápidos que yo y todavía tengo algo que hacer. Vayan rápido.
Po:...
La panda estaba a punto de decir algo, pero el humano las empujó hacia afuera. Aunque dudaron debido a su extraño comportamiento al quedarse, sabiendo lo que le esperaba a Tigresa si la flor no llegaba, decidieron seguir con el plan.
...
Siendo más tarde, Tigresa no estaba sola con Moony, sino también acompañada por el resto de sus compañeras, que habían terminado con sus deberes y venían a apoyarla en este difícil momento.
Crane: Se está haciendo tarde... No estoy segura de que lo logren -Dijo nerviosa sin darse cuenta de que sus palabras podrían alterar a la enferma.
Víbora: ¡No digas eso! ¡Ellas estarán aquí! -Trató de inspirar confianza en sus amigas.
Tigresa: Crane... Víbora... ¡WAAAH! -Tuvo una extraña y perturbadora reacción debido a la fiebre de Rio- Mantis... Nunca volveré a... ¡WAIIIYAH!... kung fu... ¡otra vez!
Mantis: Oye, no te preocupes, Tigresa. Hay muchas otras cosas en las que eres buena... como... eh...
Tigresa: ¡WAYiAA!
Monkey: No te preocupes, mi hermano te cuidará si eso sucede. No te abandonará aunque ocurra lo peor -Dijo de forma inocente acariciando la cabeza de Tigresa- Incluso si ya no puedes hacer nada, él seguirá amándote incondicionalmente y te querrá para follar.
Tigresa: ... -Las palabras de Monkey no la reconfortaban exactamente- Chicas, si muero, quemen mi cuerpo -Hizo una última súplica esperando que, al menos, su cuerpo se salvase después de su muerte.