Capítulo 98 Cita con Rossweiss

--Y está listo~ Azazel puedes hablar con la heredera Sitri para los detalles para la entrega de las piezas de Vitra. Odin ha sido divertido y pasare por Asgard en el futuro… por ahora me retiro, ha sido divertido pero el espectáculo ha terminado y solo queda la política… No vemos Michael~

Dijo el joven rey pelinegro con una sonrisa a los presentes antes de arrojar otra botella de licor al Arcángel quien solo la atrapo y oculto en sus túnicas sin ningún cambio en su expresión.

--Igualmente ha sido un placer… Rossweiss no seas modesta y visítenos cuando quieras, ofrecemos buenos salarios en Raleigh.

La belleza de cabello verde se levantó y dio un suave abrazo a la valquiria quien aún estaba aturdida por los eventos de este día, ser vendida por unos cuantos barriles de licor y una relación diplomática con una nación independiente, sin contar lo proactiva y abierta que fue la Reina de dicha nación en unirla al harem, literalmente causo un corto circuito en el cerebro de la lamentable valquiria de cabellos platinados.

--Muchas…gracias… su…majestad…

--No vemos luego Roosweiss~

La pareja real dio una última despedida antes de que la sombra a los pies del joven rey se retorciera creando un portal negro azabache por el cual abandonaron el recinto dejando a todos confundidos y aterrados.

--Hahahahahahahahaha~ realmente ama la teatralidad~

El Dios Padre de Asgard dio una enorme carcajada antes de levantarse y caminar hacia los dos líderes atareados.

--Bueno, Niños será mejor que firmemos esa cosa~

***

Unos días después.

En un Centro Comercial de Tokyo

--Vamos Rossweiss, no seas tímida~

--Pero…

--Nada de pero, tómalo como un regalo~

--¡Pero es demasiado costoso!

--No hay problema~

Una belleza extranjera de cabello plateado estaba temblando mientras sostenía un fino vestido de seda color blanco con hilos de plata y oro en uno de los vestidores privados de una de las tiendas más caras y exclusivas de la ciudad, a su lado un joven de cabello y ojos negros como el carbón sonreía con un infinito coqueteo hacia la aterrada extranjera que seguía con sus ojos clavados a la etiqueta del precio la cual mostraba un numero de ocho cifras.

--Señorita, no debe despreciar la honestidad del caballero… pruebe estos zapatos y estos accesorios, con sus ojos y su figura, será la envidia de todas~

La joven vendedora presionaba pieza tras pieza de ropa y accesorios con una gran sofistería y trucos verbales, en poco tiempo la joven o no tan joven valkiria, termino probándose media docena de conjuntos completos de pies a cabeza, atrayendo la atención de todos los clientes.

Contrario a la mayoría de los hombres el joven pelinegro disfruto de todo este desfile de modas, cabe mencionar que esta tienda exclusiva para la alta sociedad cuenta con un pequeño servicio de catering y distintos licores fuertes para los afligidos esposos, novios y demás cargadores de equipajes.

--Te queda bien ese color Rossweiss~

Comento el chico mientras toma un trago de su Coñac en las rocas.

--¿Realmente?...Nunca he usado este tipo de ropa tan cara…

--Meh~ Señortia, Ponga los Sets Rojo, Blanco y Amarillo en la cuenta~ Ese se lo lleva puesto~

--¡Si~ Señor~!

--¡Jhoam-dono!

--Tranquila~ es un regalo~ además Rossweiss debes recordar~ Ya pague la dote y ahora eres mía~

Dijo el joven mientras abrazaba a la mujer de cabellos plateados y besaba su mejilla haciendo que se sonrojara, ganándose la mirada de respeto y envidia de todos los presentes hombre y mujeres por igual.

--Ugh… no sé si maldecir o agradecer a Odin-sama por esto…

--Ambas~ preciosa~ Rossweiss tengo una idea aproximada del tipo de vida que has llevado y debo decir que eres una de las personas más puras y decididas que he conocido… acepta mis sentimientos por ti, realmente me agradas, ya sea como valquiria, erudita, asistente o solo una amiga con la cual reírme y jugar, déjame consentirte~ esto es algo que te has ganado~

El joven apretó su agarre sobre el cuerpo de la joven valquiria mientras hablaba suavemente a su oído, haciéndolos ver como una pareja melosa y despreocupada a los ojos del público.

--¿Realmente solo soy un acto de caridad para usted su majestad?

La voz débil y algo hueca de la valquiria rompió el ambiente ameno y una presión extraña y casi tangible salió del cuerpo del joven gigoló.

--Jajajajaja~ ¿Caridad~?¿ Rossweiss… crees que yo, Jhoam Von Hanzo… haría algo tan vació e hipócrita como la caridad? …

La joven valquiria se paralizo ante la cruda y fragante sed de sangre que literalmente destrozaba todo a su alrededor… si no fuera porque ya habían sido transferidos a una réplica en la brecha espacial, todos los seres vivos en el centro comercial habría sucumbido y muerto ante la sola presión que emita este hombre.

--Rossweiss… no soy un buen hombre… soy todo lo contrario… Puedo matar por diversión o aburrimiento, podría convertir toda esta dimensión en un festival de HeavyMetal y LCD con solo chasquear los dedos… no soy un buen hombre que va por la vida haciendo actos de caridad…

El joven miro a los ojos azul celeste de la valquiria y ella vio a los de él.

La joven valquiria vio el vacío, un vacío enorme en los ojos del joven ex humano frente a ella y sintió como su corazón se congelaba. El miedo y el dolor se atravesaron en su garganta antes de que siquiera pudiera decir algo o si quiera pudiera reunir suficiente fuerza para apartar la mirada, vio como grandes líneas de lágrimas corrían de los ojos del joven.

--Sabes…este es un buen momento~ eventualmente nos casaremos ya que realmente me interesa una relación comercial con Asgard… las Manzanas de Ildun son un gran ingrediente y las Runas son algo que no debe despreciarse… así que déjame contarte mi historia…

Con un rostro indiferente, con lágrimas corriendo de sus ojos y cayendo por sus mejillas, la voz del joven contenía un leve pero genuino toque de calidez y dolor que rompió las defensas mentales de la confundida y aterrada valquiria.

--Por donde debería comenzar~

La escena a su alrededor cambiaba conforme la propia figura del joven pelinegro cambiaba, encogiéndose y rejuveneciendo hasta convertirse en un pequeño niño de 4 o 5 años de piel rosada, cabello castaño y ojos azul pálido.

--Empecemos por el inicio de todo~

Con una voz infantil el infante sonrió a la valquiria con un rostro en blanco.

***

P.O.V Rossweiss

Me separe de Odin-sama y por algún motivo ahora estoy en una cita con su Jhoam-dono… quien por alguna razón me arrastro a una tienda para gente rica, no, no, no, para personas súper ricas… como carajos un par de aretes puede costar 10.000.000 Yens, pero Jhoam-dono está aquí comparándome vestidos con los que ni siquiera soñé, seda del Himalaya, bordados Marroquíes, Orfebrería Tunecina, Diamantes Somalíes, todo el lujo y la opalescencia me hacía sentir mareada, apenas podía reconocerme a mí misma en el espejo, tras años de usar ropa simple y gastada, de vestir ropa de segunda mano y como gala mi armadura, verme aquí con un vestido de seda blanca, lentejuelas y bordados en tonos platas, con diseños florales y relieves, guantes blancos inmaculados hasta los codos, aretes de diamantes y collares de platino con colgantes de plata y oro negro, solo podía pensar en la Diosa Freya y ahora yo misma era como ella.

Mientras sentado allí con una sonrisa, dándome una infinidad de cumplidos y tratándome con una calidez que solo había sentido de mi abuela… se encontraba el hombre al que fui extrañamente vendida por el Padre de Todos Odin Borson ¿tal vez ser vendida por 20 barriles de licor no fue tan malo?

--Ugh… no sé si maldecir o agradecer a Odin-sama por esto…

Jhoam se levantó y me abrazo mientras mi mente divagaba, sus brazos me rodearon, su aliento hacia cosquillas en mis oídos, la calidez y la ternura en sus palabras eran embriagadoras y amenas, al punto en que me hacían dudar de mi propia cordura, tal vez era todo un sueño, un juego cruel de Loki-sama, encerrándome en una ilusión, un idílico paraíso solo para despertar devuelta en las barracas…

--Ambas~ preciosa~ Rossweiss tengo una idea aproximada del tipo de vida que has llevado y debo decir que eres una de las personas más puras y decididas que he conocido… acepta mis sentimientos por ti, realmente me agradas, ya sea como valquiria, erudita, asistente o solo una amiga con la cual reírme y jugar, déjame consentirte~ esto es algo que te has ganado~

--¿Realmente solo soy un acto de caridad para usted su majestad?

En mi lucha interna, gano mi propia falta de confianza y esas funestas y denigrantes palabras salieron de mi boca y toda la calidez y felicidad cambiaron abruptamente, un giro de 180 grados. Una ola de magia y poder puro broto del cuerpo de Jhoam recordándome quien era el realmente.

El es el Rey de la Ciudad Hundida de Raleigh, el portador del abismo, la tumba viviente de los Dioses Exteriores, La verdadera y Última Palabra del Dios Bíblico, no su carta de triunfo sino una total y vulgar patada a la mesa, eso era el….Jhoam Von Hanzo.

Mientras me ahogaba en mis miedos, mis ojos se encontraron con los de el y pude ver en su alma. Dicen que los ojos son las ventanas del alma y en su caso es real…vi, sentí sus emociones, su dolor, su confusión, su locura y solo pude sentir tanto miedo como compasión por este hombre roto.

Como Valquiria, nuestra misión era conducir las almas de los grandes guerreros al Valhalla y el hombre frente ami era uno de ellos pero su propia condición le negaba el descanso y su recompensa, lo cual me llenaba de un profundo pesar… ante mis ojos este guerrero roto, lloro…lagrimas salían de sus ojos hueco, su rostro paralizado e indiferente como una máscara de piedra por la cual las dos líneas de líquido fluían, mientas una voz llena de una inexplicable calidez en contraste con un profundo dolor salían de sus labios.

--Por donde debería comenzar~

El espacio cambio como un calidoscopio combatiéndose en una casa humilde en algún lugar del mundo humano, completamente ajena a lo que tenía entendido del hombre de aspecto Japones, quien ahora se había convertido en un extraño pero lindo infante de 4 años con cabello castaño y ojos azules carentes de brillo.

--Empecemos por el inicio de todo~

La voz del niño resonó en el espacio de la casa antes de que todo la escena cobrara vida y viera frente a mis ojos la historia de la vida del hombre que sería… mi compañero.