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Let's Dance (5)

El gran día llegó después, todo mundo esperando el inicio de la gran final, todos los demás peleadores mirando eso y esperando ver lo que Gabriele haría, la princesa Vixlex solo preparándose para lo que venía, claro, sintiendo la presión invisible, justo como lo había dicho Gabriele, pero nadie podía decir nada, como dije, cosas que pasaban en el castillo, se quedaban ahí, más nadie podía no sentirse mal por al menos ese momento.

El protocolo de celebración por la final se llevó a cabo, los reyes y nobles estaban ahí, todo mundo disfrutando de algo como esto que aunque era corto, pasaron cosas que nunca pensaron ver, más ahora sabían que no sería la excepción y más con una de las más fuertes del Reino.

Increíblemente antes de eso, antes de todo, las dos se reunieron, una más ligera que de costumbre y la otra con solo su gabardina.

—¿Que?

—Te diré algo, pero una vez que escuches esto y termine esto, si quieres realmente desahogarte, ve a la plaza central, ve con lo que quieras y ahí hablaremos como se debe, sin cortesías ni nada de eso, quien perdió, perdió, ¿si?

—¿Que?

—Solo si quieres

Y se fue ante la mirada de ella, no sabía si eso fue un saludo, un aviso o alguna especie rara de invitación, más lo dejo para después, ahora iba la seriedad de todo esto como ella nunca había sentido antes.

La gente se emocionó, así como los apostadores en los bares, la gente alrededor y más que nada, hasta los soldados, todos esperando el resultado de todo lo que había pasado, sabiendo que aún con eso mismo, era un misterio.

La princesa Vixlex era conocida por ser aguerrida en cuanto a desafíos se daban y trataban, ya sea en la política, estudiando o en los bailes a los que iba, en cuanto a enfrentamientos y más que nada niveles de habilidades era la mejor, los que escucharon lo que Gabriele había dicho el día anterior, sabían qué razón no le faltaba a esa chica, la princesa al ser hija única tenía la responsabilidad de llevar al país a un mejor futuro, aún cuando ella no lo haya deseado, aún cuando ella no había querido, era algo inculcado desde que tuvo conciencia y ahora, toda esa presión estaba por salir enfrente de todo mundo y sabían que iba a pesar demasiado si ella fallaba.

—Joder… — fue el suspiro del Rey y todo mundo sabía por qué lo había hecho y dicho

Su esposa e incluso los demás ya tenían a su ganador, pero no perdían las esperanzas en un milagro que su hija pudiera hacer.

Solo los soldados más leales y capitanes sabían de lo que ella era capaz y ahora estaban por ver al menos por ese día, los verdaderos colores de las dos, pero algo dentro de ellos, en especial de los que fueron a la Academia, sabían algo, incluso ella habló con ellos justo después de hablar con la realeza.

—¿Entonces?

El grupo no sabía si decir que lo haga o decirle que perdiera, sabían que ella se metería en problemas con Azrael, y si lo hace, lo haría con el propio Reino, más solo llegaron a una conclusión.

—Lo sentimos mucho

Todos se disculparon al unisono, no había nada que hacer, claro que fue invitada y claro que no podía simplemente dejarse perder, menos teniendo de profesor a un sujeto problemático que posiblemente no dejaría hacerla perder…

Pero ella le preguntó y él vino enseguida a su habitación, estaba mirando su tabla de ajedrez.

—Te invitaron, no puedo decirte que hacer, cada quien sabe las consecuencias de sus actos así decida verlas o solo decir "A ver qué pasa" ese tipo de personas han tenido suficiente de alguna de las dos opciones como para decir eso, solo es cosa tuya decidir si hacerlo o no, de cualquier forma ya hiciste lo que pidieron, tampoco es como si yo dijera que quiero ver más de ti o algo así, si es suficiente para ti, ríndete sin problemas

Ella solo se quedó pensando y después lo decidió.

—Gracias por venir, me voy llendo

—Iré a ver a esos dragones, nos vemos

Así que ella se presentó, le dijo eso a la princesa y se preparó para el enfrentamiento.

Cuando ambas se miraron, algo estaba diferente en Gabriele, la mirada filosa ya no estaba ahí, era una más relajada que de costumbre, la princesa Vixlex miro eso algo confundida, vió como Gabriele miraba al palco y después suspiró con un movimiento de su mano en la cabeza, después se preparó frente a ella.

Se quitó la gabardina y amarró las mangas en su cintura como una falda, todo mundo se preguntó el por qué hizo eso, si era una especie de truco o algo así.

—Así que lo hará— dijo un guardia

—¿Qué cosa?— preguntó Zartemist sin despegarse de Gabriele

—Capitana, ¿Que prefiere? Una armadura movible o una que le aprieta?

—La pregunta es tonta… espera...

—Si, ella se restringió usando algo que no le permitía moverse libremente, ahora al hacer eso, tiene total libertad de movimiento… Azrael nos hizo ponernos tallas más pequeñas o con hilos que no permitían mucho movimiento cuando entrenamos hace medio año…

—Ya veo… entonces irá a por todas

La princesa Vixlex midió tanto a su oponente como lo que haría y lo que hizo, su concentración era el pinaculo de el límite que su cuerpo y cerebro podían soportar, no quería perder, no quería que la vieran débil, no quería que lo que pasó en el castillo iba a repetirse.

Ella tenía una armadura flexible de solo hombreras, rodilleras y peto en el pecho, una espada con una gema y la mirada como intensidad que envenenaban el aire.

La gente no celebro, no hizo ruido alguno, nadie quería distraerse de lo que iba a pasar, incluso el referí sentía la garganta seca, tragó saliva antes de pasar enmedio de ellas.

—!¿Listas¡?... ¡Empiecen¡

La princesa tomó el primer paso y se acercó lo más rápido que pudo, más al estar cerca, Gabriele levantó la mano y ella frenó rápido, pero el impulso la hizo ir a un lado, pasando de largo.

Solo se rascó el cabello, miro a un lado y la princesa Vixlex parecía aún seguir en guardia.

—¿Así va a ser?

Gabriele dió la vuelta y camino hacia ella, pero después corrió y Vixlex volvió a prepararse.

»Detrás de ti

Con solo ese par de palabras, ella volteó, para cuando vio que no había nada, miró hacia enfrente, sintió un toque en la nariz y todo quedó en silencio.

»¿Puedes relajarte? Se que soy difícil pero no quiero que te rompas tanto la cabeza— le susurró

Después dió un salto hacia atrás y en ese instante, Vixlex la siguió al mismo ritmo.

»Exacto

Movió la cadera y algo chocó contra el filo de la espada que no logró cortar a Gabriele, y en cambio fue recibida por un golpe en la cara tan fuerte que la hizo rodar a un lado para después levantarse.

»Ni te diste cuenta que aún no saque mis armas, cálmate aunque sea un poco— reclamo Gabriele

Y era verdad, de la parte cortada ahí estaban sus armas y después las sacó como si nada, más cuando se disponía a acomodarse, sintió el aire y se movió enseguida del ataque sorpresa venido del frente, todo en un grito de guerra increíblemente venido de la princesa, pero hizo solo lo necesario para que el filo pasará a solo 5centimetros de ella.

Los siguientes también, no importaba dónde o como atacara, Gabriele solo se seguía moviendo hasta que la princesa se cansó, Gabriele quería mirar otra vez al palco, pero está vez no lo hizo. De un giro hacia el frente, el golpe con talón hacia la cabeza de ella la dejo inconsciente por momentos.

»Se que no es todo lo que tienes, al menos deberías no pensar tanto en como hacer y solo actuar como se debe

La princesa enseguida trató de levantarse, hizo demasiadas fintas en tan solo pocos pasos, pero Gabriele dió un aplauso justo algo cerca de la cara de ella…

»Te espero en la fuente del parque

La princesa volvió a caer, pero no se levantó, seguía aturdida y en el suelo sin poder moverse más seguía con la mirada abierta y babeando saliva en la boca, el silencio siguió reinando, hasta que Gabriele volvió a tomar la palabra, pero ahora hacia la gente.

—El movimiento que acabo de hacer es "Palmada aturdidora" los nervios, estrés y presión de la princesa estuvieron en el pico más alto, yo solo aparecí como una serpiente cuando abres la puerta, ¿acaso no pasa cuando alguien nos asusta que se quedan en shock sin poder reaccionar? Ya sea un asalto, un desastre natural o más cosas así, es lo mismo

Miro a la princesa.

» Usé los miedos de la princesa en su contra de esta manera, la llevé al límite y ella respondió como esperaba, como yo esperaba

Para que decir que la ceremonia fue incómoda para ella, pero todo había terminado por el momento. El premio fue una espada, la mejor que tenían, más casi nadie celebro eso, solo la chica del florete habló con ella.

—... no sé que decir

—No tengo problema si dejas de hablar conmigo

—No haré eso, eres intensa e interesante, lo que hiciste… ¿cómo?

Le dió un aplauso lejos que la pobre chica se quedó sin habla por instantes, después sintió un toque en el hombro.

—Justo así— dijo Gabriele dejándola—, si conoces a alguien descontrolado, es perfecto para él, pero todo depende de dónde te acomodes y si sientes que es necesario el tipo de acercamiento que tengas

—Y-ya veo… si te soy sincera… te tengo miedo, espero no te moleste el decir eso

—Y deberías, no me molesta en absoluto, yo tengo miedo de mi misma algunas veces, pero así es esto, bueno, me tengo que ir, nos vemos después

Iba a darle un abrazo de despedida, pero la chica extendió la mano.

—Si, hasta luego… no des tanto miedo cuando salgas— dijo la chica ya un poco más tranquila por el humor

Saliendo del coliseo, usó su habilidad de ocultamiento y se dirigió al parque, pero no en específico abajo, solo se sentó en el borde de una gran casa acomodada a esperar algo, cosa que no tardó en llegar.

Más ella se levantó y no vio a quien quería.

—¿Y tú eres?— preguntó ella tranquilamente

— Lupus Barghat, creo que no tengo el gusto de conocerte— dijo aquel adolescente frente a ella en una reverencia cortes de presentación

—Gabriele… lo siento mucho, soy de Abbylion y siento que a estas alturas ya debes conocer algo de lo que pasa, así que no puedo decirte mi nombre completo por cuestiones de seguridad

Lupus asintió ante eso aceptandolo.

—Entiendo la postura y la respeto, así como tú debes entender la mía al respecto de la situación

—Si me permites decirlo… pensé que no planeaban casarte con ella— dijo ella al ver la confianza que se había entablado por el momento

—Es la decisión que mi padre hizo a regañadientes, pero después de todo lo que ha pasado, creo que si él aún dice que no, yo al menos peleare por ello

—¿Aún cuando ambos sean usados como marionetas? Ella siendo hija única y tú alguien de ellos— preguntó directamente

—Siempre tiene que haber altibajos en esto, incluso en cosas muy sencillas, los adultos tienen que arreglar las cosas mientras aún estén aquí

—Te entiendo perfectamente, así que… lo de ahora…

—Si, se que lo piensas y tienes razón, te ví y he visto tu forma de pelear, me encantaría al menos una vez enfrentarme a alguien de ese lugar, pero siento…

—De hecho, siento interrumpir, pero creo que a ella no le importa— dijo Gabriele apuntando a un lado

Lupus miró a donde Gabriele apuntó y vió a alguien saltar entre edificios pequeños y grandes hacia ellos, claramente no le importaba destruir las fachadas o muros que caían en destrozos al suelo.

—Entonces, con tu permiso— dijo Lupus y sacó su espada

—Si lastimas a gente, tu cabeza es mía

—Hecho

Gabriele dió un salto hacia atrás al borde y un corte apareció en el piso.

—Ya veo

Instantes después desapareció y Lupus se cubrió del frente en una perfecta defensa, como si hubiera leído como ella atacaría.

Tener dos cuchillos podría considerarse una desventaja para él, pero a su vez algo en lo que concentrarse a la mano y más sin saber las habilidades del otro.

Pero ahora había algo que la hizo cambiar a algo drástico y por seguridad.

El enfrentamiento era tan coreografíado entre los dos que era como si se leyeran la mente de manera mutua, si ella hacía un giro intentando dar un golpe en el estómago, el lo bloquearía con una mano mientras con la inercia le intentaba hacer girar sobre él para hacerla caer, a su mismo tiempo, ella intentaría cortarle el hombro en ese paso y el la bloquearía con ayuda de su espada, esa "pelea" era más un baile a muerte que algo amistoso.

—¿Estás yendo en serio?— preguntó él

—¿Lo pregunta el tipo que casi me corta el estómago?— preguntó ella

—Cierto

Y ambos sonriendo volvieron al frente, los movimientos rápidos, las esquivas, el flujo de ambos cuerpos en su centro de gravedad los hacían verse como dos osos intentando darse la más letal mordida, en un movimiento, Gabriele de por sí no atacaba del todo, solo quería hacer una sumisión con ayuda de su arma, pero el otro tipo sabía que era lo que ella buscaba, más se movía casi al ritmo de ella de una manera que Gabriele disfrutaba, claro que en el sentido de hacer más que solo contenerse.

—¿Entonces puedo acelerar un poco más?— preguntó ella en un encuentro de armas

—Me ofenderia si no lo hicieras

Y ella en un extraño movimiento, logró hacer llegar la punta de su espada al cuello.

—Gracias

No sabía cómo, pero el logró sostener los lados sin filo del cuchillo y se movió a la par del movimiento para no salir herido.

—¿Cómo es que?— se preguntó al dar pasos para tomar distancia

La punta de ambos cuchillos estaban ya encima de él, con apenas el borde sin filo logró repelerlos, pero tardó en reaccionar a la chica que fue de frente a él con una patada voladora, apenas se cubrió lo suficiente con el mango de su espada y todo hacia atrás, los cuchillos cayeron entre los dos, ella corrió hacia el levantandolos.

—¿No vas a hacer lo mismo?— preguntó ella como si nada

Y por primera vez en su vida, se sintió algo intimidado, no era nuevo para él, pero era raro.

Ella atacó desde el aire hacia abajo y para él, eso era fácil, puso la espada detrás de él para un corte rápido y fuerte.

El impacto se hizo y solo un cuchillo de ella se rompió, no saliendo herida en eso, pero Lupus se quedó de pie, quitándose un trozo de metal de su hombro.

—Eso es trampa, ¿sabes?— dijo ella sin sonar molesta

Ella había salido ganadora, pero algo duro le evitó el corte a Lupus, ni el sabía cómo, pero suspiró.

—Lo siento, papá no quería que me pasará nada

Y antes de seguir hablando ahora él fue, más fuertes y rápido además de tenaz, el golpe fue igual de fuerte, pero ella solo lo desvío y dió un giro hacia atrás, instantes después desapareció y él sintió un golpe en el costado que lo hizo saltar involuntariamente hacia un lado.

—No dejes de estar en guardia, no estamos jugando, ¿o que quedamos?

Lupus se dolió esa parte en una expresión de soportar el dolor, aceptando eso y preparándose más.

Pero había algo que él notó, cualquiera que la conociera, lo notaría…

Los movimientos de ella eran cada vez mas serios, más fuertes incluso y eso que solo tenía una daga en contra de una espada, incluso en su expresión, si antes era afilada, ahora era más seria, más intensa y más burlona, pero en sentido que para ella, esto era serio y sin del todo dejándose llevar.

—Me preguntó si así se sentía él cuando peleaba

De alguna forma después de solo dos movimientos lo tomo detrás del cuello y lo paso por encima de ella para azotar su cuerpo al suelo.

»Le preguntaré luego, mientras tanto…

Sin soltarlo lo hizo a un lado con todo y ella en un salto muy largo hasta el borde del edificio y algo explotó justo donde estaban sin caerse ni derrumbar el edificio. Dejo a un lado a Lupus y este no sabía que estaba pasando, más Gabriele seguía tranquila.

»El acelerador estará a fondo está vez, ¿Aún así quieres continuar?— le preguntó

Un traje de metal delgado de tipo exoesqueleto de grandes brazos el doble de grosor así como sus palmas, columna metálica apoyada con líneas metálicas angostas para igual las piernas y cadera, el casco del tipo romano usado para irónicamente coliseos que podía verse salir vapor de entre los orificios del rostro, todo en un color negro azabache que enseguida recordó algo a Gabriele.

»Así que no es la única, a Ritsumary le va a encantar esto

Vixlex fue demasiado rápido hacia ella y la esquivó, chocando contra la pared del edificio de al lado y solo agrietó la pura pared completa de toda esa estructura.

»¿Por qué no usaron esto contra ese dragón?...

—Creo que era un secreto demasiado personal, no interrumpire, solo no la mates— dijo Lupus haciéndose a un lado

—Deberías decirle eso a ella

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