—Dejame ver si entendí… la princesa Louise es un antepasado que viajo al presente por última voluntad de su madre...
—Si
— Tú y tú hermana Gabriele son sus sucesores por parte de unos hermanos que ella tuvo y ahora son hermanos... no tan de sangre pero si familia
—Si
—¿Y Azrael es el verdadero Rey Demonio?
—Eso está aún en discusión— dijo Lucio al responder todas esas preguntas después de la plática que tuvo «Pero si»
Louise tenía abrazada muy fuerte con la cara restregando sus mejillas con Shiraishi, el primer acercamiento tan intenso que no molestó a nadie, no podías decir nada si ya estabas más cerca de ser alguien de la familia.
Gabriele estaba sentada igual mirando eso con cierta emoción además de sonrojarse tal vez por lo emocional, sabía que esos dos no eran nada aún, pero ya tener ese contacto, era algo.
—Hermano, ¿puedo hablar contigo un poco?
Gabriele y Lucio, se acercaron entre los dos.
—¿Que pasa?
—Lo de rechazarla…
—No lo hice por ti y por lo que pasó… si fuera otro chico cualquiera me aprovecharía, pero cada día tengo que vivir constantemente entre ejercicios que me dejan medio muerto y más que nada, lo de ti y Louise… no quiero ver a alguien más sufriendo de una manera que sea más veneno que cura… y más que nada que lo tuyo fue lo tuyo, eso quedó muy claro cuando lo hiciste sola
—Gracias… cambiando de tema… ¿que hay de Lord penurias?
—No quiero hablar del tema, solo diré que ella está enojada y sabes…
—No te importa
Lucio se rió un poco alegre.
—Me encanta que me conozcas… cierto, Shiraishi, ¿sabes algo de la armadura de Ritsumary?
—Si, le pedí a Evanile que guardara los libros que hablan de eso… además…
El rostro de Shiraishi se volvió algo triste.
—¿Pasa algo?— preguntó Louise deteniéndose de seguirle acariciando
—Supe muchas cosas malas que solo le diré a Azrael, digamos que la era Meiji fue algo horrible y ya ví porque papá no siguió sus tradiciones
Podía sentirse un poco la melancolia en su voz, Louise la volvió a acariciar para reconfortar, más la puerta fue tocada aliviando el ambiente, pero Louise no soltó a Shiraishi.
—Pasa— dijo Gabriele
Quien abrió la puerta fue Zartemist, ella se quedó callada al ver a una chica tan amorosa mientras los hermanos observaban a quien llegó dos.
—¿Interrumpo algo?
—No realmente— hablaron los hermanos al unisono
Gabriele se levantó y Lucio también, Zartemist paso adentro y los saludo.
—Nos sorprende verla por aquí y también con nosotros, ¿que desea?
—Bueno, es algo que quería discutir con Gabriele, pero igual creo que es momento
Después de decir eso le extendió un sobre.
Ella lo tomó y ahí decía su nombre además de un sello potencialmente especial.
—¿El sello real de Yireila?— preguntó Louise igual atenta a la situación
—Es una invitación a un torneo, se celebrará en conmemoración por lo que pasó con el dragón
Louise miró a Zartemist algo molesta.
»Lo sé, lo sé, nos estamos llevando todo el mérito, pero así lo quiso igual Silver, además que igual converge en algo…
Les explico lo que pasó cuando todo estaba por terminar, osea el compromiso forzado de la hija del rey de Yireila con el hijo del Rey de Arcaida.
—¿Y eso no es totalmente contraproducente para nuestra causa?— preguntó Lucio
—No realmente, hermanito, se que eso sería que Arcaida y Yireila se unen, pero igual podría ser una desventaja si les pueden llegar al precio— dijo Louise sin despegarse de Shiraishi—, también, Arcaida sabe que aún con ese compromiso, pueden usarlo tan en contra el uno y el otro, como la suegra odiando al yerno o el padre a la nuera... cosas así para hacer de su vida un infierno a propósito
—Exactamente, el torneo también servirá para disuadir a Arcaida de no hacerlo, todo mundo sabe que ese lugar tiene tantos secretos que todo mundo busca y más que nada, podemos tomar ventaja de eso
—¿Y yo como voy a entrar en todo esto?— preguntó Gabriele
—A decir verdad, iba a ser la señorita Ritsumary, pero Azrael ha dicho que ella y otros que intenté pedir necesitan descansar, desconozco la razón, así que también pensé en ti y solo es si deseas hacerlo
Nadie dijo nada porque era también algo necesario.
—Lo haré, pero necesito algo a cambio de esto— dijo ella al abrir la invitación
Zartemist escuchó la petición de ella y la preparó, así como cierta persona molesta.
—¿Yireila?... si, también quiero hacer algo, pero… eso no será para mí exactamente, quiero que más de estos locos…— dijo Azrael dándoles golpes a unos alumnos con un periódico—, puedan experimentar eso, no los que viven por ahí, sino los que son lejanos de ahí, así que…
Los miró detenidamente.
»Bien, ya los tengo, nadie diga nada, sigan con lo suyo
Chasqueo los dedos y se fue, todo mundo se miró y solo entre ellos supieron quiénes se habían ido, lo que decía una cosa, otra estupidez muy interesante iba a pasar, solo entre los elegidos había mayoría de primer año, así que iba a ser algo muy intenso.
Y no se equivocaban.
El lugar fue diferente y a decir verdad, se sentían aturdidos por el cambio de ambiente, ahora era un lugar vacío y oscuro, Azrael sentado frente a ellos en un sillon, el cambio mareo algo, pero estaban algo acostumbrados.
—Lo que van a escuchar ahora es algo sumamente secreto, no se preocupen, una vez que terminen esto, sus memorias serán borradas, pero igual es decisión de ustedes si quieren hacerlo, den un paso hacia adelante si es así
El grupo de 6 lo miraron y se miraron después, nunca lo habían visto tan serio y algo decía, que si por algo él se los "llevó" es por qué al menos confía un poco en ellos.
—¿No seremos carne de cañón o algo así?
—No, se los prometo, la palabra de un Rey es Absoluta
Y todos dieron un lado hacia adelante, Azrael sonrió y se levantó de su lugar.
—Bien, la cosa es esta…
Cambiando el ambiente y los días después de la invitación, hablemos del país.
Antes del caos hecho por la madre de Silver, Yireila era un país guerrero hecho de armas y monturas para animales, un lugar muy conocido por las enseñanzas dejadas por enanos herreros que por alguna razón se fueron a las montañas a seguir en lo suyo, dejando atrás muchas enseñanzas, cosa que hasta sirvió contra la dragona… o apenas sirvió la verdad de no ser por las instrucciones de Pharmagon, pero aún así era un logro.
Las calles de estilo victoriano sin la suciedad, niebla y olor de alcantarilla, solo cambiado por el calor de las fraguas, el chocar metal en las armaduras, armas, cascos de caballo, el olor a leña quemada y el humo gris y negro en el aire decían que no se podían detener aunque se hubieran salvado de un dragón gigante.
Así que dando más razón, quisieron celebrar a su estilo su primer torneo de caballeros y guerreros, claramente también con otras intenciones ocultas pero más que nada, celebrar ese tipo de victoria de ese modo.
Las calles adornadas de imágenes tanto en madera como en papel, la mercadería con ahora sí parte de carne y trozos de dragón, niños jugando a representar ese combate según se escuchó en rumores de los soldados, además de herreros y armeros mostrando sus materiales para vender.
Todo sin dejar atrás a los concursantes, entre ellos la propia hija del rey de Yireila.
—Nadie me dirá con quién casarme
—Pero hija…— dijo el Rey
—La princesa de Undyne decidió pelear por el trono de esta manera y se convirtió en Reina ¿por qué yo no puedo hacerlo?
—Es un buen punto— dijo la Reina—, más no estoy del todo de acuerdo con esto, eres una de las más fuertes de aquí, pero si Zartemist logra traer a quien dijo… honestamente no podrás pensarlo más y tendrás que aceptar casarte con ese sujeto
—Si, lo sé madre, más aún así estoy más que decidida a ganar, aún si tengo que enfrentarme a los alumnos de ese general
Hasta ella sabía que la Academia del Rey Demonio no era broma, por lo que pasó antes del ataque, era tradición igual que en última instancia los herederos y realeza tendrían que estar preparados para lo que sea, entrenar desde pequeños y luchar si era necesario que la fuerza enviada hacia el dragón no fuera suficiente.
Más ahora con todo completo ya no había necesidad, aunque eso de entrenar a los sucesores no se dejaría de lado por lo del Rey Demonio, menos con lo que pasaría en el primer torneo de Yireila.
— Con todo eso, no puedo dejar de pensar en el tipo de alumno que ella vaya a traer aquí— dijo la princesa
Zartemist llegó a la ciudad con su invitado, pero nadie dijo nada al respecto, más por qué ese invitado tenía aspecto lúgubre, el cabello lo bastante largo como la chica del aro, una gabardina blanca sin abotonar y un vestido de cremallera central con dos cinturones, uno por las clavículas y otro en la cintura, además de un short y medias negras desde la mitad de los muslos a las botas negras de cuero.
Esa invitada solo avanzaba al paso de Zartemist, todo mundo sabía de dónde venían ellas, pero solo podían mirar su aparente peregrinar hacia el castillo.
Más cuando llegaron Zartemist avanzó hasta la entrada principal y después a la sala del trono, solo con su invitada, aquel lugar adornado como un museo lleno de armas y armaduras lo más limpias, filosas y robustas posibles, a lado del Rey estaba su consejero y claramente un Lord Demonio oculto.
La vestimenta del Rey era solo del típico aristocrático con un abrigo de escamas y una espada a lado recargada en su trono. Una corona posiblemente hecha de los dientes o colmillos de la madre de Silver entre otras cosas.
—Mi Rey — saludo Zartemist en el típico salido cortes ante la realeza
Gabriele tuvo que hacerlo pero no saludo , solo se inclinó, estaba algo acostumbrada cuando el Rey de Abbylion iba mucho de visita a la Academia, así que fue fácil la etiqueta en otros lugares.
—Arriba, por favor
Las dos lo hicieron y las miró, en especial a Gabriele.
»Se que entiendes el tema principal de esto y más que nada sabemos que es algo estúpido la verdad— dijo con total confianza a la situación —, pero si al menos lo que hemos conocido de ese sujeto se hace cierto… es algo más probable que suelte algo más que solo a su hijo… así que solo pido un favor…
El Rey se inclinó un poco.
»Mi hija es testaruda y terca como nadie, igual a su madre, así que si es necesario se lo más ruda que puedas pero no la lastimes tanto, solo lo necesario
—Como usted ordene
—Retirense
Las dos se fueron de ahí y todo se sentía como jugar a la ruleta rusa con vendas en los ojos.
—No se por qué, pero mantengan un ojo en esa chica
—¿Mi Rey?— preguntó el consejero al lado de él
—Si, es algo malo para las relaciones exteriores, lo sé, pero aún así… no se que tenga esa niña que me da miedo, un raro miedo
—Entendido
En todo el alrededor del coliseo, había gente paseando y mirando todo su espacio lleno de armaduras y comida así como juegos e interpretaciones teatrales de la batalla contra el dragón, aunque Zartemist estaba algo molesta sin razón…
—¿Pasa algo?— preguntó Gabriele
—No es nada serio, solo… se siente raro el que tú victoria no sea como quieres, digo, aunque me moleste admitir, este asunto siempre se trató de Silver, nosotros y nuestros antepasados solo fueron el daño colateral que aún se mantuvo aquí… algunas veces me pregunto si debí realmente dejarla sola en esto con los suyos
No era como si no se diera cuenta, había hablado de eso con su gente y hasta ellos también lo sentían, pero igual tenía que hacerse.
—Según el profesor, por algo es que hasta su padre les pidió ayuda a ellos y les dejo cosas, sabía que aunque un dragón fuera algo sumamente poderoso, tendría problemas con ella… y vaya que hubo— dijo Gabriele
—Si, pero me hubiera gustado que al menos compartieramos libremente el crédito… no sé, no es como si fuera malo, pero...
—Al menos se ganaron el pacto de no agresión
—Algo es algo
Gabriele miro a su alrededor y vió armas robustas y que desprendían cierta magia de refuerzo entre otras.
—Veo que eso no fue lo único
—Al menos estas no están embrujadas, creo
Siguieron caminando y hablando un poco más del día, pero no era la única cosa en ello que se tenían que preocupar.
—Si yo hubiera estado, podría haber ayudado a todo mundo
—Creeme niño, todo lo que pasó ese día fue una total locura a un punto que visite el cielo 3 veces
—Si, si, lo que tú digas, pero sabes que es verdad
Aquel veterano soldado solo miró al chico y no habló más, quería guardar saliva para lo que venía y más que nada, escupirle cuando lo viera perder, más en el principio de esto, no podía no darle la razón, era conocido como el más fuerte solo un lugar antes de Zartemist aún a esa edad, más no era el único, había otros 4, la razón por la que no los enviaron al frente solo fue como un plan B por si el primero fallaba.
—¿Otra vez alardeando de tu inexistente grandeza Basilio?— preguntó un adulto moreno con un hacha de espinas y metal, trayendo una gran y robusta armadura, sosteniendo su casco en la mano libre
—No puedo hacer más que hacerlo mientras puedo— respondió aquel fanfarrón en una armadura negra de líneas rojas y una espadon medieval
—Es molesto cuando no conoce su lugar, déjalo disfrutar— había una chica y ella usaba un estoque o florete, vistiendo más de manera más liviana que esos dos
La última era una maga que solo miraba su alrededor sin decir nada, tenía una cicatriz que extendía un poco más sus labios y no lo ocultaba.
—Por cierto, ¿sabían que la princesa Vixlex participará?
—¿Que? ¿quiere imitar a la Reina de Undyne?
—Al parecer solo quiere demostrar que no quiere casarse o algo así, lo del compromiso tomó por sorpresa a todo el mundo y le doy razón de hacer esto… siempre me he querido preguntar que tan fuerte es ella
—Dicen que es aún más fuerte que Zartemist
—Yo escuché que tiene una habilidad heredada por algún antepasado héroe, algo que sus pocos antepasados habían olvidado que tenían o no podían hacer
—Se escucha mucho de eso, creo que igual es la razón de querer hacer esto
Todo el mundo asintió.
—Dicen, y anda sonando muy fuerte que no será la única sorpresa aquí — habló el veterano que se ha la quedado en silencio—, al parecer Abbylion mando a alguien de su academia para hacer más interesantes las cosas, solo a uno de los suyos
Todos miraron al veterano y este se levantó.
—Si algo he escuchado de la propia capitana, es que esos tipos son y están llenos de sorpresas— les sonrió al decir eso demasiado confiado en sus palabras —, nada como dejar la vara alta en el primer torneo, ¿verdad?
Se fue y ellos se quedaron algo callados, claro que habían escuchado los rumores, claro que habían pocos ejemplos con los alumnos de Yireila que estudiaban ahí, pero también era claro que no se dejarían vencer.
Lo único que fue vencido fue la seguridad en el castillo de Yireila.