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171) Noches en la enfermería

Era de noche y en la enfermería de Hogwarts se hallaban Severus Snape y Albus Dumbledore, contemplando a los dos niños acostados en las camillas, ambos inconscientes.

"¿Y Severus?" preguntó Dumbledore.

"Potter podrá despertar luego de un largo descanso, aunque nos haría un favor a todos si se queda así. Por lo menos en este estado no puede causarnos más problemas", se burló Snape.

"Hmm..." Dumbledore solo asintió, sabía que no tenía sentido cuestionar las palabras de Snape, no ganaría nada. "¿Y con Red?"

"Está completamente perdido. Podemos enterrarlo mañana", Snape cambió su tono al decir esto, también era burlón, pero su tono era diferente al hablar de Harry.

"Severus..." ahora sí no pudo evitar cuestionar la respuesta que recibió. Desde hace poco notó el cambio en el profesor de pociones pero no logró entenderlo del todo.

"¿Qué quiere que le diga, Madame Pomfrey ya intentó de todo y no sabe qué le pasa? Usted me sacó de mis deberes para que también lo revisara luego de que seguramente usted tampoco descubriera su situación", se quejó. "De todas formas, a cada rato está haciendo algo que lo pone en peligro a él o a los demás. Lo más adecuado en esta situación es ser compasivos y sacrificarlo".

"..."(Dumbledore)

Albus lo miró por un rato, la sorpresa en su mirada no podía ocultarse. Por un momento creyó que había reemplazado a Snape con otra persona. ¿Lo que escuchaba de él era una broma? Es lo que suponía, pues tenía cierto tono burlón, y no parecía que estuviera hablando en serio sobre sacrificarlo, no sonaba como deberia si asi fuera, lo cual sería mucho más fácil de aceptar que la situación actual.

Desde la muerte de Lily, Snape había sido frío y apenas mostraba más emociones de las necesarias, pero ahora, solo con escuchar el tono de sus palabras, podía decir que ese maestro de pociones frío y sin corazón parecía más... vivo.

"¿Ha sucedido algo entre el señor Weasley y tú? Estás actuando un poco... diferente", preguntó Dumbledore con su penetrante mirada a través de sus anteojos de media luna.

"Solo actúo como debo actuar ante un potencial criminal como él", respondió Snape, aunque tuvo cierta reacción ante las palabras de Dumbledore. Él mismo sentía que no estaba actuando como normalmente lo hacía, pero tampoco sentía que hubiera nada malo en eso. Dudando de sí mismo, comenzó a ejecutar su Oclumancia para tratar de descubrir si de verdad había algo malo con él.

"Entonces..." dejó de lado el asunto del comportamiento de Snape, volviendo al tema que era más importante ahora mismo. "¿No lograste descubrir nada? ¿No funcionaron...?"

"Lo he intentado todo, desde pociones para curar estados alterados hasta aquellas que podrían arrancar a alguien de las manos de la muerte, y nada funciona. Bueno, ahí me equivoco, todas mis pociones funcionaron, pero él es el que no mejora. No sé qué le pasa, pero no es normal, aunque ya sabemos que nada relacionado con él es normal", dijo mientras buscaba en sus bolsillos y luego lo extendía frente a él.

"¿Eso es?" Preguntó Dumbledore viendo el pequeño frasco en las manos de Snape y su extraño contenido.

"Una de sus muestras de sangre", dijo exponiendo el frasco.

Este frasco tenía sangre en la parte superior, pero cuanto más abajo en el frasco se veía se notaba que no era solo sangre, o por lo menos no una normal. Por debajo de la sangre se encontraba un líquido más denso parecido a una mezcla de sangre y aceite, más abajo de eso el líquido pareció tornarse a algo parecido a la miel tanto en color como en densidad, aunque más amarillento, y por último, flotando en la parte más profunda, un cumulo de pequeños elementos cristalizados de color borgoña brillante.

"¿Su sangre?" preguntó sorprendido, agarrando el frasco y examinándolo.

"Sí, no me sorprende que no se despierte si tiene esto en su interior. Su corazón ni siquiera debería ser capaz de bombear algo como esto por sus venas. Es normal que no podamos escuchar sus latidos en periodos cortos de tiempo"(Snape)

"Pero sus latidos han sido ligeramente más frecuentes", informó Dumbledore lo que le informó Madame Pomfrey.

"Es porque esas sustancias extrañas están disminuyendo su concentración... o quizás se están disolviendo en su sangre, no lo sé. He estado sacando muestras de su sangre cada tres horas y he descubierto que la presencia de esas sustancias es cada vez menor, aunque sea difícil notarlo"(Snape)

"¿Entonces podemos esperar que mejore con el tiempo?", preguntó Dumbledore.

"Es lo único que podemos hacer. No sé qué maldita magia es esta provocando esto, pero no es algo en lo que podamos intervenir sin riesgos de empeorarlo", suspiró con cierta resignación mientras se frotaba los ojos cansados.

"¿Estás preocupado por él, Severus?" preguntó Dumbledore, notando la dedicación de Snape.

Dumbledore se sentía confuso ante Snape. Aunque no lo expresase de forma clara, con su experiencia podía notar que Severus estaba preocupado por Red a un nivel similar a Harry, aunque quizás de una forma diferente. Solo con que mencionara que retiraba muestras cada tres horas y la clara falta de sueño en su rostro le dejaba claro lo mucho que había trabajado este tiempo para hallar una solución, en especial sabiendo que el mismo no le pidió mucho, era todo por su propia voluntad. Cada vez se sentía más en las sombras por lo que sucedía entre su maestro de pociones y uno de sus estudiantes más problemáticos, tenía que empezar a prestar atención e investigarlo.

"¡¿Preocupado?! ¡Ja! Lo único que me preocupa es que sigas llamándome a mitad de la noche para ver a un niño muerto. Ya tengo demasiado trabajo como para perder tiempo con él. Claro, también tenemos que tener en cuenta su interminable grupo de fanáticas, jmm... zorras", se quejó en susurros.

"¡Severus! Son niñas y nuestras alumnas" Reacciono fuertemente ante el inesperado Insulto a las alumnas de Hogwarts.

"Cierto, aquí la única zorra es él..."(Snape)

Dumbledore tenía los ojos abiertos como platos, ahora estaba completamente seguro de que algo pasaba y que no sabía. El comportamiento de Severus no era normal.

"Ese no es el problema ahora..." Dumbledore decidió no indagar en esto por el momento, era algo que haría, pero había otras cosas más importantes, como la ubicación de la piedra filosofal.

"Eso dice usted, no fue a usted a quien Pomfrey le pidió que haga una poción tranquilizante superpotente para calmar a una niña en un colapso nervioso".

-Flashback de esta mañana-

Hermione estaba sentada en la silla al lado de la cama, sosteniendo la mano de Red y con aspecto decadente, balanceándose como una lunática mientras susurraba.

"

"...y y cuando te recuperes volveremos a clases...

...Nos graduaremos de Hogwarts con honores y la profesora McGonagall me felicitará...

...nos casaremos y nos mudaremos a una linda casa en el campo...

... yo seré profesora o trabajaré en el ministerio, tú solo te quedarás en casa y estarás seguro, no tienes que preocuparte por trabajar...

... tendremos tres hijos, un niño y dos niñas y los cuidarás, todos estarán seguros en casa, yo me encargaré de todo...

... todos van a estar bien..."

Pronunciaba en forma insana al punto de que la enfermera al notarla inmediatamente fue a intervenirla pero se puso agresiva cuando intentaron hacerla soltar la mano de Red.

Nadie sabía que llegaría a tener una crisis nerviosa de tal nivel aun cuando Red ni siquiera estaba muerto del todo, pero eso era por cosas que la gente no sabía. Ni Red mismo hasta dentro de años descubriría que su magia de sangre se aferra a las personas en las que las usa y que el uso de su control emocional tendría alguans consecuencias en personas que se usa con frecuencia.

-Fin Flashback-

"En vez de un calmante decidí ponerla a dormir, estuvo en una de estas camas hasta el mediodía. Por suerte se recuperó bastante bien y su estado emocional volvió casi a la normalidad, pero desgraciadamente les explicó la situación a sus amigas y la enfermería estuvo llena de niñas llorando pensando que Weasley se estaba muriendo. Incluso tuve que descontar puntos a mi propia casa porque Farley no dejaba de llorar sobre el pecho del niño y se resistía a dejar la enfermería"(Snape)

Dumbledore esta vez no dijo nada, solo miró las mesas con regalos a los lados de Harry y Red. Ambos tenían sus cosas, pero las de Red eran casi puramente regalos hechos por las chicas. Desde comida hecha a mano, para cuando se levante, hasta otros efectos personales. Incluso apreció que Hannah Abbott había asaltado el invernadero para traerle un grupo de flores gigantes (aumentadas con magia y pociones de crecimiento).

Severus y Dumbledore terminaron la conversación poco después.

...

Dumbledore siguió investigando sus cosas. Además de la salud de Harry, lo que le preocupaba era el paradero de la piedra filosofal y, en segundo lugar, el espejo de Oesed. Estaba seguro de que era cosa de Red, pero hasta que se despierte no podía hacerle preguntas.

También... había que descubrir la situación con Severus, pues las rarezas no dejaban de notarse. Una vez lejos de Red, volvió a ser como era antes, casi sin ninguna diferencia, pero cuando estaba cerca de él tenía un comportamiento que se le podía considerar hasta infantil. Y lo que sucedió la tarde del segundo día...

-Flashback-

Severus se encontraba al lado de la cama de Red, acababa de sacar otra muestra de sangre y poniéndola a contraluz observó que los componentes extraños ya se habían reducido bastante y solo quedaba algo de ellos en el fondo del frasco.

En ese momento, Severus pareció escuchar algo y mirando hacia abajo notó cómo la mano de Red temblaba y sus labios trataban de moverse. Se sorprendió, especialmente cuando le pareció escuchar el intento de decir su nombre desde los labios del niño moribundo.

"S-s... se-v..."

"¡Red!" le respondió sosteniéndolo y tratando de buscar algún malestar en el cuerpo del niño con mucha seriedad. Siguió escuchándolo tratar de hablar, pero era cada vez más débil, por lo que acercó su oído a su boca tratando de escuchar lo que tenía que decir, pensando que podría darle alguna información que le sirviera para ayudarlo.

"S-sev..." pronunció débilmente con la voz seca.

"Aquí estoy".(Sev)

"¿Sev...?"(Red)

"Sí"(Sev)

"F... A tu mamá..." Sonrió.

*¡¡¡SLAP!!!* Abofeteó el rostro del niño, ahora una vez más inconsciente, con el dorso de la mano mientras su ojo tenía un tic, ignorando a todos en la enfermería que lo vieron, al menos hasta que llegó la señora Pomfrey con una expresión aterradora.

-Fin del flashback-

Albus negó con la cabeza. Aún no sabía qué estaba pasando y si eso perturbaría sus planes y la vida en Hogwarts más de lo que ya está con el futuro regreso del Señor Oscuro.

Volvió a la enfermería ya muy tarde en la noche, ocultándose de la enfermera para evitar problemas y para ver a Red. No estaría tranquilo hasta saber la ubicación de la piedra y asegurarse de que Tom no la tenía consigo.

Por suerte para Dumbledore, se encontró con Red, que había despertado una vez más y tuvo la oportunidad de hablar otra vez.

"¡Bienvenido al mundo de los vivos una vez más, señor Weasley!"

"Ghhh... me duele la cara", pronunció con dificultad y una voz débil y ronca.

Dumbledore le facilitó un poco de agua para que se recuperase y empezó a hablar con el niño con paciencia, pues este difícilmente podía hablar con normalidad sin poner mucho esfuerzo.

"¿Estoy muerto?"(Red)

"No, afortunadamente".(Dumbledore)

"Mierda".(Red)

"No parece feliz de estar vivo", entrecerró los ojos con curiosidad.

"Pensé que este dolor en todo mi cuerpo era porque estaba en el infierno, pero estoy vivo... si voy a sufrir constantemente esto estando vivo, por favor, sáquenme de mi miseria", trató de reírse, pero eso le trajo más dolor y se detuvo.

Dumbledore ignoró las palabras del niño, pero siguió instigándolo para que explicara su situación. Él no sabía nada de la condición de Red, pero el mismo debería conocer su propio cuerpo lo suficiente como para dar respuestas.

Red nunca reveló nada sobre su situación, aparentando también desconocerla, pero aseguró que estaría bien. Incluso sugirió que tal vez fuera alguna maldición provocada por Quirrell, pero Dumbledore no le creyó del todo. Desafortunadamente para el viejo, incluso en el estado del niño, Dumbledore tampoco pudo acceder a su mente con legilimancia.

Siguieron hablando un tiempo más hasta que finalmente preguntó por lo importante.

"¿La piedra...?"(Dumbledore)

"Ya no existe en este mundo"(Red)

"¿Entonces la tomaste?"(Dumbledore)

"No creí que Harry pudiera mantenerla alejada de Voldemort, ni siquiera confié en mí para cuidarla. Así que decidí deshacerme de ella. No se preocupen, ya no hay una piedra filosofal en este mundo... bueno, eso es si era realmente la única..."(Red)

"¿Entonces la destruiste? ¿No fue una desicion apresurada? ¿Ni siquiera era tuya en primer lugar? Ni mía, pertenecía a mi amigo Nicholas Flamel..." Comentó sin expresar ningún tipo de emoción al respecto, esperando la respuesta y poder sacar información de ella.

"Debería haberlo pensado mejor antes de dejarla tan accesible que incluso un grupo de niños la consiguiéramos. La piedra ya no existe y no puedo traerla de vuelta aunque quisiera. Como mucho, un montón de polvo..."(Red)

Dumbledore siguió insistiendo pero no obtuvo nada. Red continuó negando todo, actuando enfermo y desviando el tema. Ni siquiera ante las amenazas escondidas consiguió nada, ni siquiera sobre el espejo por el cual Red actuó con falso desconcierto sobre su paradero, aunque nunca dijo específicamente que él no lo tenía, lo que hacía dudar a Dumbledore pero sin poder hacer nada.

Ya era muy tarde en la noche cuando el director dejó de hostigar a Red y decidió irse por el momento al no conseguir nada. Las cosas estaban complicadas, pero Red incluso prometió probarse ante cualquier acuerdo mágico, incluso un juramento inquebrantable de que la piedra ya no existe, por lo que el viejo tuvo que dejarlo ir por el momento, pero tendría su intensa mirada puesta en él durante mucho tiempo.

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Perdón por la ausencia, estuve rindiendo mis exámenes

Próximo capítulo