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Capítulo 91: Relaciones complicadas

En lo de Tonks, Andrómeda estaba recibiendo un masaje de su yerno. La otra vez le había servido bien para dormir y luego de que se lo ofrecieran una vez mas ha empezado a recibirlos ocasionalmente.

"¿Eres británico?" Preguntó mientras estaba acostada, intrigada por la verdadera identidad de Tenebrius.

"Sí", respondí.

"¿No serás un criminal buscado? Quiero saber para empezar a preparar las maletas" Se rio, pero también estaba algo ansiosa por si era así.

"No, ningún crimen comprobado"

Andrómeda siguió disfrutando el masaje, casi durmiéndose, pero en un momento se despertó y mencionó.

"He notado que te has estado escribiendo con alguien, mandándole flores y bocadillos"

"Oh... ¿Preocupada?" Me reí un poco mientras me ponía sobre ella para darle un masaje en la espalda.

"¿Debería?" Preguntó tentativamente.

"Tonks lo sabe y a quien esta dirigida, y a ella no le importa. No creo que debiera importarte más que a ella"

"Humm... pero aun así ¿podrías saciar la curiosidad de esta vieja?" No desistió, hablaba de forma que no parecía agresiva, pero a la vez también que no iba a desistir hasta enterarse.

"Amelia Bones" Confesé

"Ohh... mándale saludos de mi parte la próxima vez" Su tono cambió a uno de tranquilidad y se posicionó una vez más para disfrutar del masaje.

"¿Por qué te relajaste tanto?"

"No dijiste que no debería preocuparme más de lo que lo hace mi hija"

"Si, pero sé que no lo harías aun si te lo dijera. ¿Qué hizo que cambiara tu actitud?"

"Que no temo que vayas a engañar a Tonks con Amelia. Si te estuvieras escribiendo con alguna otra joven, tal vez lo haría"

"¿Por qué no crees que tengo oportunidad con mi jefa? Ayudaría a nuestras finanzas" Bromeé.

"La conozco, es una persona muy recta, y te supera mucho en edad. Tienes las mismas posibilidades con ella que conmigo"

"Entonces tengo una buena oportunidad, no me vas a decir que nuestra cita de la otra vez no fue nada... ¿O acaso solo jugabas con mis sentimientos?" Usé un tono dramático.

"Soy una mujer malvada que abusa del frágil corazón de su yerno, pero ¿Qué vas a hacer al respecto?" Giró su cabeza y me miró provocativamente.

"No lo sé, señora 'una vez me masturbé pensando en uno de los compañeros de mi hija'"

"¡Te conté eso en confidencia!" Me reprochó "Mi marido salió por negocios y ese chico era atractivo... necesita algo de material y solo lo use para iniciar..." Se avergonzó.

"Esta bien... te perdono"

"¿Por qué deberías perdonarme tú?" Me preguntó molesta al escuchar la forma en que lo dije.

"Por no haber pensado en mí"

"Ja, como si quisiera pensar en tu salchichita" Se burló, pero rápidamente se sintió mal, lo dijo sin pensar. Desde esa cita nos habíamos vuelto más cercanos, como buenos amigos.

"Oye, este no es mi verdadero cuerpo, mi salchicha real es mucho más grande"

"¿Cuánto?" Me provocó al ver que no me puse mal por lo que dijo.

"Lo suficiente para que Tonks camine raro al dia siguiente, ya lo has visto" Inflé el pecho con orgullo.

"¡¿Tan grande?!" Me miró sorprendida.

"Bueno... no... eso fue más por la cantidad de sexo que tuvimos más que el tamaño... pero aun así es respetable"

Luego de que dijera eso, nos reímos. Seguimos bromeando un rato más, incluso luego de terminar el masaje. Esto a Tonks no le gustaba mucho, ya que al mejorar mi relación con su madre, juntos podíamos molestarla aun más.

...

En la sala común de Slytherin, estaba Pansy llorando frente a Malfoy. Ella, atormentada por las emociones que había estado sintiendo luego del dia que tomó la poción, decidió confesársele a Malfoy antes de que otra cosa pasara porque sentía en su interior que toda esperanza con él estaba desapareciendo.

"Pero yo te amo..." Sollozó Pansy, a la cual todos en la sala común estaban viendo.

"Ya cállate, solo me avergüenzas frete a todos" Dijo Malfoy irritado "Y alguien que de verdad me querría nunca se juntaría con Weasley. Todos sabemos que te la pasaste de risitas con él el otro dia, no vengas con tus estupideces a molestarme"

"¡Pero... pero... pero yo lo hice para protegerte!" Gritó "Weasley iba a hacerte algo horrible e hice un trato con él para evitarlo" Pansy cayó de rodillas, cubriéndose la cara con sus manos.

"¡Yo no necesito que tú ni nadie me proteja!" Le gritó Malfoy luego de sentir todas las miradas sobre él "No vuelvas a hablarme, ni siquiera sé con qué valor te atreves a decir que te gusto. No quiero volver a verte ni escuchar tus estupideces ¡Ramera!" Salió de la sala común hacia el gran comedor, por suerte, porque Tracey que llegó recientemente estaba a punto de bajarle los dientes.

Tracey trató de ayudar a Pansy a levantarse, pero fue difícil, la niña estaba rota mentalmente, escuchando aun las palabras de Malfoy en su cabeza. Pansy ni siquiera estaba consiente de lo que pasaba a su alrededor, solo escuchaba un zumbido en su oreja, al punto que no notó cuando aparecí para ayudar a Tracey a llevarla a su cuarto.

Pansy ahora estaba llorando en su cama, sin contener sus gritos. En este momento estaban las demás compañeras de Pansy en el dormitorio, además de mí, lo cual las sorprendió, ya que no deberían poder entrar los chicos a los cuartos de las niñas.

Usando mis poderes pude calmar a Pansy, pero aun así no quiso levantarse de la cama y sus lágrimas no dejaron de correr... en su interior no paraba de sentir el dolor de que después de todo lo que hizo, la única cosa que recibió fue que la llamaran ramera.

"Debería ir a aplastarle sus pequeñas cositas al desgraciando de Malfoy" Tracey enfureció "No sabe como respetar a Pansy ni a ninguna otra chica, no las va a necesitar" Planeaba capar a Malfoy.

"Aunque tu idea me parece genial, no podemos hacer eso" Le dijo Daphne.

"¿Como que no? Red, ayúdame a conseguir un martillo, de los grandes" Ella me parecio ordenarme.

"Considero que es una buena idea, pero estoy del lado de Daphne. Además, no sé si es bueno que me siga metiendo, esto es culpa mi"

"No es culpa tuya" Me dijo Millicent.

"Si lo es. Pansy tenía razón, yo la hice pasar el dia anterior con nosotros con el trato de que si no lo hacía le iba a dar a Malfoy la poción de amor"

"¿La poción falsa que dijo que le diste?" Preguntó Tracey.

"Sí... falsa" Afirmé, no era lo que pensaba, pero funcionará.

"Eso no es tu culpa, lo que hiciste es que Pansy pasara un buen dia con sus amigas, nada más. Malfoy no puede entender que no es el ombligo del mundo, si por lo menos fuera un poco menos idiota no llegaríamos a esto" Justificó Millicent "Si hay que culpar a alguien es a él"

"Dejemos de hablar de Malfoy porque Pansy llora de nuevo cada vez que lo hacemos" Nos susurró Daphne.

Bajamos la voz y discutimos un poco más, seguimos tratando de consolar a Pansy, pero cada vez que me acercaba y trataba de tocarla para usar mis poderes, ella gemía y se alejaba. Nos costó calmarla lo suficiente para que empezara a hablar.

Las chicas hicieron que expresara sus sentimientos con palabras, como se sentía a la vez que la consolaban.

"Debemos ir a cenar" Dijo Tracey.

"N-No... no q-quiero i-ir... n-o quiero v-verlo" Pansy, sentada en su cama, se aferraba al brazo de Millicent, que estaba sentada a su lado.

"Esta bien, esta bien, no iremos" Millicent trató de calmarla.

"Si, no necesitamos ir allí, podemos comer aquí, como en una fiesta" Dijo Tracey tratando de animar el ambiente.

"Solo tenemos que traer algo de comida" Sugirió Daphne.

"Yo me encargo" Dije sacando varias cosas de mi inventario, lo suficiente para hacer realmente una fiesta, pero Pansy también se estremeció al verme.

"Y-y-yo tampoco quiero verte" Empezó a llorar otra vez, pero esta vez era por mí. Su llanto era casi tan malo como el producido por Malfoy.

Suspiré y me fui, sabía que no podría calmarse conmigo presente, no naturalmente. Salí de la habitación y me puse a hacer mis cosas, esperando que Pansy se recuperara.

...

"¿Cómo puedes seguir haciendo esto?" Amelia me estaba regañando "No sé cómo sigues entrando al ministerio a escondidas, pero es muy peligroso si te descubren"

"Esta bien, dejaré de venir" le respondí.

"Y deja de mandar tus regalos, no tienes idea de como me miran ahora en el ministerio. ¿Cómo creíste que era una buena idea?"

"Eso no lo pienso dejar de hacer"

"Estás perdiendo el poco respeto que aún te tengo" Me miró seriamente.

"¿Cómo te demostraré mi amor?"

"¡No tenemos ningún amor!" Gritó.

"¿Cómo lo sabes? Ya te lo dije la otra vez..."

"Y yo te dije '¡No es posible!'" Me interrumpió "¿Por qué no puedes entenderlo?" Parecía muy irritada.

"Amelia, lo has dicho varias veces en unos 10 minutos... tú lo niegas, no me das ni siquiera una oportunidad. La otra vez aclaramos que no había nada que nos lo impidiera, ¿por qué no me dejas al menos intentarlo?"

"¡¿Por qué tienes que ser tan obstinado?!" Se frotaba el puente de la nariz "Te lo dije, deja de jugar conmigo. No tengo la edad para soportar cosas como esta... búscate una novia, vive tu vida y deja de molestarme con estupideces"

"Amelia... ¿Tan difícil es creer que si quiero algo contigo? De verdad" Me quedé con mis ojos clavados a los suyos y con una expresión seria.

"Si, lo es. En mi mente todo lo que haces no es más que un juego estúpido del que te cansaras, pero hasta que eso pase yo tengo que aguantarlo"

"Entonces creo que tengo que aumentar mis esfuerzos"

"Ya lo considero acoso... y no quiero tener que llamar a los aurores para atrapar a mi mejor asistente" Su voz fue muy severa.

"... Amelia..."

"¡Ya basta!" Vociferó "Deja de tratar de convencerme, esta es mi última advertencia, o dejas esto o la próxima vez te encerraré por acoso a un personal del ministerio" Evitó que respondiera, ella estaba cansada de tantas miradas y murmullos en el ministerio, al principio no le importó pero luego...

Yo extendí ambas manos juntas, lo que se ganó una mirada confundida de su parte.

"¿Qué haces?"

"Me entrego" Respondí indiferente.

"¿Qué?"

"Tú lo dijiste, detenerme o prisión... yo no planeo detenerme. Ahorrémonos tiempo..."

"¿No puedes estar hablando en serio?" Reaccionó incrédula. Ella en realidad no pensaba hacerlo realmente a menos que pasara ciertos límites, o tal vez lo haría, pero solo por unos días para darme una lección.

"Quiero que creas que lo que quiero es real... puede que no sea de confianza, pero quisiera intentarlo"(Red)

"Entonces estás muy mal de la cabeza" Negó.

"Creo que eso se demostró cuando maté a 18 personas en un ataque de ira" (Red)

"Eso es otra cosa que me gustaría que me aclares"

"Amelia, deja de cambiar de tema. Deja de tratar de evitarlo, quiero intentarlo, quiero que me des una oportunidad"(Red)

"Eso no va a pasar"

"Entonces solo te queda encerrarme... no planeo rendirme"(Red)

"Sabes que si hago eso dejarás a las mujeres Tonks solas ¿No piensas en ellas? Madura y deja ya de jugar juegos estúpidos"

"Estarán bien... puedes encerrarme o seguir recibiendo la merienda y el desayuno de mi parte, cosas que sé no has rechazado..."

"Esta bien... te encerraré" Dijo sacando su varita y lanzando un hechizo en mis manos, atándolas.

Se estaba cansando y quiso darme una lección para que aprendiera a comportarme. Me sorprendí un poco pero no lo demostré, ella se veía seria al respecto y no parecía estar bromeando. Ella me llevó al ministerio y yo no me resistí, llegamos ante unos aurores y ella les dio órdenes de que me encerraran en Azkaban.

Los aurores se sorprendieron, creyeron que me iban a encarcelar por mis anteriores crímenes, pero Amelia dejó muy claro que esto no tenía nada que ver, que solo era por un poco de alboroto y que debía ser estrictamente tratado como un criminal menor.

"Mándame el papeleo a la cárcel para que pueda ayudarte, se te pondrá complicado si haces el trabajo tu sola" Le susurré antes de que me llevaran.

Fui a Azkaban por segunda vez, aunque en una mejor celda. Este lugar hasta podría llegar a ser bonito, si no fuera por las quejas de los prisioneros, esta parte de la prisión tiene menos dementores por lo que los cautivos tienen más fuerza.

No me preocupaba venir a Azkaban, sería solo un clon más y me interesa ver hasta donde llegará Amelia. Además, tengo algunas ideas que quiero poner en práctica y necesito algunos dementores.

Próximo capítulo