Hailey le rogó a Jordan, pero él estaba decidido a no darle ninguna oportunidad.
Jordan la sacudió y se fue con frialdad.
En realidad, desde un punto de vista personal y familiar, Jordan debería haber aceptado este matrimonio.
«Si fuera mi hermano, seguro que estaría de acuerdo, ¿no?»
Esto se debía a que Jordan había soñado con su boda en la playa con Hailey. Si podía realizar este sueño, demostraría que era una Deidad.
En otras palabras, si Jordan era realmente una Deidad, el sueño acabaría haciéndose realidad. No importa cómo intentara escapar de él, al final seguiría ocurriendo.
En realidad, a Jordan ya no le importaba mucho el engaño de Hailey. Le preocupaba más si sus sueños estaban destinados a hacerse realidad.
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