¡24 horas de sueño!

¡Un día completo y una noche!

¡Fueron 24 horas!

El presidente Rong estaba seguro de que con la fragancia hechizante de esta habitación, por muy decididos que estuvieran Jordan y Lota, no serían capaces de aguantar doce horas. Si el tiempo se extendiera a 24 horas, ¡los dos tendrían definitivamente sexo!

—Jordan...

Lota estaba muy contenta. ¿Finalmente le gustaba a Jordan?

Sin embargo, Park Chan-young empezó a arrepentirse. Se maldijo en su corazón: «¡Park Chan-young, idiota! ¡¿Por qué dudaste de Jordan?! ¡Terminaste empujando a la mujer que te gusta a la cama de Jordan!»

Como todos estaban de acuerdo, Jordan tomó la mano de Lota y entró en la sala especial.

La puerta estaba cerrada por fuera. Jordan y Lota no podían salir antes de que se cumplieran las 24 horas, aunque quisieran.

—¡Jordan!

Cuando Lota entró en la habitación, se lanzó inmediatamente a los brazos de Jordan.