Jordan, ¡tú ganas!

En realidad, Jordan nunca perseguiría a Park Anya. Si bien la señora fue un gran pesar en su vida, ya tenía a Lauren y a Victoria. La señora también estaba casada. Él solo esperaba que un día, ella ya no lo mirara con desprecio. Nunca pensó en arrebatársela a Cheon Ji-hoon. 

Solo estaba buscando una excusa para que Jamie se quedara.

Su hermano siempre había afirmado ser un experto en romances. Su familia tenía mucho dinero y él era guapo. Como resultado, había disfrutado de innumerables bellezas en todo el mundo. No cabía duda de que era un experto absoluto en materia de romances. Por lo tanto, fingió hacerle una consulta.

Jamie bromeó: —Mocoso, eres mi hermano menor, pero ahora, ¿quieres ser mi suegro?

¿No se había acostado Jamie con la hija de Park Anya? Ahora, Jordan quería cortejar a su madre. Las cosas podrían ser un poco complicadas.