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Continuación del entrenamiento 1.135

Pasaron los meses de entrenamiento y el clima permanecía igual de frio, no importa si llegaron a pleno verano. Eran las montañas, era claro que tenía que hacer frio, pero no que tenía que nevar tanto ni que el cielo tuviera que pasar gris. No obstante, lo que más le preocupaba a Viggo era poder aguantar una hora de duro combate contra su maestro, sin dar pena. Durante los dos primeros meses siempre termino cansado, pero ahora estaba llevando el ritmo y distribuyendo su energía con mayor eficiencia. Sin embargo, eso no quería decir que él pudiera hacer frente a Kratos cuando se ponía serio.

-¿Qué te preocupa?- grito Viggo mientras lanzaba un poderoso puñetazo.

Kratos desvío el golpe con su antebrazo y lanzó un puñetazo. Viggo se hizo a un lado, Kratos lanzó una patada frontal y Viggo se cubrió con los antebrazos. El impacto lo envió a tres metros de distancia, con los brazos adoloridos. Viggo sacudió los brazos y volvió a tomar su postura de combate.

Al mismo tiempo, Kratos lo miró a los ojos y respondió -no es tan simple como tú lo ves. Te estas metiendo en un lio que no podrás resolver por tu propia cuenta-

Viggo bajo la guardia y enderezo su espalda -¿Lo dices por el dios rey? Solo son planes, posibilidades. Ya te lo dije, si llega a pasar, tendré una idea de lo que tengo que hacer, no hay nada definitivo-

-Conozco a la gente idiota como tú, crees que eres más listo, pero no lo eres. Solo eres un muchacho que tiene aspiraciones a cosas que no entiende-

-No estoy aspirando a nada, solo pienso en las posibilidades y oportunidades. Si la hay, la tomaré, si no me mantendré al margen-

-Viggo, si vas a dar este paso, deberás irte de esta montaña- respondió Kratos con voz seria y fría

Viggo agachó la mirada y dijo -no entiendo que te da tanto miedo. Todavía no he hecho nada, ni siquiera te he pedido que me ayudes, solo te he comentado mis planes. Eso es todo-

-Desafiar a un dios no es tan fácil, Viggo. No sabes de lo que hablas-

Viggo levantó su rostro y le respondió -entiendo que tienes miedo. Me parece bien, tú no eres yo. Haré las cosas por mi propia cuenta-

-¡Vas a morir!- rugió Kratos

-No moriré, sobreviviré y venceré, seré más fuerte de todos-

-¿Para ser el rey de los dioses?-

-¿Quién quiere ser el rey de los dioses en esta tierra sin orden?- pregunto Viggo con una gran sonrisa -solo quiero tener una gran meta, apuntar a lo más alto y vencer ¿No me dijiste que buscará un gran objetivo? ¿Qué vencer a Ottar era una meta demasiado pequeña? Quiero ser fuerte, quiero vencerte y quiero vencer a los otros dioses-

-Muchacho estúpido ¿Quieres ser un héroe? ¿Quieres ser el héroe de Midgar? Bueno, para que lo sepas, los héroes mueren y se convierten en escalones para que los tiranos se vanaglorien-

-¿Cómo sabes que moriré?-

-¿Ni siquiera puedes vencerme y te quieres enfrentar al dios rey?-

-Tú eres mi maestro, sería difícil para mí luchar en serio contigo. No me pidas lo imposible-

-Bien- dijo Kratos con una mirada severa, levantó su mano y el hacha Leviatán vino volando a su mano -si quieres seguir con esto, tendrás que vencerme en un combate a muerte-

-¿Por qué de repente?- grito Viggo -esto no tiene sentido-

-Cómo tus estúpidas aspiraciones- respondió Kratos

Viggo negó con la cabeza y levantó su mano al aire, concentró su mana y jalo con su mente del arma. El hacha voló por el aire hasta caer en la mano de Viggo. Este último miró a su maestro y tomo el hacha con ambas manos.

-Yo no quiero esto- dijo Viggo en un tono molesto

-Vas a luchar a donde sea que vayas, con cualquiera que desee proteger al dios rey. Estarás obligado a luchar, incluso si no quieres- respondió Kratos

Viggo miró a Kratos y sintió con su piel la brisa fría de las montañas. Paso una ráfaga de viento ondeando su cabello mientras caían los copos de nieve. Viggo emitió el aura roja de touki mientras su maestro se envolvía en una especie de fuego espiritual. Ambos mantenían el contacto visual esperando el momento para desencadenar su primer ataque.

-¿Estás seguro?- pregunto Viggo en voz baja

Kratos soltó un tenue gruñido y se lanzó a correr con todas sus fuerzas. Viggo corrió a su encuentro mientras levantaba el hacha. Kratos se acercó a dos metros, Viggo descargo su hacha y Kratos retrocedió. El corte paso rosando el pecho, pero fallo, Kratos aprovecho de avanzar y lanzar un hachazo a la mandíbula y otro a la cabeza. Viggo recibió ambos impactos, no parecía herido, pero por dentro había quedado mareado. Kratos iba a lanzar el hacha para que girar a su alrededor como una cierra, pero Viggo alcanzo a saltar y evito una serie de cortes brutales.

El hacha de Kratos termino de girar a su alrededor y volvió a su mano mientras miraba a Viggo con desdén. Por otro lado, Viggo agito su cabeza para quitarse el mareo y corrió para empezar otra vez el ataque.

Kratos tenía la superioridad, tenía el movimiento fluido de la experiencia y la conquista del campo de batalla. Viggo solo tenía el aguante, la fuerza y la velocidad, pero sin el conocimiento era un gran desperdicio. No obstante, después de 30 minutos de largo castigo, Kratos empezó a notar como Viggo anticipaba sus ataques de forma fluida, como si pudiera saber lo que él iba a hacer. Esto era lo mismo que cuando Viggo llego por primera vez, era su instinto que dormía como una monstruo en lo profundo de su ser. Parece que el monstruo poco a poco estaba despertando y agudizando sus sentidos. Kratos tuvo que empezar a poner más precisión y velocidad, pero a medida que se prolongaba la lucha Viggo se volvía intocables. Aunque Viggo fallaba la mayor parte de sus ataques, dejo de recibir daño y esto a su vez máximo su rendimiento. Kratos se estaba cansando de esquivar los golpes, pero en un descuido, Viggo alzo su hacha, Kratos levantó la suya y Viggo la descargo. El golpe produjo un rebote y el hacha de Viggo salió volando por los aires. Kratos aprovecho de lanzar un hachazo a la cabeza, pero Viggo sintió el peligro y se agacho, dando al mismo tiempo, un salto hacia adelante y pateando a Kratos en la rodilla. El hueso sonó como si se hubiera quebrado y Viggo cayó a la nieve. Sin embargo, Viggo se levantó lo más rápido que pudo, Kratos lo recibió con otro hachazo mientras aguantaba el dolor de su rodilla. Viggo se agacho y lo tacleo. Entonces le empezó a dar de puñetazos mientras Kratos se defendía con los antebrazos. Viggo continúo atacando sin cesar, pero Kratos logro mover sus piernas y hacer fuerza con su cuerpo para invertir la posición. Viggo quedó en mala posición y Kratos lo ataco sin piedad, hasta convertir el rostro de Viggo en una gran mancha de sangre. Los golpes no producían ningún daño en el exterior, pero el daño interno explotó haciendo a Viggo escupir sangre.

Kratos jadeaba del cansancio cuando se detuvo notando que se había excedido un poco. Entonces se dejó caer al lado de Viggo. La nieve tenía un sentimiento reconfortante, pensó. Después miró a Viggo con el rostro cubierto de sangre, acercó sus dedos a la nariz y sintió su respiración. Estaba vivo, pensó. Kratos soltó un suspiro mientras miraba al cielo gris y los copos de nieve caer. Viggo era un extraño, pero él se sentía obligado a proteger a este pequeño semi dios. Una nueva vida no tiene por qué crecer como la suya. El camino del guerrero debería llevarse con sabiduría, pero al final, todo era una hipocresía ¿Quién era él para decirle que no luchará? La sabiduría vino después de la perdida y muchos años después de que la realmente la necesito.

-Muchacho- dijo Kratos entre jadeos

-¿Qué?- respondió Viggo en un tenue murmullo

-Ve a luchar contra aquel dios, pero te prohíbo volver a ver a Faye y Atreus. Si luchas con un dios, él buscará tu punto débil. Tienes suerte de que tus esposas estén en un lugar a donde él no las puede alcanzar. Sin embargo, no permitiré que pongas en peligro a mi familia-

-Yo tampoco- respondió Viggo

Kratos asintió, pero Viggo no dijo ninguna palabra más. Kratos lo miró de lado, notando como poco a poco la sangre se iba limpiando a medida que el rostro se sanaba.

Viggo había olvidado algo importante, él, no contaba con su divinidad. Así que una vez que él vuelva a tener su poder divino, estará en las mismas condiciones que Kratos.

<<Mi padre es el dios al que temen los dioses- había dicho Viggo>>

Kratos, entendiendo de primera mano lo aterradora que era el aura roja llamada touki, entendió que el muchacho decía la verdad. Para dominar tal técnica, realmente debería ser el dios al que temen los dioses. Por otro lado, incluso un viejo y terrible monstruo como Xiao le guardaba respeto.

Kratos soltó un suspiro y pensó que por un lado sería un problema si el niño traía problemas a su casa. Pero, por otro lado, sería de mucha ayuda si él o su familia se metían en problemas. Cuatro manos pueden hacer mucho más que dos.

Kratos se levantó a duras penas del suelo, cubierto de cortes y moretones por todo el cuerpo. Él concentró su poder divino y comenzó a sanar rápidamente su cuerpo. Dejo a Viggo en el suelo y camino hasta la arboleda donde solo quedaban las cenizas de la hoguera. Habría que encender fuego, preparar carne y agua. Hoy sería el último día donde comerían juntos y había que hacerlo como se debe.

Por otro lado, Viggo se despertó media hora después sintiendo todo su cuerpo adolorido. Él se sentó sobre la nieve y movió su cabeza de lado a lado, pero el solo hacer ese movimiento le provocó un gran dolor en el cuello. Viggo se llevó las manos al cuello y soltó un pequeño alarido.

-Maldición ¿Este anciano no sabe la palabra contenerse?- protesto por lo bajo. Viggo levantó la mano al cielo y canalizo su mana para llamar su hacha. Al instante siguiente, se escuchó el sonido del hacha cortando el aire. Viggo ni siquiera se molestó en mirar su trayectoria y una vez que sintió el mango sobre su palma, cerró sus dedos. Después tomo el hacha y se apoyó en ella a modo de bastón para poder levantarse. Una vez que estuvo de pie, miró los alrededores y vio la arboleda donde se veía la luz de la fogata. Estaba a unos cien metros del lugar y tendría que pasar por al lado de los troncos y bases de árboles.

Una vez que Viggo llego a la arboleda, se sentó en el suelo, del otro lado de la hoguera. Ni siquiera se preocupó de mirar a Kratos, se recostó en el suelo y cerró los ojos para descansar.

-Eres demasiado débil- dijo Kratos

-Seré más fuerte que tú- respondió Viggo -y te devolveré cada paliza-

Kratos bufo por la nariz e hizo una pequeña sonrisa -lo que digas, muchacho- dijo

Viggo abrió los ojos y lo miró a la cara -lo digo en serio. Maldición, no conoces la palabra contenerse. Ahora me duele todo el cuerpo e incluso partes que ni siquiera sabía que tenía-

-Déjate de llorar y siéntate-

Viggo se obligó a sentarse y miró a Kratos mientras la hoguera los separaba.

-Yo, solía ser un dios de la guerra…-

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