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La Fortaleza de los Elegidos parte 1 (I)

Frente a mis ojos hay varios edificios altos los cuales marcan el comienzo de la urbanización, dejando muy atrás el ambiente rural del cual me había acostumbrado estos últimos días.

[Finalmente...] solté un leve suspiro luego de la larga travesía que he recorrido para llegar a este sitio.

La ciudad capital desde donde supuestamente se emitió el extraño mensaje encodado que convocaba a los llamados "elegidos de la luz" a reunirse.

¿Con qué propósito? No lo sé. Si alguien pudiera darme respuestas del por qué está el mundo en su estado actual definitivamente vale el riesgo.

En la lejanía sólo podía observar rascacielos y el color gris del concreto por todas partes que terminaban haciendo una gran diferencia de contraste con el verde del campo. ¿Qué tan alto llegarán? Me preguntaba innecesariamente al quedar cautivado por tal escenario.

Pero lo que más me llamó la atención no fue eso, sino un pequeño detalle al respecto.

Todas las ciudades por las que he pasado hasta llegar aquí han tenido un grado de destrucción considerable. Algunas conservando la mitad de su estructura y otras no con tanta suerte han sido erradicadas completamente del mapa.

Sin embargo, este lugar es distinto. Sólo los edificios que están lo más afuera de la ciudad presentan algún tipo de daño mínimo, probablemente de algún tipo de criatura que haya querido ingresar. Extrañamente el deterioro se detiene ahí.

Más adentro todo se ve claramente intacto, abandonado, aun así intacto. En comparación a lo que he visto antes ciertamente existe algo sospechoso.

Las bestias parecen atraídas de alguna manera a los asentamientos humanos, quizás por una necesidad alimenticia. En los lugares alejados en el campo no me he topado con nadie, excepto el lagarto salvaje de hace unos días.

No obstante aquí no hay señales de que eso suceda.

¿Existirá un factor que hace a las criaturas perder la atención en este lugar? ¿O tal vez alguien los mantendrá alejados?

Empecé a avanzar lentamente con la incertidumbre cuando repentinamente percibí un fuerte estruendo cerca de mis pies e hizo detenerme.

¿¡Qué pasa!? Fue como una pequeña explosión.

Miré hacia abajo y observé un pequeño agujero. ¿Será de bala? Pero al mirar detenidamente no encuentro ningún rastro de proyectil en él. Es extraño, claramente ese orificio es reciente y dudo que sea por un fenómeno natural.

Decidí dar un paso adelante, y nuevamente sucede lo mismo. Un intenso impacto a unos centímetros de mi pie destrozó el concreto cercano. Ese sorpresivo sonido que impide mi avance es como si fuera aire comprimido... ¿a qué se debe? ¿Qué es lo que causa esto? O tal vez, ¿quién lo provoca?

Analizando la situación creo entender lo que ocurre, mis sospechas de si alguien mantiene alejado a los huéspedes indeseados tiene fundamento y por alguna razón yo soy parte de sus objetivos.

Si de verdad es una persona, ¿acaso no es capaz de ver que soy un humano y no una de esas bestias? ¿Qué tipo de arma es la que usa? Para lograr ese tipo tan particular de daño, ¿será un elegido de la luz?

No detecto a nadie por las cercanías por lo que probablemente tenga un dispositivo que le permita luchar a distancia. Si me está advirtiendo que me de la vuelta y me vaya, lamento decepcionarlo pero no es un opción.

Lo más importante para mi ahora es localizar su posición y averiguar con certeza lo que está pasando. Sin más preámbulos manifesté mi guante, me saqué la mochila y la lancé a un lado para aligerar la carga, acto seguido empecé a correr a toda velocidad por la calle a lo cual tuve una respuesta hostil por quien presumo se encuentra vigilando.

Activo el poder de mi pulgar para reaccionar mejor y conseguir entender el patrón de lo que me ataca, todo indica que es una suerte de francotirador, el ritmo de cada impacto sumado al hecho de no presenciar a nadie por los alrededores lo hace mucho mas evidente.

Si quien me quiere detener es del tipo tirador le costará acertar si me mantengo en movimiento. Con mi destreza al máximo y con un mayor enfoque realizo giros imprevistos de un lado a otro esquivando todos los intentos de alcanzarme.

[Jaja, ¡suerte con eso!] exclamé mientras me dirigí a un edificio cercano.

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