Capítulo 96: Monarca vs Kokabiel (3)

-¡¿Q-quién eres?! ¡Respóndeme! -demandó él desconcertado- ¡¿Cómo eres capaz de usar una habilidad de los ángeles caídos?! DÍMELO.

Estaba perdido.

No, perdido era poco.

Se sentía abrumado.

En primer lugar porque nunca imaginó que la invasión de Kuoh sería un fracaso, todo empezó cuando el Sekiryuutei derrotó a los Cerberus.

Pero incluso en ese punto la situación era salvable, le quedaban cuatrocientos subordinados y conquistar la ciudad.

Pero en cuanto llegó Goku y destruyó a su ejército convirtiéndolos en sus sombras... ahí supo que su plan había fracasado del todo.

Pese a eso diciéndose a sí mismo que podía continuarlo, por eso aceptó pelear contra Goku... y ahora que sucedía esto tan repentinamente...

Toda su frustración estalló.

Y para colmo, Goku no respondió.

-¡¡AHHH!! -Kokabiel vociferó a todo pulmón lanzando las seis lanzas sacras en dirección a su peor enemigo. Incluso peor que Lucifer.

Flush.

Flush.

Flush.

El chico esquivó los ataques fácilmente, apenas movió su cuerpo por unos centímetros. Miró a su contrincante y después de eso frunció el ceño.

-Veo que no tienes mucha habilidad... eres un fracasado -habló tajantemente Goku dejando en estado de shock al ángel caído por lo que oyó.

Había sido llamado fracasado.

Fue llamado asi dos veces en el mismo día.

Y por la misma persona para colmo.

Aunque Kokabiel sí que le había decepcionado bastante, su plan era seguir desestabilizando su mente para tener una mayor ventaja sobre él.

Sabía que desde el principio Kokabiel fue afectado por lo mal que marcharon sus planes, y en este punto se sentía el doble de afectado.

Goku había aprendido que desestabilizando la mente del enemigo su fuerza y manera de pelear se verían bastante afectadas por eso mismo.

Y eso estaba pasando con Kokabiel.

-¡Me las pagarás! Juro que ¡ME LAS PAGARÁS! -Kokabiel gritó extendiendo sus alas, creando así una poderosa corriente de viento ante Goku.

El azabache retrocedió sin poder evitarlo y se cubrió cruzándose de brazos. Y para cuando se restableció, vio que Kokabiel estaba en el cielo.

Abrió sus ojos con gran horror al ver la enorme lanza de luz que flotaba encima de Kokabiel. Era tan grande como un bloque de apartamentos.

"Me excedí al provocarle, con una lanza de ese tamaño mínimo destruye la ciudad"- pensó Goku pensando a mil por hora qué paso dar ahora.

-¡Jajaja! ¿Asustado? ¡Ahora es tarde para arrepentirse! ¡Te destruiré a ti y a tu querida ciudad! -exclamó Kokabiel con una sonrisa.

Había acumulado una gran cantidad de poder sacro que le habían provisto las seis Excalibur absorbidas para crear aquella lanza enorme.

Ya se había cansado de tantas tonterías, no importaba lo fuerte que podía llegar a ser Goku, jamás en la vida podría bloquear este ataque.

-¡MUERE SON GOKU! -gritó Kokabiel con gran ímpetu bajando su brazo y con eso la lanza sacra gigantesca voló directo al azabache indefenso.

-¡Goku-san! -gritó Rias alarmada por ese ataque y era normal, tenía una magnitud tan grande que podría destruir la ciudad en pocos segundos.

Tsubaki se llevó la mano al pecho sintiendo que iba a salírsele el corazón y lo mismo con Suzaku, aunque ella estaba muchísimo más tranquila.

Dado que de una u otra manera su prometido siempre había conseguido sorprenderla incluso cuando menos se esperaba que lo hiciera.

Y en esta ocasión, no sería distinto.

Goku desplegó una pequeña esfera y la miró atentamente. Era la canica de la avaricia que obtuvo en el castillo, tenía un plan en mente.

Un aura de sombras comenzó a envolverle mientras la lanza se hallaba a unos metros de impactar con él, y por tanto, con la ciudad.

"Sólo tengo un intento... debe funcionar sí o sí"- pensó el pelinegro extendiendo su mano derecha mientras que la izquierda sostenía la canica.

Una canica que, por cierto, duplicaba el daño mágico y la destrucción causada. Es decir, Goku iba a utilizar su única habilidad destructiva.

-¡Fuego del Monarca! -pregonó a su vez Goku lanzando una esfera de fuego oscuro hacia la lanza sagrada que se le venía por encima.

BAM.

El fuego colisionó contra la lanza sagrada impidiendo su avance, ante la mirada llena de perplejidad y desconcierto del ángel caído.

Sin embargo, la enorme lanza sacra pareció absorber al fuego hasta que le hizo desaparecer completamente, como si nada hubiera pasado.

-¡Jajajaja! ¡Era inevitable que con ese patético ataque no pudieras hacerme nada! ¡Ahora muere maldito! -se rió Kokabiel pero entonces pasó...

¡BOOOOOOOOM!

La lanza sacra estalló en mil pedazos impregnando el lugar de energía sagrada. Kokabiel se quedó perplejo sin entender.

¿Qué había pasado?

"Ese mocoso... ¡¿qué demonios es?!"- se volvió a preguntar Kokabiel queriendo saber si esto era una pesadilla. ¡Quería despertar cuanto antes!

-Uff, por fin se acabó -habló el pelinegro limpiando su sudor- Si no hubiera usado la canica seguro habría perdido sin dudas.

La canica potenció el fuego del Monarca para aumentar su capacidad destructiva y equipararla con la capacidad que poseía la lanza del caído.

Alzó su vista y observó que Kokabiel tenía las alas extendidas al máximo. Pero cuando se dio cuenta de sus intenciones, fue ya muy tarde.

Flish

Flish

Flish.

Kokabiel arrojó plumas de sus alas y éstas volaron como cuchillas hacia Goku tomándole bastante desprevenido. Mas no indefenso.

En un abrir y cerrar de ojos Goku regresó la canica al inventario y desplegó su daga para bloquear los ataques de su enemigo.

Clink.

Clink.

Goku desviaba las plumas pero no pudo bloquear todas y su cuerpo salió herido en los brazos, en el torso, en el abdomen y demás.

"Maldición, juraría que estas plumas están hechas de hierro"- pensó Goku apretando sus dientes. Parecían ser de aves de Estínfalo.

Pero sin embargo, Kokabiel no le dio tregua alguna y esta vez continuo un asedio a distancia sólo que ahora en ataque es con lanzas de luz.

-¡Quiero ver cómo escaparás de esto! -vociferó Kokabiel disparando lanzas sin cesar pero Goku las esquivaba o las bloqueaba con su arma.

"No puedo acercarme a él, con tantas lanzas y sumado a que no soy bueno peleando en el aire... está difícil"- indagó con severidad.

Todo iba bien hasta que una lanza perforó el hombro izquierdo de Goku obligándole a caer de rodillas y llevarse la mano a aquella zona.

"Mierda, sabía que tenía que haber pasado a la ofensiva... ahora Kokabiel ha vuelto a coger confianza y está más cauteloso"- pensó Goku.

Había perdido su ventaja.

Kokabiel sonrió satisfactoriamente.

-¿Dónde está esa confianza tuya mocoso? ¡Es imposible que puedas ganarme! Mientras esté en mi dominio, no podrás vencerme -declaró él.

Goku se percató de que Kokabiel estaba flotando, y tenía razón. Estando arriba sería imposible ganarle, tal como lo mencionó.

No era bueno peleando en los aires.

Espera...

¡Una idea llegó a su mente!

-Bien, entonces te llevaré a mi dominio Kokabiel... -profirió Goku con una pequeña sonrisa que llamó la atención del caído.

-¿Oh? ¡Hazlo! ¡Ya veremos cuál es el mejor dominio! -exclamó Kokabiel con una sonrisa salvaje que consiguió imitar el azabache.

Y aquí comenzaba el espectáculo.

["Dominio del Monarca" ha sido activado]

Kokabien abrió sus ojos al percatarse de que ahora el cielo era totalmente negro y lo único que se veía bien era la misteriosa figura de Goku.

Más bien, parecía envuelto en sombras.

El lugar era totalmente oscuro, no se veía el final... era tan tétrico que Kokabiel tembló por unos instantes, subyugado por el miedo.

-¿D-dónde estamos? -preguntó Kokabiel hablando temerosamente ante el azabache.

Kokabiel sentía como si estuviera atado en lo más profundo de un abismo... un abismo eterno y gélido, eso le transmitía este lugar tétrico.

-Este es mi dominio... la muerte y las sombras, bienvenido Kokabiel -habló el azabache con una sonrisa feroz instalada en sus facciones.

Kokabiel tembló de puro miedo todavía más al ver al ejército de cien sombras que se había parado delante de Goku, quien era su líder.



"Muere"

"Muere"

"Muere"

"Muere"

"Muere"

"Muere"

"Muere"

Kokabiel se llevó desesperadamente ambas manos a la cabeza oyendo decenas de voces pidiendo su muerte en un canto sin cese.

-¡YA PARA CON ESTO! -pregonó Kokabiel a escasos metros del precipicio de la locura.

Goku sonrió ante aquellas palabras. Divisó el lugar y sí que daba miedo, ¿acaso era aquí donde residían sus soldados de sombra?

Nunca lo sabría.

-Está bien, se hará conforme querías... -habló Goku volteandose hacia sus sombras- Ya saben lo que tienen que hacer, confió en ustedes...

Las setenta sombras seleccionadas por él asintieron y se desplazaron hasta encontrarse delante de Kokabiel, que las veía perplejo.

-¡¿No creas que estoy acabado miserable?! ¡Todavía no has visto nada! -exclamó Kokabiel creando varias lanzas sacras en sus manos.

-Oh, para que sepas... no importa cuantas las ataques, mi sombras serán inmortales siempre y cuando yo tenga maná -declaró Goku riendo.

Es algo que descubrió hace un tiempo cuando Odin combatuó contra Igris, y ahora que lo había confirmado debía aumentar la inteligencia.

"....."

Kokabiel se quedó en shock.

Toda esa pequeña confianza que había reunido en los últimos segundos desapareció tras saber que sus enemigos eran básicamente inmotales.

¿De qué servía pelear entonces?

Con eso, su espíritu de pelea decayó.

Con eso, su derrota se hizo evidente.

Con eso, Kokabiel fue atacado.

Las sombras hicieron su trabajo.

Matar, matar, y matar.

Slash.

Slash.

Slash.

Slash.

Slash.

Slash.

Con Igris a la cabeza atacaron a Kokabiel desde cualquier ángulo no dándole ningún espacio para defenderse. Estaba recibiendo una gran paliza.

Para desgracia de Kokabiel, los atributos de los soldados de sombra se volvían un 50% más grandes que antes. En pocas palabras...

Pronto moriría.

-V-voy a m-morir bajo la mano de mis propios subordinados... q-qué irónico -murmuró Kokabiel viendo a los ángeles caídos que le atacaban.

Sólo que ya no eran sus siervos.

Eran parte del ejército de Goku.

Crash.

-¡ARGH! -Kokabiel ahogó un grito al sentir su espalda siendo perforada por la espada de Igris, que le propinó un golpe fatal brutalmente.

Kokabiel escupió una bocanada de sangre y acercándose a él Goku se agachó a su altura.

-Fracasaste, ya no podrás provocar una nueva guerra... -murmuró Goku mirando al ángel caído.

-Por lo menos disfruté de una última batalla... fuiste un gran rival Son Goku, a pesar del odio que te tengo... siento respeto hacia ti -declaró.

Antes de que Goku pudiera saber más los ojos de Kokabiel se cerraron tranquilamente hasta no volver a abrirse nunca más... él, había muerto.

Goku le dedicó una mirada de indiferencia y se levantó. Sin embargo, no se alejó del cadáver de Kokabiel, extendió su mano derecha hacia él.

-Surge -ordenó Goku con autoridad haciendo que una sombra se formara desde el cadáver de Kokabiel- De ahora en adelante... serás Iron.

Sí, había convertido a Kokabiel en un soldado sombra. Para su sorpresa, era un general de nivel diez. Sólo quedó asignarle un nombre nuevo.

Y pensó en Iron.

Por sus plumas de hierro.