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Capitulo 63: Antes del fénix (2)

Goku se sentó en un banco del parque y bebió tranquilamente una botella de agua, acababa de terminar la Quest y esperaba su recompensa.

Ya no suponía ningún esfuerzo para él, ya que lo había adoptado como costumbre desde que obtuvo el sistema hace más de tres semanas.

"Así que ya han pasado diez días..."- pensó Goku mirando el cielo. El tiempo había pasado volando a diferencia de las semanas y meses anteriores.

Desafió a Raiser para obligarse a sí mismo a volverse más fuerte y para salvar a Rias de su matrimonio arreglado con aquel demonio.

El sistema le brindó la oportunidad de obtener por fin una clase y esa misma tarde entró en una mazmorra aparentemente normal. O eso creyó.

Le llevó un día entero realizar la misión. Se enfrentó a peligros mortales como la ausencia de la tienda, Igris o el ejercito de caballeros.

Pero consiguió sobrevivir a todo eso y obtuvo una clase: Nigromante, que avanzó a otra debido a los puntos extra que adquirió en la misión.

Era el Monarca de las sombras.

Un poder que le permitía revivir a los muertos en forma de sombras y almacenarlos en su sombra para así convocarlos cuando y como lo deseara.

Tenía un ejército de sombras.

Como artista marcial siempre había preferido pelear solo, pero habían ocasiones en las que no podía debido a la superioridad numérica.

Y justamente el ejército de sombras podría ayudarle en situaciones así. Como por ejemplo contra Raiser quien tenía quince sirvientas.

"O contra Kokabiel cuando venga, seguro que trae un ejército de aliados. Las sombras serían muy útiles en ese caso"- pensó el azabache.

No es como si le gustara irrumpir el eterno descanso de los muertos para convertirles en sus sombras, pero a día de hoy le daba igual.

Ya había madurado.

Sus gustos no importaban. Lo importante era conseguir poder porque sólo así podría proteger a sus seres queridos y a todos los indefensos.

Así que aceptó su rol como monarca de las sombras. Tener su propio ejército era ventajoso, y además los almacenaba en su sombra...

Acabó la misión mas no salió de la mazmorra. Sabía que debía entrenar más si quería vencer a Raiser, así que se quedó ocho días más ahí.

En ese lapso de tiempo hizo todas las Quest diarias en los ocho días que estuvo, aunque no distribuyó los puntos sino que los guardó.

La mayor parte del tiempo peleaba con Igris, y a pesar de ser una sombra el caballero seguía siendo igual de poderoso, o incluso más.

También peleaba contra los tres magos que había en su grupo de sombras, recibiendo sus hechizos sin necesidad de usar el escudo.

Y contra los caballeros normales, cuyo grado en el ejército de sombras era de soldados de infantería. Pero su fuerza seguía siendo igual.

Tras ocho días entrenando duramente con su ejército de veinte sombras su cuerpo se había vuelto sumamente resistente, aun no habiendo distribuido los puntos de estado guardados.

Es lo que pretendía hacer ahora.

Ring~

El sistema le notificó, seguramente por la recompensa de la Quest diaria. Otros seis puntos de estado más a los que tenía acumulados. Era tiempo de distribuirlos.

[Puntos de estado: 69]

"Pensar que he acumulado tanto... al final fue una buena idea"- habló en su mente el pelinegro, bastante sorprendido por esa cifra tan grande.

Ocho días haciendo Quest diarias (cada una daba seis puntos), los quince puntos que obtuvo tras obtener una clase y los seis de ahora.

Debía pensar con claridad qué debía aumentar. Si subía los puntos de constitución e inteligencia, tanto su HP como MP subirían lógicamente.

Entonces, el resto estaba entre fuerza, agilidad y sentido... y otra vez dejaría la ranura de suerte, aunque para esta batalla no era tan esencial.

Había practicado diversos movimientos de batalla que podrían serle favorables, y tenía un as en la manga que sería su último recurso.

"Bueno... tendré que poner más puntos en inteligencia y luego en constitución"- pensó él viendo que inteligencia sólo tenía 45 puntos.

[Fuerza: 100 -> 110]

[Constitución: 55 -> 75]

[Agilidad: 92 -> 100]

[Inteligencia: 45 -> 71]

[Sentido: 70 -> 75]

[Carisma: 21]

[Suerte:15]

[Reducción del daño físico: 25 %]

"Bien, ahora tengo dos ranuras que superan los 100 puntos, y otras tres que rondan los 70"- discurrió Goku con una sonrisa- "Aunque..."

Cuando acabara todo esto, buscaría nivelar la suerte y el carisma. Que al menos superaran los 50 puntos de estado aunque sería algo difícil.

Su próximo objetivo es que las ranuras de sentido, constitución e inteligencia llegaran a 100. Para ello debía conseguir muchos puntos de estado, pero con el sistema nunca se sabía.

"Supongo que ahora mi HP y MP han subido considerablemente, será un factor clave durante la pelea"- indagó abriendo la pantalla de estados.

Nombre: Son Goku]

[Edad actual: 17]

[Nivel actual: 40]

[Clase: Monarca de las sombras]

Títulos:

[Aquel que superó la muerte]

[Asesino de lobos]

[Aquel que ha triunfado sobre la adversidad]

[HP: 15,275/15275]

[MP: 1150/1150]

"Mi vitalidad no está al nivel de Raiser pero aun así es un número muy increíble, y el maná avanza lento... aunque eso no será un problema"- discurrió Goku con una sonrisa llena de calma.

No había subido de nivel desde que acabó la misión, pero se sentía bien ver que la ranura de clase no estaba vacía como días anteriores.

Había algo que llamó su atención y es que tenía un nuevo título. Recordó que lo obtuvo al acabar la misión de clase aunque nunca lo revisó.

[Aquel que ha triunfado sobre la adversidad]

[Por cada 1% de HP perdido, todas las estadísticas del anfitrión aumentarán en un 1%]

[Es un título dado a una persona que ha prevalecido con coraje contra la adversidad]

-¡Es genial! Es decir que si pierdo la mitad de mi salud mis estadísticas subirán un 50% -profirió el joven pero enseguida se dio cuenta de algo.

"Es una espada de doble filo, pierdo salud pero gano puntos... y para una batalla como ésta será mejor mantener toda la salud posible"- meditó el azabache con la mano posada en la barbilla.

Siguió revisando las notificaciones para ver si se había saltado algo y al momento cayó en la cuenta de que olvidó un tesoro que obtuvo tras derrotar a Igris. Pues sí que era distraído...

[Piedra Rúnica: Manos del Soberano]

[Rompiendo la piedra absorberás la habilidad]

"Manos del soberano..."- pensó Goku, debía admitir que el nombre transmitía poder. Vio la piedra rúnica en el inventario y la sacó.

Era una piedra azul brillante, que ni siquiera se molestó en admirar ya que la partió en dos para tener la habilidad sin perder nada de tiempo.

[Has aprendido Manos del soberano (Lv1)]

"Veamos de qué trata"- pensó Goku observando.

Habilidad activa:

[Manos del Soberano (Lv 1)]

[Costo de maná: 0]

[El anfitrión puede ejercer su voluntad sobre cualquier objeto sin llegar a tocarlo físicamente]

"Es eso que llaman telequinesis, ¿no? Suena increíble"- el joven sonrió satisfecho al leer la pantalla y decidió probar aquella habilidad

Invocó su daga negra y la dejó caer sobre el césped. Estiró su mano hacia el arma, la cual regresó rápidamente a su mano izquierda.

-Perfecto -habló Goku y observó su daga por unos instantes- No sé si será suficiente... en la misión de clase pudo aguantar a duras penas.

Sentía apego hacia esa daga, pues le había acompañado en numerosas ocasiones. Pero llegaría un punto en el que no sería suficiente.

"No la desecharé, pero aun así debo tener un arma de repuesto por si acaso"- pensó el chico levantándose del banco con dudas en su mente.

Más tarde.

En cuanto llegó a casa lo primero que hizo fue ver si Tsubaki seguía dormida o no. Y tal como esperaba, la muchacha dormía plácidamente.

Se duchó entonces y luego de eso se sentó en el borde de su cama, meditando mientras esperaba a que Tsubaki se despertara. Pasó una hora así.

"¿V-volviste ya?"

La suave y adormilada voz de Tsubaki le sacó de sus pensamientos. Giró su cabeza y con una sonrisa asintió con un leve gesto de cabeza.

-¿Tú qué tal estás? ¿Pudiste dormir bien? -preguntó Goku y Tsubaki se sentó a su lado.

-Mn -Tsubaki asintió ligeramente- Le dije a Kaichou que estaría aquí, así que no debes preocuparte. P-podemos pasar el día juntos...

-¡Genial! -exclamó Goku alegre por eso- Estoy ansioso por probar tu comida después de diez días... ¿Qué cocinarás? ¿Taiyaki? ¿Sopa miso?

-Oh, de hecho tú cocinarás para mí... estoy un poco cansada -habló Tsubaki con una sonrisa, aunque la última parte fue una mentira gorda.

Quería que Goku cocinara para ella y para aprovechar esta oportunidad fingiría seguir cansada aunque durmió durante tres horas.

-¡Esto no era parte del trato Tsubaki! -exclamó un chibi Goku protestando y al ver la expresión cansada de la chica, bajó sus hombros- Sigh... está bien... vale, lo haré. Voy a cocinar para ti.

Tsubaki hizo un pequeño gesto de victoria y sonrió al oírle. Había conseguido su propósito.

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