(Perspectiva 3° persona)
Rinka estaba de pie detrás del almacén de deportes mientras miraba un lindo reloj de gato en su muñeca, pero a pesar de su linda apariencia ella fruncía el ceño al ver que el tiempo pasaba.
"Rinka-chan, puedo ir a buscar a esas chicas…" – Kiri dijo en voz baja.
A ella le preocupaba que el plan de Rinka saliera mal ya que eso también le traería problemas.
"No, aún queda tiempo" – Rinka habló con calma, pero Kiri sabía que esto era una señal de que Rinka estaba enfureciéndose. – "Si esas niñas están tardando significa que no siguieron el plan al pie de la letra, si ellas le hicieron algo a Mikan-chan…."
Kiri se regocijó internamente, era mejor si Rinka desahogaba su furia contra esas niñas en lugar de ella.
"Oh, aquí vienen" – Rinka vio que un grupo de cuatro niñas se acercaban mientras cargaban una manta, era obvio que esas niñas habían ocultado algo inapropiado dentro de la manta, pero Rinka no tenía expectativas en el intelecto de esas niñas, no todas las personas tenían talento para cometer secuestros.
Las niñas entraron al almacén y tras un par de minutos se fueron mientras reían y murmuraban entre ellas.
"Veamos como van las cosas" – Rinka no tenía el menor interés en lo que decían esas niñas ya que ella ya había preparado algo para ella.
Cuando Rinka y Kiri entraron en el almacén, vieron a una hermosa niña de cabello color chocolate.
Su delgada figura indefensa estaba desnuda en el suelo mientras sus manos estaban atadas con cinta adhesiva.
Su cuerpo había sido puesto en una posición humillante con la cara en el suelo y el trasero levantado dejando ver sus genitales.
Su hermosa piel blanca estaba cubierta con garabatos e insultos que fueron pintados con marcador permanente.
Por si eso no fuera suficiente, además de los insultos que cubrían su piel, había varias marcas de golpes en su abdomen, brazo y piernas. Los golpes no eran peligrosos y estaban al nivel de una pela de niños, pero aun mostraban la profunda crueldad que puede haber en el corazón de un niño.
Rinka frunció el ceño, ya fuera porque ver el estado actual de Mikan le traía malos recuerdos, o quizá muy en el fondo de su podrido corazón aun sentía una cantidad mínima de culpa.
Rinka negó con la cabeza y luego entró en el almacén, ella no permitiría que inútiles sentimientos de compasión o culpa obstruyeran sus planes.
Dentro del almacén, ella no tocó a Mikan y solo esperó con Kiri a su lado.
Después de un tiempo, la puerta del almacén se abrió dejando entrar a un niño de cabello negro cuyo fleco cubría sus ojos.
"¿Qué es lo quieres….?" – El niño preguntó en tono engreído, pero se detuvo cuando vio a Mikan en el suelo.
El niño se veía confundido al ver la condición de Mikan, pero eso no le impidió tener una erección al ver la hermosa piel desnuda de la niña.
Rinka contuvo las ganas de vomitar, en su opinión no había criatura mas repulsiva que los humanos, solo su Oji-san era el único humano que merecía vivir…
"Mucho gusto Boku-sama" – Rinka sonrió con admiración como si fuera una niña que conoció a su ídolo. – "Me sentí asombrada por la masculinidad y actitud autoritaria de Boku-sama, así que he preparado un regalo"
Rinka sabía que a los hombres lujuriosos e idiotas les encantaba ser halagados por actuar como imbéciles así que aprovechó esto para facilitar su plan.
Boku miró fijamente el cuerpo desnudo de Mikan luego miró a Rinka y Kiri. Las tres niñas eran excepcionalmente hermosas cada una con su propio tipo de encanto, así que con una sonrisa lujuriosa él cerró la puerta del almacén y puso el seguro para asegurarse de que nade pudiera entrar o salir.
El razonamiento de Boku fue consumido por su lujuria y los halagos de Rinka por lo que no se detuvo a pensar en lo extraña y sospechosa que era esta situación.
La boca de Boku tenía una sonrisa desagradable mientras su erección se marcaba en sus pantalones, pero antes de que el pudiera poner sus manos en Mikan, la voz de Rinka lo detuvo.
"Antes de que Boku-sama pueda divertirse, hay otra sorpresa" – Rinka sonrió mientras sujetaba un bate de beisbol.
Solo ahora Boku notó que Rinka tenía puesto guantes de goma similares a los usados por doctores.
Kiri suspiró y cerró los ojos mientras apretaba los dientes. Sin decir una palabra, Rinka agitó el bate de beisbol y golpeó la pierna derecha de Kiri.
Kiri cayó al suelo mientras hacia su mejor esfuerzo para no gritar de dolor, el golpe no había roto el hueso, pero el musculo se había desgarrado.
Boku se congeló, pero sorprendentemente no sintió miedo, en su lugar, la lujuria en su expresión solo aumentó.
Rinka contuvo su deseo de suspirar, ella había visto a muchos hombres que veían a las mujeres como perras inútiles que solo servían para complacer a los hombres, ella misma había sido torturada innumerables veces por esa clase de hombres que por diferentes circunstancias odiaban a las mujeres y solo querían causarles dolor.
Rinka arrojó el bate en dirección de Boku, el lanzamiento fue suave permitiendo que Boku atrapara el bate.
Los guantes de Rinka desaparecieron como por arte de magia y luego ella sonrió mientras se acercaba a una pared.
Ignorando la expresión de confusión de Boku, Rinka se inclinó hacia atrás y luego golpeó su cara contra la pared con la fuerza suficiente para romperse la nariz y lesionar los huesos de su cráneo.
Rinka cayó al suelo mientras su cara sangraba. La lesión en su rostro era tan profunda que sería necesaria una cirugía plástica para reconstruirlo, sus inocentes ojos estaban llenos de un miedo tan profundo que causaba el deseo instintivo de protegerla.
Con una voz suplicante llena de dolor y desesperación, Rinka murmuró en voz baja. – "Oji-san… sálvame…"
La mente de Boku estaba en blanco, él no tenía la menor idea sobre lo que estaba ocurriendo e incluso consideró que era mejor irse del lugar, sin embargo, cuando sus ojos recorrían los cuerpos indefensos de las tres niñas su cuerpo se negó a irse y en su lugar dio un paso adelante mientras sus deseos lujuriosos tomaban control de su mente.
Cuando Boku estaba a dos pasos de Mikan, se detuvo cuando sintió que la temperatura en la habitación bajaba hasta el punto de que su aliento salía en forma de humo blanco.
"Po po po po…"
Un extraño sonido sonó detrás de Boku, parecía la voz de una mujer saliendo de las profundidades de un oscuro pozo, el eco del sonido resonaba en los odios de Boku haciéndolo mirar a lo que sea que provocaba el sonido.
Cuando Boku se dio la vuelta lo que vio fue una mujer alta, ella era tan alta que necesitaba agacharse para entrar en el almacén. Sus atributos estaban tan bien desarrollados que sus grandes pechos fácilmente hipnotizarían a cualquier hombre que comprendiera la belleza de lo grande en lugar de la simpleza de lo plano.
El cuerpo de la mujer aumentó la lujuria de Boku, pero cuando sus ojos vieron el rostro de la mujer, todo rastro de lujuria desapareció de su cuerpo mientras el miedo brotaba en lo mas profundo de su corazón.
El rostro de la mujer era hermoso, poseía una belleza tal que podrá seducir a hombres y mujeres por igual, pero ese hermoso rostro estaba deformado hasta el punto de ya no poder ser llamado algo humano.
Lo que deberían ser un par de hermosos ojos negros ahora eran dos abismos sin fondo donde solo había obscuridad.
Sus hermosos labios rojizos estaban deformados en una expresión con la boca abierta, su boca se había abierto al punto que su mandíbula parecía dislocada causando la sensación de que ella podría devorar una cabeza humana en una mordida.
Boku estaba tan asustado que tropezó hacia atrás, pero cuando su cuerpo casi cae sobre el cuerpo desnudo de Mikan, él sintió como si su cuerpo flotara sin las limitaciones de la gravedad.
Boku no tuvo tiempo de maravillarse con la mágica experiencia de volar ya que su cuerpo golpeó una pared agrietándola. Un dolor profundo y agonizante cubrió su cuerpo al sentir que sus huesos crujían, pero eso solo había sido el comienzo.
Boku miró con horror como sus manos y piernas comenzaban a retorcerse de forma antinatural, sus extremidades comenzaron a doblarse hacia atrás empezando por la punta de sus dedos.
Como si sus huesos fueran de goma, las extremidades de Boku se habían convertido en formas extrañas similares a las tiras de papel espiral que se usan para decorar fiestas infantiles.
Boku gritaba con tanta fuerza que sus cuerdas vocales se habían desgarrado solo permitiéndole hacer extraños gemidos de sufrimiento, pero eso no hizo que la mujer se calmara.
A pesar de que era imposible leer las emociones en el rostro del espíritu maligno, la forma como el cuerpo de Boku se retorcía demostraba que ella estaba lejos de quedar satisfecha.
Cuando la mano del espíritu se acercó a los ojos de Boku, la puerta del almacén se abrió de golpe cuando una pequeña niña de cabello castaño miró al espíritu maligno.
"¡No permitiré que lastimes a estos niños!" – La niña gritó con enojo mientras sacaba un talismán de papel y lo arrojaba hacia el espíritu maligno.
Cuando el talismán de papel se acercó al espíritu maligno, el talismán se prendió en llamas y se convirtió en polvo antes de poder tocar al espíritu.
El espíritu señaló a la niña desconocida y la niña repentinamente cayó de rodillas mientras se sostenía el pecho con una expresión de dolor.
"No quería llegar a esto…" – La niña apretó los dientes y levantó su pequeña mano hacia el espíritu maligno.
El espíritu maligno se preparó para recibir un ataque, pero después de varios segundos no ocurrió nada. El espíritu estaba por volver a intentar aplastar el corazón de la niña, pero una ráfaga de viento movió las cenizas del talismán que antes se había incinerado.
Las cenizas se movieron y tocaron el cuerpo del espíritu maligno y antes de que ella pudiera reaccionar una brillante luz dorada salió de las cenizas.
El espíritu maligno dejó de usar su poder psíquico para torturar a Boku y repentinamente cayó de rodillas mientras la luz dorada cubría su cuerpo. No era posible distinguir su expresión fascial, pero por la forma como su cuerpo temblaba era claro que ella estaba sufriendo.
El espíritu maligno se había sentido furiosa cuando vio la condición de las dos niñas que su amo le había encargado proteger, pero incluso esos sentimientos de furia eran insignificantes en comparación con el profundo odio que estaba sintiendo después de ser atacada con la luz dorada.
El espíritu maligno recordó la manera en que fue perseguida antes de conocer a su amo, decenas de exorcistas y sacerdotisas la persiguieron por todo Japón causándole un profundo odio hacia todo lo relacionado con las deidades.
El espíritu maligno miró a la niña que parecía tener conexiones con las deidades terrenales y fue cegada por el odio, ella decidió que mataría y destruiría el alma de esa niña incluso si su propia alma era destruida en el proceso.
El espíritu maligno comenzó a reunir el odio que había acumulado durante décadas, cuando el resentimiento y sufrimiento se reunieron en la palma de su mano, ella se preparó para usar un ataque suicida para extinguir la existencia de la niña.
"¡No le hagas daño a Shaku-san!"
El espíritu maligno se detuvo cuando una pequeña figura se paró delante de ella.
La niña tenía cuerpo delgado carente de fuerza, una presencia insignificante que no podía ser vista como una amenaza, su apariencia desnuda con golpes e insultos en su piel no era intimidante.
A pesar de que la niña se veía tan frágil como una flor en un huracán, ella se puso de pie frente al espíritu maligno que era millones de veces más fuerte que ella.
En ese momento un recuerdo llegó a la inestable mente del espíritu maligno, era un recuerdo distante y tan lejano que ella casi lo había olvidado, un recuerdo de antes de convertirse en el monstruo que era ahora, un nostálgico recuerdo donde un grupo de pequeñas figuras la llamaban mamá…
Shaku envolvió sus brazos alrededor de Mikan mientras usaba la mayor parte de su poder para formar una barrera alrededor de Mikan, ella había renunciado a su odio ilimitado para proteger a Mikan.
La niña que había llegado con un talismán miró la escena con incredulidad, ella era muy sensible a las emociones y comprendió que la niña desnuda y maltratada no era la víctima del espíritu maligno, sino que ambas eran amigas e incluso más, ambas eran familia.
La niña se dio cuenta de que tal vez malinterpretó algo, aunque independientemente de que el espíritu y la niña desnuda fueran familia, eso no negaba que el espíritu había intentado matar a un niño.
Cuando la niña estaba considerando que hacer a continuación, escuchó una voz burlona detrás de ella.
"Fufufu, parece que algo interesante está pasando aquí"
La niña no tuvo tiempo de voltear ya que su visión se volvió borrosa mientras perdía la conciencia.
Lo último que la niña escuchó fue: 'Oh, mi Maestro estará furioso cuando vea esto fufufu…'
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Nota del Autor:
Por si alguien estaba asustado, no haré netorare, lo dejo en claro por si en el futuro se crea un malentendido.
Aquí solo hay netori~
Un abrazo<3
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