Volumen 3: Capitulo 25

—Por lo que veo, parece ser una ciudad humana, me encantaría tomar varios especímenes para experimentar con sus cuerpos, pero como dijo Breisha, tengo que preguntarle a su majestad.

¨¨quiero encontrar a alguien fuerte y probar mi fuerza en este nuevo mundo y así poder demostrar que soy capaz para estar junto a su majestad.

—Mi señor Blofebus, le sugiero que se aparte del costado del barco, estos seres inferiores podrían reaccionar de manera hostil —Esto decía uno de los 7 pecados capitales que en realidad era el comandante del equipo de los pecados.

—Puede que tengas razón, pero me gusta ver desde acá arriba a los seres inferiores, por cierto, manda a los Hantas a investigar y recopilar información del tipo de cultura, religión o cualquier cosa importante que nos beneficies y hazlo pensando en que esta ciudad se podría convertir en nuestro enemigo.

¨¨Siempre hay que pensar un paso adelante del enemigo.

¨¨la ciudad es bastante grande, no sabría decir si es una capital o una simple ciudad.

En el momento, como si fueran sombras, los hantas salen disparados desde atrás de Blofebus hasta abajo a la ciudad para recolectar  información.

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Hantas: son espectros de clase baja que se encuentran en el nivel 35, son muy hábiles en el sigilo, en el espionaje y si es necesario el asesinato lo cumplen al pie de la letra.

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De repente, cuando Blofebus se da vuelta ocurre una explosión atrás de él, pero no le sucede nada, ya que hay una barrera protectora alrededor del barco…

—Como se atreven a dispararnos seres inferiores y encima al barco que me encargo su majestad, esto es inaceptable.

—Preparen los cañones y disparen a las murallas, maten a todos los soldados, pero no maten a los civiles, tenemos que demostrar que somos fuertes, además, si matamos a civiles nos van a ver como barbaros y no quiero que su majestad se enoje con nosotros, pero si vuelven a apuntar sus armas contra nosotros en el futuro los aniquilaremos por completo —Esto dijo Blofebus enojado.

Todos los soldados que se encontraban abajo, estaban sorprendidos por no poder derribar a la nave con todos los disparos que habían hecho.

Mientras seguían disparando hacia el barco, los soldados podían ver como desde la nave un ser que emanaba un gran poder descendía, ese ser parecía tener dos gigantes alas oscuras.

Blofebus decide amplificar su voz usando magia y dice…

—Me presento, soy Blofebus un general y me gustaría que la persona encarga de esta ciudad se mostrase…

Nadie respondía.

De repente apareció Samay y dijo…

—Yo soy Samay Brather, la encarga temporal de esta ciudad.

—Sabes la Blasfemia que has cometido al atacar al grupo de expedición de nuestro reino.

Samay se puso a pensar…

¨¨Estas personas no pueden ser del imperio Leville, ya que parecían ser semi humanos y en Leville no había de ellos.

—¿Quién eres? ¿A qué has venido?

—Soy Blofebus, uno de los generales del reino Orbis y veníamos a entablar buenas relaciones, pero, por lo que veo, creo que eso ya no va a ser posible —Dijo Blofebus con una cara seria.

—Yo soy la general del Imperio Flamee y pido disculpa por esta bienvenida SR. Blofebus.

—Si están dispuestos a pedir perdón, primero tienen que ser castigados a cambio —dijo Blofebus.

—Aceptaremos su castigo, que es lo que quiere, acaso es oro —Esto decía Samay sabiendo que se estaba enfrentando a algo poderoso.

—No queremos oro. Ustedes atacaron a la nave que me encargo su majestad, así que van a pagar con la vida de los soldados que atacaron al barco.

En ese momento Blofebus da una señal con la mano y todos los soldados que se encontraban en las murallas aparecieron con las cabezas cortadas, esto había sido hecho por varios Hantas que se movían a una gran velocidad a la que los humanos no podían ver. Habían matado por lo menos 5.000 soldados.

Cuando Samay entra en razón, se da cuenta de que todos sus compañeros que se encontraban en las murallas habían sido totalmente asesinados en menos de Diez segundos. Ella no podía creer esto, además, su amiga la sub comandante Belia estaba en las murallas o eso pensaba.

—Bueno Señora Samay, creo que acá se acabó nuestro encuentro, esto es una gran pena, Pero seguro nos volveremos a ver. Por cierto, parece que nuestro reino Orbis que acaba de ser creado se encuentra en su territorio, así que espero que nos llevemos bien como buenos vecinos.

Cuando Blofebus se da vuelta para dirigirse al barco, Samay decide usar su Ki para saltar alto y clavarle por la espalda una espada a Blofebus, pero en ese momento Blofebus se da cuenta y se da vuelta.

con una sola mano detiene la espada de Samay y la lanza hacía un edificio que se encontraba cerca. Ella estaba impactada con el hecho que había sucedido, no lo podía creer…

Después de que Samay se levantase de los escombros le pregunta a Blofebus…

—Cómo pudiste ser capaz de detener ese ataque tan fuerte — dijo sorprendida ella.

—Es simple, eres muy débil para enfrentarte a mí, además soy el cuarto más poderoso de mi reino, sin contar a nuestro rey que es tan poderoso que con una sola palabra podría borrar a un país entero, no te imaginas el semejante poder que tiene su majestad —Dijo con una sonrisa Blofebus.

—Es imposible que tales seres existan —dijo ella mientras estaba  perdida y desconcertada en sus pensamientos.

Blofebus mira con una mirada fija en Samay y dice…

—Interesante, tienes un tipo de poder que no conozco, ese poder está recorriendo por todo tu cuerpo —Dijo con la cara de asombrado Blofebus.

—Este poder que recorre por mi cuerpo se llama Ki —Dijo ella con un tono de no entender porque preguntaba eso.

—impresionante, tienes futuro, ¿Te gustaría unirte a nosotros? —Dijo Blofebus.

—Lo siento, pero, ahora no estoy interesado en tu oferta —Dijo Samay.

—Que lastima, pero no se puede hacer nada más. Ahora tengo que volver a mi reino e informar sobre este asunto, espero ansiosamente que nos volvamos a ver y espero que su majestad no se enoje por este tipo de insulto —Dijo Blofebus en voz alta.

En ese momento Samay se desmaya por la alta tensión que había sufrido y por la forma en que Blofebus la lanzo hacia el edifico.

Todos los soldados que se encontraban alrededor gritaron por su comandante y se le acercaron para asistirle…

Mientras los soldados se encargaban de llevar a Samay a su cuarto, la nave voladora se retiraba por donde había venido.

Después de eso Belia se le acerca al cuerpo de Samay que llevaban cargando los soldados y dice en lágrimas y llanto.

—Perdone me Sr Samay.

—Si hubiera estado con usted no hubiera sucedido esto.

—Por culpa mía usted se encuentra en ese estado.

Y así estuvo Belia hasta que los soldados dejaron el cuerpo de Samay reposando en un cuarto de la mansión del señor feudal.

XXX

—Así que eso fue lo que sucedió, Blofebus —Dijo Yossu con la voz de arrepentido.

—Sí, eso es todo —Dijo Blofebus con una voz tímida.

—No te preocupes, no todos somos perfectos, pero para la próxima vez me gustaría que me avisaras cada movimiento que hagas en el futuro, también les voy a avisar a los demás generales lo mismo.

—Muchas gracias por perdona mi gran falta, su majestad.

—No te preocupes, en realidad tu información me sirvió demasiado y me interesa ese usuario de Ki, más tarde me gustaría que me contaras más sobre ella.

—Claro su majestad.

—Cuando estemos todos reunido en el reino tengo que contarles sobre la nueva información y sobre nuestros objetivos de ahora en más.

—Estoy ansioso por escuchar la información que su majestad nos quiere compartir.

—Me despido Blofebus —Dijo Yossu.

Llamada Finalizada.

¨¨Todo esto es un lio.

¨¨Como pudo haber hecho eso Blofebus, ahora tenemos a otro enemigo. Mi cabeza está  a punto de explotar

De repente Yossu cambia totalmente de pensamiento…

¨¨Pero, eso también lo hace muy emocionante y divertido. No estoy para nada arrepentido por haber venido a este mundo —Decía Yossu mientras se reía con  mucha fuerza y hacia que todos a su alrededor se preguntara porque se reía tanto su majestad.

¨¨De ahora en más, las cosas se van a poner muy tensas y divertidas, gracias a la guerra con el imperio Leville y el asedio que hizo Blofebus en la ciudad Miurant. También esa chica Samay me interesa un montón, por lo que me contaron los elfos, los únicos capaces de usar el Ki son los semi humanos, pero esa chica podía usarlo.

Yossu dice en voz alta…

—Está decidido, voy a tratar de utilizarla y ponerla de mi lado. Después de todo es un espécimen muy raro.

-Continuara-