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Volumen 2: Capitulo 13

Todos muy educadamente y sin ninguna queja asintieron a las ordenes de su rey.

"Agradezco que no se nieguen a una de mis ultimas ordenes."

Sin embargo, las siguientes palabras del rey son interrumpidas un segundo después por un nuevo mensajero, que llego por la puerta de la sala del trono que estaba abierta.

Comunico lo siguiente "¡Su majestad un objeto gigante esta volando encima de nuestro país!."

Todos se sorprenden y Luprel dice muy desconcertado "¡¿Como que algo esta volando encima nuestro?!."

El mensajero parece dudar y suelta las siguientes palabras muy confundido…

"Puede que suene raro, pero afuera hay un gigante barco con forma rara volando encima de nosotros."

La familia real se levanta de asombro y mira al mensajero.

Los gobernantes lo observaban de manera seria y preocupada.

Nadie sabia como responder a lo que acontecía.

El único en reaccionar después de unos segundos, es Luprel, y lo hace muy alterado.

"¡Alen!, agarra a tu hermana y llévala al cuarto. Has que algunos soldados se queden con ella para protegerla."

Lisa demuestra su enojo y se queja de varias maneras.

"Siempre es lo mismo, nunca me dejan ver cosas nuevas o probarla, estoy hasta la mierda de que siempre me protejan o encierren, ya no quiero vivir escondida mientras todos me protegen, quiero salir y por mas que no pueda conocer el mundo al menos quiero poder pasear por mi reino, pero ni eso se me permite."

Luprel trata de detener las quejas de su hija.

"¡Hija! Ya basta, no ves que estamos con suficientes problemas como para estar peleando. Además tu seguridad es nuestra prioridad, si este país es eliminado eres la salvación."

"También eres mi hija y quiero protegerte lo más que pueda, no quiere verte terminar como tu madre."

Menciona el rey con un tono triste y melancólico.

Sin embargo, esto no era suficiente para detener a Lisa, estuvo muchos años encerrada, tantos que no se pueden contar con los dedos de la mano.

"Padre, estoy harta, es horrible tener que estar encerrada. Te guste o no iré con ustedes a ver ese barco volador. Además, contra esas dos auras es imposible defenderse o tratar de huir."

Alen, da un paso hacia el frente y se pone en medio de ambos.

Seguido le da la espalda a su hermana y observa de frente al Rey elfo.

"Padre, hemos protegido por años a Lisa y creo que ya es momento de dejarla salir, si la continuamos manteniendo encerrada no va a poder experimentar lo que hay afuera y eso será un problema para ella en las siguientes décadas que siga viviendo."

Por un lado, Lisa estaba rebosando de alegría al escuchar a su hermano apoyarla. Lagrimeaba con su hermoso y angelical rostro de lo feliz que estaba.

Y por el otro, Luprel estaba un poco triste y entre suspiros.

No quería que algo como eso volviera a suceder y mas si se trataba de su querido y hermosa hija.

"Esta bien, esta bien, vamos todos juntos a ver que sucede."

Lisa, se emociona y corre hacia su hermano para abrazarlo.

La sonrisa de la elfa era lo más hermoso que se podía ver, tanto que los otros no pudieron evitar sonreír al verla.

Incluso daba la sensación de que soltaba pequeñas partículas de brillo con su cabello y sonrisa.

Luego, el rey, los príncipes y los gobernantes salieron de la sala del trono y caminaron por los pasillos para dirigirse a su destino.

Mientras caminaban, en sus cabezas solo había una cosa y eso era el deseo de que lo que estaba sucediendo fuera no tuviera nada que ver con una invasión humana o algo por el estilo.

XXX

Una vez salieron al balcón del palacio, que daba a todo el pueblo, se encontraron con lo inimaginable. Algo que era imposible para su conocimiento.

De esta manera comprobaron las palabras de la persona que entro y les aviso sobre el gigante barco volador.

Si bien, todos estaban con rostros de sorprendidos y aterrados por el gigante navío que tenían encima, solo había una persona de entre todos que sonreía y se moría de emoción.

Su hermoso y angelical rostro se enrojecían y en su interior se llenaba de muchos tipos de emociones.

En tanto Lisa estaba en ese estado, su hermano le toca el hombro y le pide que tenga cuidado.

"Si llegase a ocurrir algo problemático entra al palacio sin dudarlo."

Luprel, que estaba sorprendido mirando hacia arriba, no puede evitar quedarse en silencio.

"Esos dos poderes si que dan miedo. Espero que nuestros visitantes sean buenos con nosotros."

Menciona con una sonrisa tranquila.

[Lefus] "Si, eso espero, no quiero tener que luchar con tales seres. Además el problema es una de esas auras, ya que la otra no es nada comparada a la inmensa."

"JO, han sucedido tantas cosas estas últimas horas, que mi estomago me va a terminar matando por el dolor que siento."

"¿Tenemos alguna oportunidad aunque sea?."

[Mara] "No lo creo, es imposible que podamos hacerles frente, ni siquiera estando todos juntos creo que podríamos."

[Lefus] "No digas eso, no me respondas. Haces que mi estomago se ponga peor de lo que esta."

[Mara] "Entonces ¿Por qué preguntas si no quieres que te responda?."

[Lefus] "¡Era una pregunta retorica Mara! ¡¡¡Retorica!!!."

[Mara] "Pues es imposible que supieran eso, no soy adivina, es mas, ¿existe la magia de adivinación?."

Dice entre varias túnicas de ropas mientras mira hacia otro lado para que Lefus deje de mirarla con ese rostro frío y serio.

Mientras las preocupaciones y dudas surgían entre los líderes de los elfos, desde abajo y entre los árboles, los ciudadanos elfos estaban igual de sorprendidos e impactados que sus gobernantes.

No había forma de explicar entre los elfos, que un barco volara por los cielos.

Seguido, desde el balcón sienten como el individuo de mayor poder se empieza a mover hasta el punto en que lo ven descender desde el navío poco a poco.

El ser de tez morena, igual a los elfos oscuros, que no eran tan oscuro se mantiene volando en frente de ellos con dos pares de alas gigantes que no dejaban de revolotearse y provocar ráfagas de viento.

"Pedimos disculpas por haber entrado sin permiso a su espacio aéreo, sin duda es una falta de respeto y en serio pedimos disculpas."

Menciona con sus ojos rojos y con una sonrisa brillante y tranquila el ser que poseía una piel similar a la de los elfos oscuros, pero que no lo era porqué esta tez estaba entre lo blanco y lo oscuro.

"Oh, donde están mis modales. Soy Yossu, el rey de un nuevo reino y solo venimos a entablar buenas relaciones con nuestros vecinos."

Todos los que yacían en frente y en el balcón del palacio estaban sorprendidos por el individuo que tenían en frente.

No solo Mara o Lisa estaban encantadas, sino que los hombres igual, pero no de la misma manera que las mujeres. Su encanto era más de rareza por el individuo que de sorpresa por sus rasgos encantadores.

Desde arriba plumas oscuras caen.

Una mujer se lanza desde el barco y con sus alas oscuras emplumadas, toma vuelo y se posiciona a un lado de su padre.

Esta vez, la sorpresa era mayor para los hombres, la mujer de enfrente era una belleza entre bellezas.

Sin embargo, entre sus miradas algo llamo su atención, la belleza de tez blanca, cabello oscuro y ojos rojos similares a los del hombre que estaba al lado, tenia un diente encima de sus labios.

Mientras los hombres la miraban, la princesa elfa tomaba protagonismo entre sonrojos.

"Le damos la bienvenida, Sr. Yossu."

El representante de Orbis sonríe y asiente con su cabeza.

"Gracias por sus palabras señorita linda."

"Que alivio, pensé que no hablábamos el mismo idioma, pero por alguna extraña razón si lo hacemos."

Se sonroja mientras trata de ocultarlo.

[Alen] "Señor Yossu, si no le importa y le parece más cómodo, ¿Qué tal si hablamos dentro?."

Al decir esas palabras, la mujer que estaba al lado del hombre de tez morocha dice en un tono bajo que era bastante escuchable a los oídos de los elfos….

"Su majestad…¿Son elfos verdad?...lo digo por sus orejas largas. Tengo entendido que son similares a los humanos, así que son seres inferiores ante un dios como usted…¿Verdad? ¿O no?."

Esas palabras, en especial por la mención "Dios", hizo que se estremecieron todos.

[Yossu] "¡Izet! No digas eso, no ves que te escuchan. Además, vinimos a hablar, no a matar."

Dijo en tanto le deba un pequeño golpe con la mano abierta en la parte de atrás de la cabeza.

Si bien, eso hizo que Izet se avergonzara por sus palabras, causo que el ambiente entre los elfos se volviera mas tranquilo.

"Acepto con mucho agradecimiento su invitación a entrar."

Luego de decir aquellas palabras, Yossu, Izet y los elfos entraron al palacio.

Los elfos iban adelante y todos juntos, mientras que Yossu y su hija los seguían.

En la mayor parte de pasillo había sirvientas alfas y guardias con lazas.

Yossu, que solo llevaba túnicas y dejaba al descubierto su pecho, llamo la atención de muchas "jóvenes alfas", que estaban en los alrededores y cumpliendo su rol como sirvientas.

Al llegar a la sala del trono todos se acomodan.

Luprel, el rey del reino elfo, es el primero en tomar la palabra.

"Entonces, ya que estamos en un mejor lugar para hablar nos gustaría saber a que han venido."

Su majestad Yossu no duda en responder, pero en tanto lo hace, observa la sala del trono, la cual estaba como el se la imaginaba, es decir, todo muy verde, con algunas trepadoras y con muchos tipos de planta.

En resumen, la sala del trono tenia un toque único y especial desde el punto de vista Yossu.

" Gracias por darnos la oportunidad de poder hablar y como ya dije, no venimos en busca de nada, solo deseamos conocer a nuestros vecinos y entablar buenas relaciones, nada mas."

Los elfos se llevaron una sorpresa al oír sus simples y honestos motivos aunque no se fiaran mucho de los invitados.

[Luprel] "Ah, diría que es un mal momento para buscar relacionarse con un reino que esta a punto de ser destruido."

Todos los elfos bajan sus cabezas y Yossu lo nota, ya que sus expresiones eran bastante obvias.

"Su reino…¿Destruido?."

Ante la pregunta, Luprel responde con una sonrisa decaída en su apuesto rostro.

"Ehm….Bueno, eso se debe a que el imperio Leville nos acaba de declarar la guerra."

[Yossu] "Oh, lo siento, no sabia nada de eso. Son el primer reino con el que hablamos y no somos conscientes de lo que sucede a nuestros alrededores."

Menciona disimulando un rostro de preocupación, mientras que por dentro la sonrisa desbordaba.

[Luprel] "Esta bien, nosotros tenemos varios años desde nuestra creación y siempre hemos sido cerrados."

[Yossu] "ja…eso era de esperarse en los elfos."

En tanto estos hablaban, en un rincón yacía la princesa Lisa, la cual estaba sonrojada y avergonzada por lo que quería preguntar.

No se contiene por su intriga e interviene a la fuerza en la conversación.

"¡¡¡SEÑOR YOSSU!!!...."

Yossu la mira con sorpresa.

"¿TUS ALAS….SON…son…reales?."

Su rostro era peor que el de un tomate.

Estaba rojo y sus mejillas blancas no ayudaban a ocultarlo.

[Luprel] "No seas irrespetuosa, Lisa."

Grita enojado el rey.

Alen, la observa y al verla todo avergonzada y sonrojada no puede evitar poner una sonrisita y ocultarla con su mano para que los demás no la vieran.

Mientras tanto, Yossu estaba sorprendido y quería reír por la forma en que esta le había preguntado.

"¡Vaya!....JJajajajajjajaj…. ¡Es muy linda, demasiado linda!. Esta nerviosa y sus cachetes se volvieron unos tomates, pero lo más gracioso es como trata de ocultar su vergüenza, siendo que sus mejillas son muy blancas y se nota por montones lo rojo."

"Ahhhhhh….¡Es muy tierna!."

"Princesa elfa, ¿Le gustaría tocar mis alas?."

Dice en un tono tranquilo.

La elfa se paraliza al oír eso pero no se queja y entre tonos bajos y avergonzados les habla "Eh…ehhhh…Esta bien."

[Luprel] "Perdón por causarte problemas siendo que recién nos conocemos."

"Toda su vida ha estado encerrada y es la primera vez que ve a alguien de otra raza…¡En serio lo siento!."

Dijo con una sonrisa apuesta y tranquila.

[Yossu] "No hay problema, solo son mis alas, no me molesta."

Lisa pasa su mano por encima de ambas alas.

Mientras mas las toca, mas parece su rostro brillar.

Estaba encantada.

Después de todo no dejaba poner su mano y frotar su cabeza con las alas.

"¿¡QUE ES ESTO!? ES MARAVILLOSO."

"Me siento aliviada y tranquila cada vez que las toco, si fuera por mi, me quedaría abrazándolas para siempre."

"Me gustaría acostarme sobre ellas, son perfectas."

Al oír esas palabras relajadas y tranquilas de la princesa, Yossu se sonroja un poco.

"¿Es en serio?...Tranquilamente cualquiera podría mal pensar esas palabras…aunque no me molestaría que una linda elfa esta encima."

"Me alegro que a la princesa elfa le gusten mis alas..."

La única que estaba por explotar al ver y escuchar eso, era Izet, que consideraban una blasfemia que alguien tocara las alas de su padre.

"Por cierto, ¿es raro ver a un individuo con Alas?."

Todos asienten al instante a las palabras que Yossu había dicho.

Luprel, desde su trono le responde " Somos muy cerrados y no tenemos muchos conocimientos sobre lo que sucede afuera, pero solo conocemos a un tipo de raza que posee alas en su forma humana y esos son los dragones, pero tus alas son raras, así que no sabría decir si eres un dragón. Además, nadie de acá ha visto un dragón y verte en estos momentos ya es algo raro."

El rey de Orbis da un paso en frente y con una sonrisa en su rostro.

"Puedo sacar fácilmente información de este mundo a través del dialogo."

"Mis colores blancos y oscuros en las alas se deben a que soy mitad demonio y mitad ángel."

Todos se sorprendieron pero de una manera rara.

Seguido Luprel habla con sorpresa.

"¿Ángeles?...¿Ángeles?...no los conozco, pero si reconozco a los demonios."

"Se supone que es raro ver a demonios con alas, ya que muy pocos tienen o al menos eso es lo que tengo entendido."

"Sin embargo, me sorprende que seas de dos razas, eso si es más raro."

[Yossu] "¿Tan raro soy?."

Alen grita al escucharlo "Pues obvio!."

Yossu no se sorprende mucho, ya que estaba acostumbrado a que su raza fuera rara, hasta en el juego Stelaris era algo imposible.

"…Jajaha…en mi reino hay muchos tipos de raza, incluso algunos tienen alas. Además, como claro ejemplo esta mi hija, Izet. Tiene alas oscuras y es una vampira."

Menciona en tanto señala a su hija que estaba a un lado.

Izet se alegra y sonroja al escuchar que su padre la presenta como su hija.

Lisa se lleva una gran sorpresa al saber que el rey Yossu tenia una hija.

Al mismo tiempo, no puede evitar pensar en que si había una hija, entonces había una esposa. Esto la molesto y deprimió un poco, incluso su gran emoción decayó y sus mejillas volvieron a su normal color.

Luprel también se gano una sorpresa y con mucha curiosidad dijo "Oh, pensé que esa mujer a tu lado era tu esposa o algún acompañante, pero nunca me imagine que seria tu hija. Sin duda sorprendente, tu esposa debe de ser muy hermosa para haber dado a luz a una mujer tan linda como lo es tu hija. Además, tener una hija a tan corta edad debe de ser difícil."

Yossu se sorprende por esas palabras y se miran desconcertados, lo cual llama la atención de los elfos.

"Ahhhh…Cierto, por un momento me olvidé que los hijos vienen de la unión de una mujer y un hombre, no se como pude haberme olvidado de algo como eso, pero debe de ser por la emoción."

"Al parecer hay un malentendido."

"Primero, no soy tan joven, tengo 500 años."

"Según mi país, eso tengo, así que me quedo con esos años. Además, las cosas son más fáciles de explicar si digo que tengo esos años…o igual no….Bueno, no importa."

"Segundo, no es mi hija porque nació de mi y una mujer, sino que lo es debido a que yo la cree."

Todos estaban desconcertados por las últimas menciones del Yossu.

Ambas menciones eran muy sorprendentes.

Sin embargo, a pesar de que a Lisa todo le parecía extraño, estaba muy feliz por escuchar que Yossu no tuvo una hija de manera normal, por dentro explotaba de la emoción y ahora sus mejillas nuevamente se llenaron de rojo.

El ambiente estaba inundado de pensamiento confusos.

Era imposible para los elfos no pensar en la palabra "Dios" al escucharlo decir que podía crear vida. Sin contar, que ser joven y tener esa edad fue muy impactante para los ojos y vista de la raza longeva.

Mientras se mantenía ese tipo de ambiente, cambia su rostro alegre a uno más serio y mira al rey de los elfos.

Ambos reyes cruzaban miradas.

"Bueno, pasemos a lo principal, quiero establecer buenas relaciones con los elfos. También deseo información de este mundo y me gustaría que me mostrasen un mapa."

"Por supuesto, esto no será gratis, ya que se encuentran en una guerra, estaría encantado de poder brindarle mi ayuda a un país amigo."

"¿¡Les gusta mi propuesta!?."

-CONTINUARA-

 

 

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