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La basura de la familia

<Que mierda>

Esos eran mis pensamientos.

Actualmente me hallaba en el establo, cercano a la taberna, durmiendo en un montón de paja, con una míseras moneda de plata.

¿Crees que me lo merezco?

Bueno puede ser que quizás un poco, ¡pero un poco!

Debería disculparme con mí compañera Ella, pero lo cierto es que la tuve complicada.

Unas horas antes, luego de salir del burdel...

Estaba apoyado sobre una pared del exterior del burdel, borracho, cuando de pronto un hombre viejo se me acercó.

"Buen señor, ¿se encuentran bien, déjeme ayudarlo"

El hombre coloco mí brazo en su hombro, para llevarme a rastras

Tras caminar un poco por la calle, el viejo se mete por un callejón.

"Viejo..." Jose eructa "¿Adonde estamos yendo?"

"Quédese tranquilo, lo estoy llevando a un lugar, para que tenga una buena siesta"

"Gracias buen viejo, huele a rata, pero gracias viejete" Jose vomita, ante esto el viejo lo suelta.

"¡Que asco!" El viejo se aleja y hace unas señales con la mano derecha "Ya basta de la farsa, te vamos a degollar y vender por partes"

El viejo saca un cuchillo y tres hombres se acercan detrás suyo.

"Gracias por traerlo, ahora podrá ver a su familia" dice un hombre de los que se hallaban detrás del viejo.

"De verdad, ¿¡donde estan!?" Grita el viejo, llorando.

Un hombre se acerca a su oído y le susurra al viejo "Degollados y vendidos" Ante estas palabras le raja el cuello al viejo.

"Que peste, ya estaba sintiendo arrepentimiento, nos podría haber sido más útil, bueno basta de hablar llevemonos a ese hombre, le debe dinero al jefe"

José que había dejado de vomitar, pero tenía toda la ropa sucia, menos los pantalones, que no tenía, se levanta y dice "Esperen tengo el..." eructa "el dinero"

"¿En serio tienes las 200 monedas de oro?" Pregunta un hombre

"¡Eh.. 200, ¿no que eran 185?" Pregunta sorprendido Jose.

"Intereses" Responde un hombre "Bueno danos el dinero ahora mismo"

"Tengan" Jose arroja una moneda de plata y comienza a reír "Infelices estoy mas pobre que oveja calva, vengan les voy a romper la cara"

Ante esto los hombres guardan los cuchillos, pero sacan un fierro.

Un hombre se acerca a José, este esquiva el golpe por poco, pero otro hombre se acerca.

Jose vomita en la cara del hombre que se le acercaba.

"¡Que asco, mis ojos!" El hombre que recibió el vómito se hallaba en el piso rascándose los ojos.

"Jeje, disculpa comida picante y bebí cerveza de chile ultra picante, jeje"

El hombre que anteriormente trato de golpear a José, vuelve a hacerlo, pero este le esquiva nuevamente y esta vez le roba el fierro, al hacerlo le parte la cabeza al hombre.

Jose apunta el fierro al hombre que no se movió en ningún momento.

"¡Y tu quieres pelear!" tras decir eso también le pega al que se rascaba los ojos.

"Estoy bien con irme y informar, asi que nos..."

Jose, mientras que hablaba el hombre le arrojó el fiero entre ojo y ojo, clavándoselo.

"Uh, ahora esto esta mas feo, algo es deber dinero y otra es matar a los recaudadores, mejor no dejo testigos"

"¿Como que no dejar testigos?" Un hombre grande con varios tatuajes en su brazos y rostro habló, detrás de José.

José se da la vuelta lentamente "Sabes que es broma Brock, yo nunca haría eso"

"¿Y a el tipo de allí, le puedes decir lo mismo?" Señala al unicornio.

"Eh, bueno se me resbaló un poco la mano, pero sabes que no fue intencional"

"Aja, de todos modos omitiré detalles y diremos que fue el viejete, pero luego de esto no te debo nada, pero eso si vendrás conmigo sin decir nada"

"No creo poder negarme, va puedo hacerlo, pero luego ¿que?"

"Sabia decisión Jose, ven sígueme"

José antes de irse roba, digo consigue unas pantalones de un hombre abatido.

Ya en el lugar.

Brock deja al indefenso José, pero ya no tan borracho, frente a una persona con varios guardias.

"Hola hermano" Dice José a la persona con tanta defensa.

"Sabes que no tienes derecho a llamarme asi, no luego de aquello" Le responde esa persona importante.

"No fue intencional, sabes..."

"¡¡¡Robar a tu familia y dejar paralítico a Padre no fue intencional, ya cállate basura!!!"

Jose baja la vista de forma humillante.

"Tienes suerte de solo tener una deuda, de no ser porque padre no quisiera verte muerto, te habría matado con mis propias manos, mereces morir, ¡eres basura!"

"Lo lamento Victor, tienes razón soy basura, ahora mismo viajo con una chica que vive repitiendo eso, pero al fin y acabo me ayuda a mejor, creo, hemos establecido un tipo de confianza y la verdad ahora trabajo como aventurero, por hacer algo bien, ah y pagar la deuda"

"Me alegro que seas aventurero, como están las cosas es probable que mueras, eso seria muy buen final, ojalá hubieras estado en la ciudad de Flaria y hubieras tenido una muerte horrible"

"Si Victor, lo que digas, quizás tengas razón, asi me ahorraría lo de la deuda"

Por el salón, muchas caras de desprecio se logran ver.

"Mira te lo dejare fácil o pides perdón dejando la región o te tiro a una jaula con un lobo, elige"

"Si lo pones asi, ¿si le ganó al lobo que pasa?"

"Te arrojas otro lobo, si le ganas a ese. otro mas y asi hasta que mueras"

"Pues es clara la respuesta entonces, ¿Cuanto mas puedo permanecer en la región?"

"Siete días, luego de eso si sigues aquí, haré que te traigan y te torturare lentamente, haciéndome sufrir tanto como dañaste a la familia.

"Esta bien, me gustaría despedirme de alguien antes"

Ya en el presente...

<Y pensar que asi me trataría por última vez mí compañera Ela, bueno tengo dos monedas de plata y siete días, para irme, con unos gigantes de por medio en la ruta, que mierda>

A eso José duerme en el pajar.

Durante la noche se escucha un ruido de algo chocando con el suelo fuertemente y luego el ruido de los llantos del dolor y a la se silencia.

José se levanta, se acerca a una ventana, pero antes de mirar su compañera Ela lo tumba al piso.

"Y pensar que eras asi, Ela"

"¡Cállate!"

Tras ese segundo de intercambios de palabras, una fuerte ráfaga de algo similar a ¿balas?, que nunca antes había visto perfora todo a su paso, matando caballos y otras cosas que estuvieran en el establo.

"Dejemos dejar la capital" Susurra Ela, que se hallaban sin su armadura, por cierto y resaltaba su estadística femenina.

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