CAPÍTULO 102- Recuerdos y arrepentimientos.
(Pov- Zei.)
¿Qué es esta comodidad? Me siento muy cómodo y tranquilo… Y también huele bien… ¿Perfume de mujer? Qué delicioso aroma.
…
…
Espera… ¡Pero estoy en una Mazmorra llena de monstruos! ¡No puedo bajar la guardia!
Abrí los ojos y lo primero que vi, fue a Diakar, que me estaba acariciando la cabeza y me observaba con una expresión muy dulce.
M-mi cabeza está en su regazo.
Tiene pelo blanco por todo su cuerpo, pero sus muslos son suaves… Soy un enfermo.
—Hola, padre.
—¿Padre?
Es… cierto… Los recuerdos de mi vida pasada… Cuando Fetoca intentó matarla, un recuerdo invadió mi mente por unos segundos… Una pequeña Diakar me abrazaba y me llamaba "papá"… Se sintió demasiado real… "Aparte, él es la reencarnación de mi buen amigo, el Rey demonio, Surkei". Si lo que dijo Fetoca es cierto, entonces… soy la reencarnación del Rey demonio… ¿Y ella es la hija de mi vida pasada?
—…
"No dejaré que mueras". "Sabes delicioso". "Tus gritos son música para mis oídos". "¿Ya comenzaste a sentir placer cuando te violan?" "¿Te gusta que te meta mi dedo?"
Ella no es diferente de los otros demonios… También se aprovechó de mí.
—… Aléjate de mí.
—¿Qué?
Me levanté y me alejé caminando.
—Eres la hija de mi vida pasada, por eso te dejé vivir, pero eso es todo. Si me sigues, te mato.
—¡Por favor, no!
Se acercó rápidamente a mí y puso su cabeza en el suelo.
—¡Por favor, perdóname! ¡No sabía que eras la reencarnación de mi padre!
Está llorando... Algo dentro de mí le duele verla llorar... Creo que el Rey demonio realmente la quería.
—¿Quieres que te perdone por permitir que me siguieran violando? ¿Estás hablando en serio?
—… Lo siento, padre, pero...
—No soy tu padre. Soy la reencarnación de tu padre, pero no soy tu padre.
—... Amo...
—No.
—... Zei... No habíamos comido comida normal en más de 200 años... No podíamos abandonar este piso de la Mazmorra... Solo seguíamos tus... Solo seguíamos las órdenes de nuestro amo, el Rey demonio... Perdón por obedecer las órdenes de tu vida pasada... Perdón... ¡Perdón!
La abracé con fuerza y puse su cabeza en mi pecho.
—Perdón por mentirte. Aunque no fueras virgen, aún podrías usar la magia que te enseñé. Cuando te encerré en este lugar, te dije que siguieras siendo virgen porque no quería que se aprovecharan de ti... Era un padre celoso... No quería dejarte explorar tu sexualidad porque tenía miedo de que cambiaras. Quería mantener a mi lado para siempre a esa pequeña niña adorable que me acompañaba a pescar. Tu madre fue una gran amiga para mí, y cuando murió, me hizo prometerle que siempre cuidaría de ti.
Comencé a llorar y mis lágrimas cayeron sobre el rostro de Diakar.
—¡Perdón, Diakar! ¡Por favor, perdóname! Tu familia tenía la habilidad para recolectar energía mágica y vital. Necesitaba que estuvieras en este lugar para que mi plan de crear un infierno artificial funcionara... Sacrifiqué la vida de mi hija para salvar a los demonios... Sé que hice algo horrible, pero era necesario... ¿Eh?
Espera... ¿Qué estoy diciendo?
Me alejé de Diakar y observé mis manos.
—¿Cómo sé todo eso?
"¡Deja a mi esposa!" "¡No toques a mis hijas, maldito!" "¡Deja de violar a mi madre! ¡Mátame! ¡Ten piedad, ella no tiene la culpa!" "¡M-monstruo, no toques a mi abuela! ¡Viólame a mí, pero no toques a mi abuela! ¡Ella es la persona más importante para mí! ¡Por favor, déjala!"
Decenas... Cientos de voces invaden mi mente... L-los recuerdos del Rey demonio se están manifestando.
—Y-yo no fui... Y-yo no soy un violador.
"¡Monstruo!"
—N-no...
"¡¡Detente!! ¡¡Deja a mi esposa, por favor!! ¡¡Aceptaré cualquier castigo, pero déjala!!"
—N-no soy un violador...
"N-no... ¡¿Qué le haces a mi abuela?!"
—N-no soy un enfermo... ¡¡Yo no soy el Rey demonio!!
Todas esas voces tristes y furiosas... Escucharlas rompen mi corazón.
Yo no soy el Rey demonio. Yo no he violado a nadie... ¡No recibiré el castigo por algo que hizo mi vida pasada!
—¡¡No soy el Rey demonio!! ¡¡No lo soy!!
—Supongo que sus recuerdos están regresando... Esto es malo.
Un polvo rojo salió de mi nariz y comenzó a tomar forma humana.
—Debemos evitarlo.
Es... un anciano con cuernos... Fetoca... Me lo imaginaba más genial.
—¿Fetoca?
Fetoca acarició mi cabeza.
—Está prohibido que una reencarnación tenga los recuerdos de su vida pasada. Solo en casos especiales son permitidos, pero tú no eres un caso especial.
—¿Puedes borrar los recuerdos?
Fetoca sonrió y me limpió las lágrimas.
—Sí... Por cierto, ¿qué planeas hacer ahora?
—... No lo sé... Pensaba regresar con mis padres.
—Ya veo... Bueno, ya terminé. Vamos.
Desaparecimos de ese lugar y aparecimos en mi habitación.
—¿M-magia de teletransportación?
—Poseo magia especial, por eso puedo usarla.
Se escuchan unas risas... ¿Mis padres se están riendo?
Salí de mi habitación y comencé a bajar las escaleras.
—Espero que lloren un poco por mi regreso.
Se escuchan unas voces en el comedor... Reconozco esas voces... El Rey está aquí.
Intenté abrir la puerta del comedor, pero unas palabras me detienen.
—¡El progreso de Zei en tan poco tiempo es increíble! ¿Cómo lo lograron?
—Con mucho entrenamiento, sudor, lágrimas y sangre.- Dijo mi padre.
—¿Mi progreso?
Abrí lentamente la puerta para ver lo que estaba pasando... Lo que vi me dejó en shock.
—¡Por el gran progreso de Zei! Aunque perdió con la princesa Cristhela, demostró poseer un gran talento mágico.
Todos levantaron sus copas con vino... Mis padres... La Familia Real... Y algunos nobles importantes también estaban ahí... Pero hay alguien más... Hay otro Zei celebrando con ellos.
—¿M-me reemplazaron?
Fetoca me acarició el hombro y cerró la puerta. Afortunadamente, nadie nos detectó.
—Magia de transformación... Alguien te reemplazó.
—... Soy reemplazable... No importa lo que hiciera, nunca mejoraba... Era la decepción de la familia... No dudaron en abandonarme para salvarse... No intentaron salvarme... Y me reemplazan en poco tiempo...
Me alejé caminando e intenté tranquilizarme.
—Perdón por no ser como ustedes... Perdón por ser una decepción... ¡Perdón!
Frustrado, intenté golpear la pared, pero Fetoca me detuvo.
—¿Quieres comenzar una nueva vida?
—... Sí, por favor.
En este momento, ya nada me importa... Si puedo comenzar de nuevo en otro lugar, lo aceptaré sin pensarlo demasiado.
—Tienes dos opciones. La primera: ir a otro mundo mágico. Pero, si quieres una nueva experiencia, puedo llevarte al mundo 15, que es un mundo con tecnología muy, muy avanzada, pero no existe la magia.
—... Quiero alejarme de la magia... Vamos al mundo 15.
Obviamente, estoy confundido. ¿Cuántos mundos existen? Sea como sea, no tengo tiempo para preguntar... Quiero irme ya.
—Te explicaré lo que tendrás qué hacer.
Se volvió polvo y entró por mi nariz.
—Vamos.
Desaparecí de ese lugar y espero nunca volver.