CAPÍTULO 96- Efectos secundarios.
"Te convertiste en aquello que juraste destruir". Esa es una frase que escuché en una película.
Siempre odié los protagonistas con harem, y me convertí en uno.
Siempre odié los engaños, y he engañado a mis novias.
Soy una mierda de persona.
Si mis padres originales me vieran, seguramente se decepcionarían de mí.
Pero debo soportar mi dolor… Debo hacerlo.
Después de todo, tengo una misión muy importante. No debo fallar… Y si es necesario morir para cumplirla, lo haré.
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—¿Te sientes bien, Kei? Te ves un poco mal.
—Sí, estoy bien.
La verdad, no estoy bien.
Me duele demasiado la cabeza. Este dolor no es normal.
Tal vez necesito descansar más.
Me reuní con mi abuela y las demás para irnos. Este lugar me decepcionó un poco. La escuela fue aburrida. Nada interesante pasó… Bueno, lo que pasó con Frima fue lo único interesante.
Ahora estamos en la casa que la reina le dio a mi abuela, listos para irnos.
—Abuela, hoy no entrenaré, dormiré un poco. Me duele un poco la cabeza.
—Sí, está bien. Vámonos.
Todos nos tomamos de las manos y mi abuela usó "Teletransportación".
Todos desaparecieron, excepto yo… ¿Eh? ¿Por qué sigo aquí?
—¿Eh? ¿Qué pasó?
Intenté usar "Teletransportación", pero no puedo… ¿Qué pasa? ¿Mi magia sigue fallando?
—Ve a la iglesia.
La voz del Dios supremo… Creo que él me explicará lo que me pasa.
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Los dolores de cabeza siguen aumentando… Tengo fiebre.
Me siento muy mal… Yo nunca me enfermo… ¿Qué me está pasando?
Entré a una iglesia… Vaya, vaya. Tienen una escultura de Fravi muy bien hecha. Odio admitirlo, pero es hermosa. Si tan solo no estuviera loca, diría que Zius tuvo suerte de estar casado con ella.
—Reza y cierra los ojos.
Bueno, el Dios supremo me dijo eso. Debo obedecerlo.
Me arrodillé ante la escultura y junté mis manos.
Cerré los ojos… Bien… Supongo que puedo empezar.
Oh, Diosa inútil, escucha mi oración. Todos tus intentos de matarme han fallado. Es muy obvio que soy el héroe Kei, pero las héroes son muy fáciles de engañar. Sé que no podré mantener mi identidad por mucho tiempo. Diosa inútil, escucha mi petición. Por favor, deja de estorbar. Espera hasta la pelea final. Con cariño, el héroe Kei.
—Abre los ojos.
Abrí los ojos… ¿Eh?
¿Qué es este lugar? Estoy en medio de una ciudad… Una ciudad moderna… ¿Qué es esto? ¿Estoy en el infierno?
Las personas me están observando demasiado… ¿Son humanos? No parecen demonios.
El Dios supremo apareció frente a mí y todas las personas a mi alrededor se arrodillaron.
—Bienvenido a Godfer, Kei.
—¿Godfer?
Me levanté y observé a las personas a mi alrededor.
Ahora que me doy cuenta, hay Semihumanos, humanos, Hadas… ¡¿Ángeles?!
—¿Qué es este lugar?
—Aquí viven los Dioses. Todas las personas que estás viendo son Dioses, excepto los Ángeles.
—G… G… G… ¡¡Genial!!
Me acerqué a un hombre enorme y saqué de mi "Almacenamiento mágico" papel y un lápiz.
—¡¿Eres el Dios de la guerra o de la muerte?! ¡Dame tu autógrafo!
—S-soy el Dios del amor.
—Oh, eso fue inesperado. ¡Dame tu autógrafo, por favor!
Me acerqué a una pequeña niña y me agaché para verla. Qué adorable es.
—¡Eres muy adorable! ¿Eres una Diosa también?
—N-no…
—Ella es mi hija. Su nombre es Maisha. (Maisha es un personaje de "Humanos contra demonios")
—¡Genial, eres la hija de un Dios!
Le acaricié la cabeza y sonreí.
—¡Qué adorable eres…!
El Dios supremo me tomó del brazo y me alejó de ellos.
—Estás dando pena ajena. Ven conmigo.
—P-perdón.
Supongo que me dejé llevar. Estaba dando pena ajena. Pero no pude contenerme, estaba muy emocionado. Estoy rodeado de Dioses... Dioses... Espera... ¡Fravi es una Diosa también!
—¿Fravi está aquí también?
Creo que los Dioses la conocen. Cuando mencioné su nombre, comenzaron a temblar. ¿Se pusieron nerviosos?
—¿Le tienen miedo a Fravi?
—Sí.
—¿Por qué?
—... Algún día sabrás la respuesta.
—Vaya, vaya... ¿Y por qué me trajiste aquí?
—Necesitas saber algo sobre tu condición.
—¿Mi condición?
—Tus puntos mágicos sufrieron demasiado daño. Están "rotos". La magia de "Teletransportación" ya no te afecta. Y la magia de vuelo también fue afectada. Cuando vueles, serás más lento. Tu velocidad volando será la misma que tu velocidad corriendo.
—... Ya sabía que esto podría pasar... ¿Hay algo que yo pueda hacer?
—Tus puntos mágicos se arreglarán solos. Volverán a la normalidad en dos o tres años. Depende de tus entrenamientos.
—Debo esperar... Ya veo... ¿No podías decirme eso en mi mundo?
—Kei, le debo un favor a un grupo de Súcubos. Ellas sobreviven absorbiendo la energía vital de los humanos... Y la Diosa de los Súcubos descubrió que tienes un alma perfecta... En otras palabras, quieren tener sexo contigo.
—...Ya es muy tarde, debo retirarme.
Me alejé del Dios supremo.
Debo alejarme. ¡Debo alejarme!
—Ellas me ayudaron a conseguir la información sobre los humanos de todos los mundos. Gracias a ellas, puedo saber la diferencia entre los humanos de diferentes mundos. Debo devolverles el favor.
El Dios supremo apareció frente a mí y me tomó del brazo.
—No tienes otra opción.
Desaparecimos de ahí y aparecimos en una enorme habitación... ¡Mierda! ¡No quiero engañar a mis novias!
H-hay más de 20 Súcubos aquí.
—¡Dios supremo, por favor, tenga piedad, yo tengo novias, no quiero engañarlas!
—Lo siento por esto... Cambio de personalidad.
El Dios supremo desapareció.
—¡Espere...!
Mi cabeza me comenzó a doler más... N-no... N-no puedo controlar mi cuerpo ahora.
—Es muy lindo.
Las Súcubos me rodearon y comenzaron a tocarme.
—Vamos a divertirnos.- Dije sonriendo.
N-no... ¡¿Por qué dije eso?!
Un vapor me rodeó y comencé a crecer.
El vapor desapareció. Me transformé en un chico de 18 años.
—¿Comenzamos?
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El Dios supremo apareció al lado de su hermana, que estaba jugando videojuegos.
—¿Y bien?
—Tuve que obligarlo.
—Te lo dije. Sería más fácil que usaras tu poder para arreglar sus puntos mágicos.
—Si lo ayudo con mi poder ahora, no podré ayudarlo más adelante. Gracias al poder de las Súcubos, los puntos mágicos de Kei podrán volver a la normalidad en dos años.
—Su aventura es aburrida. Ya no me interesa. Lo ayudas demasiado. Necesita más emoción. Es la última vez que te lo diré, hermano mayor. Ya no ayudes a Kei.
—... Esta será la última vez que lo ayude... Lo prometo.