CAPÍTULO 12- La Espada Dragón falsa.
Kei y las chicas caminan juntos por la capital.
Kei tiene los ojos cerrados y está murmurando.
—Sí… Bien… Golem número 15, deja los cuerpos en el jardín. Informa lo que pasó.
Abre los ojos y se limpia el sudor.
—La comunicación con mis Golems cansa… Bueno, ya llegamos.
Kei y las chicas entran a una enorme tienda.
—Vaya, vaya…
Una chica de la raza de Titanes está amenazando al padre de Diama con una espada.
El padre de Diama se dedica a la venta de diversos artículos. Armas, pociones mágicas, objetos mágicos, hierbas medicinales, entre otros objetos.
—Hola, Kei. Tu espada está lista.- Dijo el padre de Diama, Makiar.
—Veo que tienes problemas.
—Sí, ella me está pidiendo dinero.
—¿Soborno o extorsión?
—Dice que es protección… Así que es extorsión.
—¡Deja de hablar y entrega el dinero!
La chica está furiosa.
Kei se acerca a ella y bosteza.
—Bueno… Terminemos esto rápido.
Kei salta y le da una patada en la cabeza a la chica.
Ella sale volando y choca contra una pared.
—Bueno… Sigue despierta…
—M-maldito…
La chica intenta levantarse y Kei extiende su mano derecha.
Una pequeña esfera de fuego aparece y flota frente a él.
Poco a poco, la esfera de fuego crece.
—Vaya, vaya… Eres muy resistente… ¿Podrás resistir esto?
La esfera de fuego ahora tiene el tamaño de un adulto.
—E-ese poder mágico…
—Vaya… Debería estar acostumbrado a esto, pero Kei no deja de sorprenderme.
—Digo lo mismo, padre.
—¡Me rindo!
La chica intenta escapar, pero Drin se para frente a ella, impidiendo su escape.
—Drin, deja que escape.
—Pero…
—Ya se rindió. Haz lo que yo te digo, por favor.
—Sí, está bien.
La chica escapa y la esfera de fuego desaparece.
—Bueno, terminé… Drin, sigue a esa chica, estoy seguro de que se dirige a su base para informarle a su líder sobre mí. Cuando encuentres la base, quiero que los captures vivos, por favor. Y mata al líder.
—Sí, lo haré.
Drin sale de la tienda.
Para Drin, eso es fácil. No tendrá ningún problema.
—¿En serio hará eso?- Dijo Diama.
—Hija, ya deberías saber que Kei no es normal. Estoy seguro de que su amiga es igual de poderosa que él.
—Exacto… Ella es igual de poderosa que yo… Por cierto, ¿y mi espada?
Makiar se agacha y recoge una caja de madera.
—Aquí está.
Abre la caja y saca una espada roja. Su empuñadura tiene escamas negras y el resto de la espada tiene escamas rojas.
—Una copia de la "Espada Dragón."
—Se ve poderosa… Aunque sea una simple copia, puedo sentir su gran poder… Me sorprende que me la vendas tan barata… Te podría pagar 10 veces más.
—No podría aceptar esa generosidad. Ya te lo dije, pero lo vuelvo a repetir. Esta espada la encontró un amigo comerciante en un bosque, y cuando la tomó, una voz le dijo: "El niño. Llévame con el niño llamado Kei." Es tu destino tomarla. Es por eso que no te la vendo tan cara.
—Esa historia parece muy sospechosa… Pero la aceptaré.
Kei toma la espada y sus ojos se vuelven completamente rojos.
—Un último regalo de mi parte.- Dijo Zius en su mente.
Sus ojos vuelven a la normalidad y Kei cae de rodillas.
—¡¿Estás bien?!- Dijo Diama preocupada.
—S-sí…
La espada desaparece.
—¡¿Desapareció?!
—No te preocupes, la guardé.
Kei baja la mirada. Su expresión es seria. Sintió miedo cuando tomó la espada. Es un objeto muy peligroso.
—Sentía que mi cuerpo estaba cambiando… Debo tener cuidado.- Pensó Kei.
Drin entra a la tienda.
—Ya terminé.
—Vaya, vaya. Eso fue rápido… Me pregunto si necesito comprar más armas.
•
•
Después de un largo día con Diama, Drin y Kei volvieron a su casa.
Drin volvió a su forma como gato.
—Ya regresé.
Kei entró a la cocina. Sus padres y su hermana están cenando.
—¿Ya te encargaste de las bandidas, madre?
—Sí, lo hice. Gracias por la ayuda, Kei.
—Fueron mis Golems. Dales las gracias a ellos… Por cierto, ya me encargué del grupo criminal. Las cabezas las dejé en la oficina de seguridad. Intentaron arrestarme, pero les expliqué que soy tu hijo y me dejaron en paz. Y dejé con vida a 5 bandidas. Ellas solo robaban, no mataban.
—Luego revisaré el informe completo. Cena con nosotros.
—Gracias.
Kei se sienta al lado de su hermana y coloca a Drin en la mesa.
—Kei, baja a Nia.- Dijo su padre.
—Ella es muy limpia, no te preocupes. ¿Verdad, Nia?- Dijo Kei, mientras acaricia a Drin.
Mei se acerca demasiado a Kei.
—¡Hermano, ya terminé mi tarea! ¡Cumple tu promesa!
—Primero la revisaré.
—Nuestro padre ya la revisó y me dijo que todo estaba correcto.
—¿En serio?
—Sí… Es bastante raro, pero es correcto.- Dijo su padre.
—Ya veo… Haré lo que me pidas, Mei. ¿Quieres que te cocine algo? ¿Quieres que haga tu tarea la próxima vez?
—¡Quiero un beso!
—Ya veo, ya veo. Un beso. Claro, está… ¿Eh? ¿Un beso? ¿Te conformas con un beso?
—¡Sí, por favor!
—Realmente se parece a Nia.- Pensó Kei.
Nia siempre le pedía besos a Kei. Él pensaba que eso era normal, así que no se negaba.
Y como Mei se parece a Nia, él también piensa que es normal.
—Claro… Está bien.
Kei le da un beso en la mejilla a Mei y ella se pone completamente roja.
—¡Gracias, hermano!
Sus padres los observan incómodos. Saben que eso es raro.
—Mei siempre decía que amaba a Kei, pero esto es demasiado.
—Sí, tienes razón… Kei piensa que eso es normal porque ya se acostumbró a Mei… Debemos hacer algo al respecto.
Mientras los padres están hablando en voz baja, Kei está pensando.
—¿La espada toma control de mi cuerpo? No lo creo… Creo que modifica mi cuerpo… Drin me dijo que es peligroso usarla… ¿Por qué me dio eso Zius? Debo investigar la "Espada Dragón".- Pensó Kei.
Observa a su madre. Ella tiene un enorme poder sobre el país, ella puede ayudarlo a recopilar información.
—Madre, quiero conseguir información sobre Near Nisha, la héroe más poderosa.
—¿Por qué te interesa?
—Su poder divino me llama la atención.
Near Nisha.
Poder divino: Espada Dragón.
Es conocida como la más poderosa de las héroes. Es la líder de su grupo. Es conocida por ser una chica presumida y molesta. El poder se le subió a la cabeza.
—Su espada es legendaria. Me gustaría imitarla.
—Ya veo… Está bien, conseguiré la información que pides.
—Gracias, madre.
—Pero a cambio, aceptarás dos propuestas de matrimonio.
—Claro, lo haré… Espera, ¡¿qué?!