En ese momento cuando se decidió todo en la reunión de Yasaka y Grayfia, eran apenas las 9:55 AM de ese día.
Sin esperar más, en ese momento, el gran grupo de Yasaka, Kunou, Alexander, Grayfia, Rías, Akeno, Kiba, y Koneko, salieron de la Mansión Kyuubi y fueron para comenzar su viaje de exploración de Kyoto.
Alexander, su amante y su hijastra, no pensaban acompañar a los Demonios, originalmente, ya que hacerlo sin preguntar pudiera haber sido una falta de respeto, pero bajo la insistencia de Rías, y muy extrañamente, una Koneko sonrojada, no tuvieron demasiado en contra de algo así, aunque ya conocieran Kyoto como la palma de la mano.
El viejo Tengu volvió después de saludar a su Clan, y la Señora zorro se quedó en la Mansión para organizar todo para cuando llegaran, además de preparar el almuerzo y la cena.
En el viaje, normalmente Yasaka y Grayfia se quedaron conversando detrás del grupo, mientras Alexander, que era sorprendentemente muy bueno con los niños, estaba con ellos y bromeando a cada rato.
Kunou sostenía una de sus manos la mayor parte de tiempo, y Koneko sostenía su manga de la otra mano.
Era realmente increíble lo mucho que Koneko se encariñó con él por sólo unas palmaditas en la cabeza, pero Alexander no tenía absolutamente nada en contra de esto.
Así podría ayudarla mejor en el futuro.
Rías le preguntaba cosas de vez en cuando, y Akeno también en algunas ocasiones.
Kiba sólo caminaba en silencio y disfrutando de el viaje.
El día fue extremadamente divertido e hicieron todo tipo de cosas, también Alexander sacó fotos de casi todo.
Incluso Yasaka, apenada con los ligeros toques discretos y casuales de Alexander por aquí y por allí... que milagrosamente, siempre pasaban inadvertidos, también se divirtió en todo el trayecto.
Y lo más sorprendente, era que incluso Grayfia también se soltó bastante en la salida, si bien al principio estaba estoica, cuando ella y Rías se montaron en uno de esos "carros de choque", en un parque temático en Kyoto, y Alexander y Kunou se montaron en otro, la sonrisa arrogante e infantil de Alexander encendió una chispa dentro de Grayfia y ella de pronto no quería perder.
Fue un combate bastante intenso, pero al final ninguno de ellos habían ganado, aunque bueno... el juego no era uno de esos en los que se gana o se pierde, sino que se disfruta, pero para Alexander y Grayfia el ganar significaba una mayor cantidad de choques otorgados a la otra parte.
Sorprendentemente, había algo raro en el mundo ya que aunque ese era un juego, de hecho, Alexander no era malo en eso, ya que podía conducir bien, pero claro, como Kunou tenía mayor exactitud, casi siempre estuvo al volante.
Era bastante excitante ver todos esos carros chocar entre ellos mismos y los ánimos de todos los participantes estaban elevados, si bien Grayfia se negó debido a que sería algo inmaduro de su parte, bajo el reclamo de su Ojou-sama, Grayfia participó con un suspiro.
De hecho, Alexander asentía al ver los pechos de Grayfia balanceándose cada vez que chocaban en el carro de choque, y cuando se montó Yasaka, también lo disfrutó bastante. El Boing~Boing era bastante erótico para Alexander y le obligaba a entonar sus ojos.
En otra vuelta, luego Alexander se subió a un pequeño carro de choque azul con Koneko en su regazo, y con Kiba en el otro asiento, y al mismo tiempo, entre los demás participantes del juego, también se habían subido Akeno con Kunou en su regazo, y en el otro lado Rías.
Alexander miró serio a Kiba y asintió, y Kiba, muy divertido con todo esto, también le asintió, tratando de parecer serio.
Koneko señaló silenciosamente a Kunou, y entonces hizo un pulgar para luego bajarlo, como el César ordenando la muerte de un gladiador.
Si.
Había mucha competividad en el aire.
...
Almorzaron en el mediodía, con unos bentos echos por la Señora zorro y traídos con magia de fuego Kyuubi, en un espacio tranquilo en los alrededores del templo Kiyomizu-dera, como en un... no, siendo un agradable picnic.
Era gracioso que todo el mundo tenía una etiqueta increíblemente noble para comer con palillos, y allí estaba Alexander que era torpe para tomar la comida, e incluso a veces se le caía de los palillos o comía apresuradamente.
En ese momento, a Koneko se le ocurrió darle a Alexander un Karaage, que era un trozo circular de carne de pollo revestido con una mezcla condimentada de harina de trigo y freído en aceite caliente... de su propio bento, y Kunou, claramente, también encendió su espíritu alimentador al ver algo así.
Al final, Alexander fue alimentado por Koneko, Kunou, Yasaka, y hasta Rías, que decía algo como "Y-Ya no voy a comer más así que es un desperdicio botar la comida, u-um", mientras sus mejillas estaban rojas.
Luego, en el resto de la tarde fueron a la Torre de Kyoto, a los Templos de Pabellón de Plata y Oro (Dorado), el Templo Kamigamo, el Templo Shimogamo, incluso fueron al susodicho Castillo Nijou, que estaba más allá de la ciudad de Kyoto con su enorme tamaño.
Ahora, si se tratase de personas normales, les sería imposible visitar estos lugares en un solo día, y menos en una sola tarde, pero este no era el caso de los Demonios, Youkais, y Alexander. Como Yasaka estaba estrechamente conectada a Kyoto, para disminuir más el tiempo de transporte que usualmente se gastaría en autobuses o trenes, ella utilizó su magia desplegando círculos mágicos en cada uno de los lugares a los que visitarían, llevándolos directamente hacia esos lugares.
También fueron a uno de los más grandes parques temáticos en Kyoto, diferente al anterior en que habían estado, y se divirtieron en cada parada que hacían.
También se subieron por turnos a la Noria gigante que había allí, y desde arriba Alexander sacó fotos de todos y del paisaje de todo Kyoto así como selfies divertidas.
.....
Había... había un detalle que tenía Alexander, había algo muy raro que él tenía, que no importa quién sea, si saliera a disfrutar con Alexander, entonces al final terminaría disfrutándolo, pero disfrutándolo en serio...
Rías, una Princesa de un enorme Clan Demoníaco, que básicamente pasaba sus días estudiando y estudiando, y entrenando en el Inframundo, siendo tratada de manera muy condescendiente, y según ella, molesto, por las personas que la rodeaban.
Koneko, una chica que había sido traicionada por su persona más cercana, y torturada por algunos Demonios, habiendo perdido gran parte de su autoestima y emociones, que pasaba sus días de manera muy introvertida.
Grayfia, que su puesto era increíblemente importante y el 10% de los asuntos en sus manos eran más, y mayormente importante que los de un Presidente de un país, además de que siempre debía de dar una imagen correcta y ejemplar de una doncella de la nobleza demoníaca.
No importa quién fuera la persona, o cuál fuera su pasado, mientras salía con Alexander, lograba hacerse cercano a ese lado, ese lado infantil y que anhela la diversión adentro de uno.
.....
Grayfia definitivamente, no esperaba que un viaje que pensaba iba a ser complicado, o algo difícil, por tener que estar de guardia en todo momento, iba a resultar de esta manera, tan... liberador.
Ella incluso hizo muchas notas en su mente de los artefactos y juegos humanos, para traer en un futuro a su hijo pequeño, y que también disfrutara de esta forma.
Akeno también, ella se había reído más el día de hoy, que posiblemente toda su vida, en realidad.
Especialmente cuando molestaba divertidamente de vez en cuando a Rías o cuando hacía juegos con Alexander. Ella podría no haberse dado cuenta, pero su sonrisa en todo el trayecto, era esencialmente sincera, era una expresión de disfrute desde el fondo de su alma. No la sonrisa formal que siempre aparentaba tener.
Y hasta Kiba parecía más un niño de lo que normalmente era. También como él y Alexander eran los únicos miembros masculinos del grupo, Kiba formó una especie de lazo de hermano menor-hermano mayor con Alexander incluso aunque sólo se habían conocido hace horas.
Así... de forma muy especial, llegó la noche.
Actualmente, ya los niños se habían bañado en los onsen, y también Alexander, ahora sólo estaban Grayfia y Yasaka en el baño principal.
Al principio Yasaka estaba algo resentida con Grayfia porque se iba a llevar a Alexander al Inframundo, pero después de hoy, Yasaka estaba segura de que había conseguido una nueva amiga, y una con bastante similitud a sí misma.
.......
"Entonces... ¿cómo conoció a Alexander-san, Yasaka?"
Grayfia se metió en el agua, y su cuerpo blanco puro y voluptuoso fue cubierto, mientras se ponía la toalla doblada en la cabeza.
Yasaka había terminado ya de enjuagarse, y ya estaba sentada tranquilamente en el agua caliente.
"Ni siquiera... ni siquiera han pasado 10 días. En tan sólo este poco tiempo, tengo que decir que mi amor me conquistó, y vaya que lo hizo sorprendentemente."
Yasaka pensó en la pregunta de Grayfia, pero su mente divagó mientras parecía algo perdida y anonadada, todavía pensando que este tiempo con Alexander bien podría ser algún sueño profundo y celestial del cual ella no quería despertarse. Y también temiendo, que si despertaba un día y Alexander no estaba, ella... no sabría lo que haría.
Grayfia miró a Yasaka muy sorprendida, "Vaya, debo admitir que aunque me sorprende todavía el poco tiempo que han tenido como pareja para desarrollar su relación... me sorprende más lo mucho que ustedes se aman."
"¿Ustedes?" Yasaka miró a Grayfia y preguntó.
"¿No se ha dado cuenta, Yasaka?" Viendo que Yasaka movió la cabeza, negando, Grayfia sonrió celosamente, "Alexander-sama la mira a usted como si pudiera recibir la muerte 10 veces en su lugar, sus ojos son extremadamente apasionados cuando la mira... estoy algo envidiosa, debo comentar, ser amada de una forma tan fuerte... de alguna manera, esa es la felicidad de una mujer."
Yasaka bajó la cabeza y miró su reflejo en el agua, "¿Es así...?"
Se vió la cara tan roja que parecía un tomate.
"¿De verdad creía que no podía ver sus "juegos" al aire libre en la salida de hoy? Tal vez los pequeños no lo hayan hecho, pero cuando yo los veía sólo pensaba que parecían una pareja en su luna de miel."
"..."
Humo, literalmente, salió de la cara de Yasaka. Ella era muy tímida para estas cosas y al ver que Grayfia se había dado cuenta, pues quería que la tierra se la tragara ahora mismo de la vergüenza que tenía.
"Fufufu, pero dejando eso de lado, con mi pregunta anterior, a lo que me refería es... ¿qué fue exactamente lo de Alexander que la enamoró en primer lugar?"
Yasaka tomó unos segundos para calmar su corazón palpitante, y luego sonrió tiernamente, "Eso es... definitivamente, el cómo trató a Kunou cuando la conoció."
"¿Es así?"
"Si, él... tiene este lado infantil de su carácter, que pega muy bien con los niños, así como con los adultos de la misma manera."
"Oh, eso lo entiendo."
Grayfia asintió, ciertamente ella misma había sido infestada por la burbujeante energía de Alexander el día de hoy. Y como nunca se lo había imaginado, se divirtió puramente en todo el paseo por Kyoto.
"Y él trató a Kunou de una manera que ningún hombre había hecho anteriormente... eso, soy una mujer muy simple, así que supongo que fue eso lo que me conquistó de mi amor... aunque también..."
"¿También?"
Yasaka de pronto se volvió a sonrojar, "N-No, no es nada."
Grayfia tenía su curiosidad encendida, "¿Ehh? Por favor, no me deje con la duda, Yasaka, ahora estoy muy curiosa."
Grayfia normalmente se aseguraba a ella misma su comportamiento, y el que ella fuera de esta forma con Yasaka, significaba que la había tomado como su sincera amiga.
Yasaka miró a Grayfia, y se mordió los labios antes de decir, "Querido es... Alex-sama es..."
"¿Si?"
Yasaka se sonrojó, "Muy... c-c-caliente y... yyy, en la cama él... ¡él...!"
"..."
Escuchando a Yasaka tartamudear, Grayfia también se sorprendió por el giro inesperado de la conversación, y su cara blanca se tiñó de un poco de rojo, obviamente, sabiendo con exactitud a qué se refería Yasaka.
La charla siguiente entre estas dos mujeres maduras y extremadamente apuestas, se sintió incluso más caliente que el agua en que estaban asentadas para ellas...
.......