La vida de Kain continuo y hoy se reunió con Okita, Ozamu y Naomi. Okita y Ozamu fueron elegidos porque dijeron que tenían resistencia a las cosas aterradoras y Naomi porque quería pasar tiempo con Kain. Así que este último los invito a su casa, fueron a la arena de entrenamiento subterránea y viajaron a través de un kunai de auto invocación a la mina de mineral de chakra, en la nación de los Pastizales.
Una vez que aparecieron en la entrada, vieron un túnel con muros lisos de diez metros de ancho por cinco de alto. El suelo era de roca mientras las paredes estaban afirmadas por un material liso y suave como el metal. Había focos puestos en las murallas a los tres metros de altura y cada veinte metros de distancia que mantenían en lugar semi iluminado.
Naomi, Okita y Ozamu miraron los alrededores, sorprendidos por la gran construcción, ya que por la superficie de las paredes y techo parecía un lugar construido por otra civilización.
—Sensei— dijo Okita girando sobre su eje mientras trataba de mirarlo todo —¿Esto era lo que nos quería enseñar?—
—No, es otra cosa— dijo Kain con una sonrisa astuta, cerró sus ojos por un momento y al instante siguiente se escucharon pesadas pisadas como si alguien apuñalara el suelo. Entonces Kain abrió los ojos y espero a que se acercara su araña de tierra para ver como reaccionaban sus amigos.
—Veo algo— murmuro Ozamu captando una enorme sombra a lo lejos con una superficie redonda y las patas afiladas. Sin embargo, cuando comparo el tamaño de la cueva y el espacio que abarcaba la cosa, saco sus kunais de inmediato. Okita desenfundo su katana y Naomi retrocedió y se abrazó al brazo izquierdo de Kain.
—Tranquila— murmuro Kain mientras se escuchaban las pesadas pisadas que comenzaron a retumbar por la cueva —es algo que yo hice—
—¿De verdad?— preguntó Naomi con esos hermosos ojos verdes envueltos en una expresión de susto
Kain sonrió al ver su intención, pero en vez de hacer lo que ella quería, le dio un pequeño beso en la nariz —sí, así que no te preocupes— respondió
Naomi frunció el ceño al ver el poco efecto que tuvo su seducción, pero lo tomo con tranquilidad. Kain ya había dicho que la llevaría con él, no había necesidad de desesperarse.
—Tranquilos— dijo Kain en voz alta. Okita y Ozamu voltearon para mirarlo y bajaron sus armas. Kain continuo —eso es algo que yo hice, tiene una larga historia de por medio—
Ellos asintieron y guardaron sus armas esperando que la cosa que haya hecho Kain sea pacífica. Las pisadas se continuaron haciendo más sonoras hasta que llegó la gran araña de piedra. Aunque no era hostil, no la hizo menos intimidante. Una cabeza con largas tenazas a los lados de la boca. Un amplio torso un poco más grande que la cabeza y un enorme trasero. Las patas eran largas y arqueadas, mientras la punta de cada una tenía la forma de una espada de doble filo.
—¿Qué es esto, Kain?— preguntó Naomi muerta de miedo y de asco al mismo tiempo.
Kain sonrió, la tomo en brazos como a una princesa y saltó encima de la espalda de la araña.
—No, por favor, no— grito Naomi con los ojos cerrados mientras se sujetaba al cuello de Kain —no dejes que me toque—
—Tranquila— respondió Kain —no es una araña de verdad. Tranquila, mira— se agacho y se sentó sobre la superficie rocosa y dura mientras sentaba a Naomi sobre su regazo —toca con tu mano, no es una araña de verdad—
Naomi abrió los ojos y preguntó como una niña mimada —¿De verdad?—
—De verdad— respondió Kain con una sonrisa amable
Naomi se sentó sobre las piernas de Kain, temerosa de tocar la araña y su horrible cuerpo peludo. No obstante, cuando acercó su mano sintió la superficie lisa, dura y fría como la roca.
—¿Ves?— preguntó Kain
Naomi lo miró a los ojos, asintió y se abrazó a su cuello, pero alguien tosió y los interrumpió.
—¿Qué hacemos nosotros, Kain-sama?— preguntó Ozamu a tres metros de distancia de la araña
—Salten, hay suficiente espacio para todos—
—¿Seguro?— preguntó Ozamu arqueando las cejas con desconfianza mientras Okita saltaba encima de la araña. Entonces al verse dejado atrás, a Ozamu no le quedó otra opción más que saltar. Una vez arriba de la araña, Ozamu se sentó al lado izquierdo de Kain mientras que Okita del lado derecha. Naomi se quedó sobre el regazo de Kain y apoyo su espalda contra el pecho, tomándole las manos y haciendo que él la abrazara por atrás.
—Bien ¿Qué opinan?— preguntó Kain
—Esto es algo loco que solo haría sensei— dijo Okita
—Sí, algo loco que solo Kain-sama haría— añadió Ozamu
Kain soltó un suspiro y dijo —bueno, pensé que dirían que es increíble o me preguntarían ¿Cómo lo hice? pero lo que sea. Hice estas arañas a partir de una muestra que obtuve del primer tsuchikage—
—¡¿Esta cosa?! ¿No me diga qué hay arañas reales de este tamaño?— preguntó Ozamu asustado
—Claro que las ahí, pero ahora están muertas. La verdad, no sé de dónde las habrá sacado el primer tsuchikage, pero creo que debe haber sido una invocación con afinidad. Eso quiere decir que en alguna parte del mundo hay arañas vivas de este tamaño—
Eso les hizo tragar saliva a todos. El solo hecho de pensar en una araña de este tamaño les revolvió el estómago.
—Todavía tengo algunos cadáveres de arañas ¿Les interesa mirarlos?— preguntó Kain
—No— respondieron los tres de forma categórica, dejando a Kain casi sordo.
—Ok, no tienen para que asustarse— dijo Kain frunciendo el ceño, le dio una orden mental a la araña de piedra, ella se volteó y avanzó por el amplio pasillo.
—Todo está muy oscuro, Kain-kun— dijo Naomi
Kain sonrió, busco dentro de sus mangas y saco una pequeña pieza de metal del tamaño de un pulgar, en cuya punta había una pequeña ampolleta. Kain canalizo su chakra al pedazo de metal, hizo la conversión y alimento con energía la ampolleta reflejando una luz rojiza.
—Ooooh— dijeron Naomi, Okita y Ozamu al mismo tiempo
—Dejando de lago que ahora la cueva se ve más aterradora— dijo Okita —¿Cómo hizo eso?—
—Esto es un pequeño trozo de mineral de chakra— dijo Kain —la bombilla en la punta está conectada a un pequeño cableado y se alimenta a través del chakra que pasa de mi mano al metal de chakra. Genial ¿No?—
—Genial, genial ¿Tiene más? Sería de mucha ayuda. No todo el mundo tiene ojos mágicos—
—No puedo por ahora, pero cuando perfeccione el prototipo lo podrás comprar—
—Tacaño—
Kain soltó una risita y continuo —los traje aquí con la intención de que vean lo que encontré y que me ayuden a generar un negocio—
La araña continúo avanzando y llegó a una enorme recamara de la que salían arañas de un metro de altura llevando minerales en sus patas delanteras. La gran araña doblo por a la izquierda y entro a la recamara mientras las pequeñas arañas iban en la otra dirección.
—¿Todas esas son sus creaciones?— preguntó Okita mientras sentía escalofríos al ver tantas arañas avanzando por los costados.
—Sí, y no. Yo cree a las arañas gigantes como esta en la que viajamos y ellas son las responsables de crear a las otras. Tenemos una unión maestro-sirviente, así que mientras yo no pierda la conexión con las arañas gigantes, ellas no perderán la conexión con las pequeñas y ninguna se saldrá de control—
—Por alguna razón, suena genial, pero me da miedo— dijo Ozamu
—¿Pensé que no te daban miedo las arañas?—
—No, pero cuando son tan grandes que me pueden arrancar un brazo, la perspectiva cambia—
—Entiendo— dijo Kain haciendo una mueca —pero dejando de lado las arañas, lo que les quiero mostrar está al fondo de esta cueva—
Todos asintieron y empezaron a ver como las paredes poco a poco perdían esa textura liza y se volvían más rocosas mientras aparecían estalactitas en el techo. Al mismo tiempo, gracias a la luz roja, se empezaron a ver minerales emergiendo de las paredes y techo.
—¡Kain-kun, Kain-kun, Kain-kun!— grito Naomi asombrada —detén la araña, detén esta cosa, quiero mirar algo—
—Tranquila, Naomi, tengo mucho de eso que viste— respondió Kain mientras la abrazaba por la cintura —tranquila, sé que estas sorprendida, pero cuando veas mi bóveda quedaras aún más sorprendida—
Naomi lo miró hacia atrás, Kain sonrió divertido y ella le dio un pequeño beso en los labios.
De esa manera, continuaron descendiendo por el camino con una pequeña pendiente hasta llegar a una enorme cueva subterránea de más de quinientos metros de diámetro. En el centro había una enorme torre de más de cuarenta metros de ancho y treinta de alto. Al mismo tiempo, las arañas estaban en las esquinas y paredes extrayendo los minerales con sus patas filosas como espadas.
Kain hizo que la gran araña se detuviera e hizo que Naomi se pusiera de pie. Después siguió él, Okita y Ozamu. Los tres visitantes estaban sorprendidos por las grandes vetas de minerales como oro, plata y cobre.
—Genial ¿no?— preguntó Kain sonriendo mientras extendía sus brazos hacia los lados.
—Sí, de algún modo es genial, pero aterrador— dijo Okita enfocada en las aterradoras arañas que deambulaban por todos lados.
Kain soltó un suspiro ante el desafortunado comentario, pero sonrió —bueno, no puedo hacer nada para remediar eso— dijo —tuve que aprender un montón de cosas en poco tiempo y aun sigo progresando en mi desarrollo de las arañas. Por ahora, solo quería que vieran lo que tengo y que me ayuden a confeccionar un negocio—
—Pero Kain-kun— dijo Naomi pensando en las posibilidades que traería tener este lugar —todavía hay que procesar los minerales, cortar las piedras preciosas y trabajarlas—
—No te preocupes, poco a poco lo iremos viendo, un paso a la vez, querida—
Naomi se sonrojo al ser llamada de esa manera, apoyo su espalda contra el pecho de Kain y él la abrazo.
—Ahora vamos a allá— dijo Kain señalando con la pequeña linterna de chakra la enorme torre en el centro
—Sensei ¿no puede poner otra luz?— preguntó Okita algo asustada por la luz roja y las arañas que se movían de lado a lado.
—Puedo— respondió Kain y detuvo la emisión de chakra, lo canalizo a su estómago e hígado y después lo redirigió a la linterna para emitir una luz de color verdoso —¿Mejor?— preguntó
—Sí, sensei— respondió Okita —¿Pero cómo lo hace?—
—Sentémonos, te contaré en el camino— dijo Kain y se sentó, Naomi se sentó sobre sus piernas mientras Okita y Ozamu se sentaron a los lados. Kain ordeno a la araña que se moviera mientras él iluminaba con la linterna de luz verde y continuo —Todos saben que el mineral de chakra absorbe el chakra y lo manifiesta según sea la naturaleza del usuario ¿verdad?— todos asintieron varias veces, Kain los miró y continuo —pero, si el mineral absorbe el chakra y lo pudiera canalizar como una fuente de energía ¿No sería mejor darle otros usos al chakra?—
—¿Cómo la linterna?— preguntó Ozamu
—La linterna es un buen ejemplo, pero solo es un prototipo. El chakra está en nuestros cuerpos, pero también está en el aire y en todo lo que nos rodea. Eso quiere decir que su uso es ilimitado y que podríamos crear cosas útiles para el mundo. Durante, no sé, ¿Cuatrocientos o quinientos años? Los shinobis han ocupado el chakra solo para la guerra, pero qué tal si lo ocupamos para algo más. Cosas que faciliten nuestra alimentación, mejores herramientas para realizar los trabajos, aparatos de medición, instrumentos de precisión, herramientas para operar a los enfermos, etc…—
Entonces Kain les comenzó a contar sobre sus aspiraciones. Naomi, Okita y Ozamu solo podían imaginar lo que él les contaba, pero Kain lo había visto. Recuerda hasta cierto punto los milagros tecnológicos que se realizaron en el continente Bergarito y en la ciudad tecnológica de Lapan. Naomi, Okita y Ozamu se sintieron abrumados por las vividas imágenes en sus mentes y asustados al mismo tiempo. Todo era mucho más allá de lo que conocían o podían entender.
Una vez que la araña llegó frente al gran torre de cuarenta metros de ancho y treinta de alto, en el centro de la cueva subterránea, se detuvo. Kain ayudo a Naomi a ponerse de pie, siguió él, Ozamu y Okita. Todos saltaron desde la araña al suelo. Kain avanzó por delante iluminando con la linterna de luz verdosa mientras decía —todo esto es un sueño a futuro, pero primero debemos juntar recursos y generar un espacio en la sociedad para los shinobis lejos de la guerra. Hay tantas habilidades que es una burla lo lento que avanza la sociedad shinobi. Los civiles desarrollaron la luz, el cableado eléctrico, los microscopios y otros avances sin la ayuda del chakra. Entonces ¿Qué nos retiene a nosotros?—