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Apócrifo - Gods land - Capítulo 72

Una hora después de que los muchachos se fueran al calabozo, Riveria hizo un viaje a la familia Loki. En ese momento fue a buscar a dos personas; una era la diosa Loki y la otra era una niña rubia que no tendría más de diez años. Como siempre, la diosa pelirroja se presentó bromista y amigable. No obstante, a Kain no le importo y puso toda su atención en la niña. Se veía ojerosa y asustadiza, con una actitud cautelosa. Además de que nunca soltó la capa de Riveria y en ningún momento hizo contacto visual con nadie.

Kain invito a las tres personas a la sala de estar para que tuvieran una conversación a puerta cerrada. Riveria acompañada de la niña, se ganó en un sillón de tres cuerpos, mientras que Kain y Loki, se ganaron en los extremos opuestos, en sillones individuales. Riveria como dueña de casa, quiso levantarse y traer té para que pudieran tener una conversación más amena, pero la niña no la soltó en ningún momento. Así que al final, Kain fue el que se levantó y fue a la cocina a preparar algunas cosas para comer. En ese momento, Mikoto estaba en la casa, así que lo ayudo llevando las cosas a la sala de estar. Por otro lado, como hermosa mujer asiática de prominentes encantos, llamo la atención de la diosa Loki. No obstante, Mikoto no le hizo mucho caso a sus miradas indiscretas. Solo se presentó, dejo las cosas que traía para que tomaran té y después se fue.

Kain se sentó al frente de Loki y le dijo en un tono indiferente -sí sigues mirando a mi mujer con esos ojos te los arrancare-

-Vamos- dijo Loki en su usual tono bromista -tiene mucho para compartir-

Kain levantó la ceja y le dijo -yo no soy de compartir, lo mío es mío y de nadie más-

-¡Ma!, que dominante- dijo Loki como si estuviera asombrada y miró a Riveria -no sabía que te gustaran mandones-

En ese momento Riveria estaba tomando té, pero las palabras de Loki le provocaron que se atorara y comenzó a toser sin parar. La niña a su lado la miró asustada y le sobó la espalda mientras que Loki se partió de la risa. Solo Kain estuvo indiferente a las bromas de la diosa. Siempre empezaba así, pensó, Loki buscaba los puntos débiles de los demás para incomodarlos y que empezaran a escupir sus verdaderas intenciones. No obstante, al ver a Kain tan indiferente, Loki se sintió aburrida y boto su actitud bromista.

-Hombre- dijo molesta -es aburrido jugar contigo, eres tan frio-

Kain alzo la ceja otra vez y le dijo -ve al punto, no me hagas perder mi tiempo-

Loki soltó un suspiro y probó el té, lo degusto y le dijo en un tono neutral -quiero que entrenes a esta niña, como tú dices, tiene talento-

-¿Por qué debería?-

-Hombre, no seas tacaño, no le cobraste nada a esa puta Freya por entrenar a Ottar ¿Cómo me vas a cobrar? Solo soy una pobre diosa-

-Ottar era especial, no es una aventurero cualquiera. No lo compares con esta chiquilla-

-Malditos ojos- dijo Loki con desagrado, a diferencia de Freya y Kain, ella no podía ver las almas. Esta información le costó muy caro, ya que la misma Freya tenía cierta reticencia a contársela.

Por su parte, Kain negó y le dijo -No vale la pena enseñarle, es un alma que con el tiempo se extinguirá-

Tanto Loki como Riveria abrieron los ojos grandes como platos en un gesto de incredulidad, solo la niña permaneció indiferente a las palabras.

-Kain- dijo Riveria mirándolo a los ojos -¿seguro que no la puedes entrenar?-

Como dice Tsubaki, esto le pasa por ser tan enamoradizo. Estas mujeres se aprovechan de su actitud de buena esposa y lo obligaban a hacer ciertos recados que muchas veces no quiere hacer. "Lo que uno hace por amor", pensó.

-Está bien- respondió Kain -veremos si tiene aptitudes para el combate y veremos que sucede. Por otro lado, ella no será entrenada por nadie más ni mucho menos conducida al calabozo sin mi autorización. Si en algún momento van en contra de mis ordenes, le dejare de enseñar-

-Hombre, eres demasiado estricto- dijo Loki en una actitud molesta -¿Cómo se va a convertir en una buena aventurera si no va a matar monstruos?-

-Cállate, ya di mis condiciones, depende de ti aceptarlas. Tómalo o déjalo-

-Lo tomamos- respondió Riveria como si tomara la tutoría de la niña

Kain no sabía porque estaba tan encaprichada de la niña, pero dejo esa pregunta para más tarde. Iba a decir algo, pero fue interrumpido por una mujer ruidosa.

-Riveria, no aceptes cosas por tu propia cuenta- dijo Loki poniéndose de pie y señalándola con el índice

Riveria levantó la ceja y le dijo -esto no es por la familia, Loki. Ya sabes que tendrías que pagarle una gran cantidad a mi marido si quisieras contratarlo de esa manera. Esto se lo pedí yo, como su esposa, por eso él accedió. De lo contrario, solo seguirías soñando con que mi marido entrene a uno de tus aventureros-

Loki hizo como si estuviera molesta, pero boto su farsa y sonrió complacida -bien, como sea, para mi es una ganga-

-¿Te gustaría volver a la nada?- preguntó Kain levantando su índice y apuntándola con una esfera de oscuridad.

Loki se congelo en ese momento y negó con vigor.

Kain asintió y le dijo -no vuelvas a manipular a mi mujer, si lo haces, ya no estarás disponible para disfrutar de este mundo-

-Kain, no es eso- dijo Riveria asustada -yo, solo quiero ayudar a esta niña-

-Ya lo sé, amor- dijo Kain con los ojos entrecerrados -pero esta diosa no para nunca de jugar sus tretas. Lo más probable es que te dijo algo y te presento a esta niña para que la cuidaras como si fuera tuya. Por otro lado, a Loki le pregunte hace años si le gustaba el caos o la autodestrucción, parece que me mintió en ese momento-

Loki lo miró con los ojos entrecerrados y una mirada afilada -siempre juego en un terreno que puedo ganar- dijo -adelante, intenta eliminarme, a ver lo que te pasa-

-¿Buscas enemistarte?-

-No, solo quiero ver el alcance de tu poder-

-Riveria, sal de la habitación, esto será feo-

-¡Kain, para!- grito Riveria

Kain miró a Riveria a los ojos y la vio asustada, así que supo que era su perdida. Asintió y desvaneció la esfera de oscuridad, después miró a Loki y le dijo -ya no eres bienvenida en mi casa-. Entonces se levantó del asiento y salió de la sala de estar.

-¿Cuál es el significado de esto, Loki?- pregunto Riveria -¿te estoy ayudando y de esta manera me pagas?-

Loki volvió a su yo sonriente y se dejó caer en el sillón -no es nada, no es nada- dijo levantando su mano, como si realmente no pasara nada. Después se hizo hacia adelante y tomo una taza de té de la mesa de centro, pero no pudo beber el contenido ya que sus manos tiritaban sin cesar generando un tintineo entre la taza y el plato. Al final, se le cayeron generando una quebrazón de loza que asusto a la niña, la cual reacciono abrazándose a Riveria.

-No lo entenderías, Riveria- dijo Loki emitiendo una sonrisa sincera, pero hablando con un tono serio -esto es lo más cerca que estaré de los mortales. ¿Cuántos dioses conocen el sentimiento a la muerte inminente? Y no me refiero a la divinidad, sino que al sentimiento de dejar de existir. Gracias al miedo a la muerte, la humanidad logro grandes cosas, yo solo trato de ver si puedo alcanzar un fragmento de eso-

Riveria solo pudo soltar un suspiro mientras le acariciaba la espalda a la niña -no tienes remedio- dijo -déjame el cuidado de Ais, tu preocúpate de la familia-

Loki levantó la comisura de sus labios en un gesto malicioso y le dijo -ten cuidado, no se vaya a poner celoso tu pequeño Elrond. Los niños son muy territoriales con sus madres-

-Yo me preocupo por mi hijo, no hay razón para que se sienta celoso-

-¿En serio? Yo creo que sí, después de todo, vas a pasar gran parte de tu tiempo cuidando de Ais-

-Es mi trabajo como sub capitana-

-Si tú lo dices-

-o-

Una vez que Loki se fue, Riveria llevo a Ais al patio, en donde estaba Kain esperando de mal humor. Le cabreaba que los dioses lo trataran de manipular y más que manipularan a sus seres queridos. Mientras bebía vino de una copa, farfullaba maldiciones y venganzas contra la diosa del caos. Por su parte, Riveria lo vio enojado, sentado bajo el manzano y con una cara de pocos amigos. Sonrió, pero sintió que alguien le tiraba de la manga y miró hacia abajo. Su visión se vio llena por un rostro inocente enmarcado por una cabellera rubia. Si tan solo no tuviera esa expresión de miedo y esas ojeras, se vería preciosa. Riveria le peino el cabello con la mano y después se acercó a Kain.

-Kain- dijo Riveria -deja de estar tan enojado ¿Por qué mejor no ves las aptitudes de Ais para el combate?-

Kain salió de sus pensamientos y levantó el rostro. Miró primero a Riveria y después bajo su mirada para fijarse en la niña. Soltó un suspiro y saco de su anillo un pequeño frasco ámbar con un líquido que emitía un aura dorada brillante. Lo coloco sobre la mesa y le dijo -haz que la niña beba esto-

-¿Qué es?- preguntó Riveria y Kain la miró a los ojos como preguntándole ¿Qué le pasa? ¿Por qué tan desconfiada?.

Por su parte, Riveria recordó esa mirada, fue la misma que le dio cuando ella lo cuestiono por el motivo que no podía modificar el balance del mundo. Al final, él la llevo donde Uranos y el gran espía (como lo llama Kain) le confirmo que él no podía modificar del mundo. No dio más detalles, pero juro esa verdad por su nombre.

-No seas así, yo solo quiero ayudar a esta niña- dijo Riveria

Kain asintió y se puso de pie -dile que beba esto, le hará bien a su alma- dijo

Riveria abrió los ojos grandes, tomo el frasco y después se lo dio de beber a Ais como si fuera un bebé. Al final, Ais solo abrió su pequeña boca y lo bebió todo dejando escurrir un poco del líquido por la comisura de los labios. Después se relamió la boca, como si hubiera probado algo muy rico.

-Bien- dijo Kain -ahora que estas lista, ven-

No obstante, Ais no se movió del lado de Riveria y solo siguió aferrada a la ropa. Kain miró a Riveria y ella entendió el mensaje. Se agacho para susúrrale a Ais al oído y ella asintió con su pequeña cabeza rubia. Después miró a Kain a los ojos y estiro sus manos hacia adelante como pidiendo algo. Kain miró a Riveria y ella le dijo -quiere una espada, por alguna razón, es demasiado aficionada a las espadas. Sin ellas termina en este estado-

Por el tamaño del cuerpo de Ais, Kain le facilito una espada ancha. Una vez que Ais tomo la espada, su personalidad se reafirmó y su mirada se volvió firme. Solo quedaron esas ojeras, como parte del cansancio y el trasnoche de las pesadillas. Kain asintió y tomo otra espada ancha para intercambiar golpes.

-Vamos, atácame con todo lo que tienes- dijo

Entonces Ais, tomo la espada con ambas manos y se lanzó al ataque. No tenía postura, ni técnica, ni fuerza, pero había algo que brillaba en sus ojos que la obligaba a seguir atacando. Kain pudo ver esto y se sintió emocionado, así que la siguió alentando a que lo atacara. Kain pensó que mientras el tañido de las espadas perdurara, Ais resplandecería como una estrella y así fue.

Después de media hora de entrenamiento, Ais termino jadeando en el suelo mientras Riveria estaba agachada a su lado limpiándole el sudor de la cara con un pañuelo.

-¿Y? ¿Qué piensas?- pregunto Riveria

-Me gusta- respondió Kain con una gran sonrisa -me la quedo-

-No es una mascota-

Kain soltó una carcajada y le respondió -pero es un discípulo, que es más o menos lo mismo-

Próximo capítulo